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La cumbre reúne a 20 mil asistentes de 33 países, que discuten sobre sus desafíos geopolíticos.
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Los BRICS buscan alternativas al dólar, mientras Putin descarta la viabilidad de una moneda única.
La decimosexta cumbre anual de los BRICS, que se celebra en Rusia por primera vez en nueve años, inauguró ayer con un discurso del presidente ruso Vladimir Putin seguido por una reunión a puerta cerrada. Más tarde, el evento, que se celebrará hasta mañana, tendrá una reunión ampliada que estará abierta a los medios de comunicación.
Los principales objetivos de los BRICS son la cooperación económica y financiera internacional, la discusión de cuestiones políticas globales, el intercambio de experiencias y el desarrollo de proyectos conjuntos en ciencia, tecnología y energía.
Sin embargo, aunque no aparece de manera explícita en la agenda, el tema de la desdolarización y las decisiones que se puedan tomar en torno a ello, han venido captando la atención del mundo entero.
De hecho, la alcaldía de la capital de Tartaristán, sede del encuentro, calificó la cumbre como «el comienzo de un mundo nuevo en el corazón de Kazán, la ciudad antigua».
No hay dudas de que la Cumbre es un acontecimiento histórico tomando en cuenta que asisten unos 20 mil invitados de 33 países, entre ellos 20 altos funcionarios estatales. Además, están jefes de importantes organizaciones internacionales, entre ellos el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Como informó previamente el servicio de prensa del Kremlin está previsto discutir con mayor énfasis los problemas internacionales actuales sobre la situación agravada en el Medio Oriente y la interacción de los países BRICS y el Sur Global en aras del desarrollo sostenible. Y según Reuters, en la Cumbre Rusia intentará convencer a los países BRICS de la necesidad de avanzar en la desdolarización.
Es indiscutible de que la desdolarización está en el centro del debate, y en virtud de ello podemos mirar en tres claves el rol que están desempeñando los BRICS en un posible cambio de paradigma del sistema financiero global:
1. ¿Pueden realmente los BRICS impulsar la desdolarización global?
La narrativa que viene surgiendo desde el bloque de los BRICS ha renovado el interés en el futuro del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. De hecho, ya la alianza de países comenzó a hacer pruebas con un sistema de pago sin dólares. Esto, mientras que la moneda estadounidense ha comenzado a desaparecer del comercio entre los países del bloque.
Sin embargo, para algunos economistas como el reconocido Paul Krugman, lo que se viene diciendo sobre la posible desdolarización no es más que «mucho ruido y pocas nueces».
Krugman, ganador del Premio Nobel de Economía en el año 2008, señaló en un artículo el año pasado que el dominio del dólar seguirá intacto y que no existe una alternativa real a la moneda estadounidense. Como él hay otros analistas que ven el auge de iniciativas económicas como las que están surgiendo por parte de los BRICS como un esfuerzo fallido que carece de sustancia y nada podrán hacer con respecto a la desdolarización global.
No obstante, analistas como Mohamed El-Erian, exsubdirector del Fondo Monetario Internacional, advierten que el sueño de una dolarización alternativa está en marcha y debe ser tomada en serio.
En su reciente artículo, El-Erian señala un fenómeno notable: el precio del oro ha experimentado un incremento del 40% en el último año, a pesar de que la inflación ha disminuido. Este cambio sugiere un movimiento hacia la búsqueda de activos más seguros, posiblemente en respuesta a las tensiones geopolíticas y la percepción de vulnerabilidad del dólar.
En sí lo que está ocurriendo es que los países de la alianza BRICS están dando pasos concretos hacia un sistema financiero multipolar. Los bancos centrales de estas naciones están aumentando sus reservas de oro y explorando formas de desdolarizar sus propias economías.
El contexto geopolítico también juega un papel crucial en la actualidad. Los bloqueos económicos y las sanciones impuestas por Estados Unidos a países como Rusia han impulsado a estas naciones a buscar alternativas al sistema financiero existente.
La creación de un nuevo Banco de Desarrollo por parte de BRICS y la intensificación del comercio en monedas locales son ejemplos de los esfuerzos de estos países por reestructurar el orden financiero global.
Lo que está sobre el terreno es que nuevos actores, como los BRICS, comienzan a desafiar al actual orden global, y las acciones en el ámbito monetario y geopolítico sugieren que estamos presenciando un cambio profundo y prolongado.
El tiempo dirá si estas iniciativas finalmente darán lugar a un nuevo paradigma financiero o si el dólar se mantendrá como el rey indiscutible de las monedas.
2. ¿Por qué hay tanta atención sobre posibles acuerdos de desdolarización que puedan surgir en la Cumbre de los Brics?
Los BRICS, fundado en 2006 como un grupo de estrategias de inversión para naciones emergentes por Brasil, Rusia, India y China, se ha expandido desde entonces y ahora incluye a Sudáfrica.
Desde enero de este año, los BRICS cuentan con la integración de Irán, Egipto, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos, mientras que Arabia Saudita aún debe confirmar su afiliación, al tiempo que otras 30 naciones han expresado interés por convertirse en miembros, incluidos los aspirantes a la Unión Europea, Serbia y Turquía.
Significa que ahora el grupo de los BRICS comprende el 45% de la población mundial y el 35% de su economía, según el poder adquisitivo. Por ello, todos los movimientos que realizan y los que puedan surgir de la actual Cumbre son importantes para el resto del planeta.
De hecho, ya lo reconoció la Organización de Naciones Unidas (ONU) cuyo portavoz adjunto del Secretario General, Farhan Haq, señaló ayer que los países BRICS «representan aproximadamente la mitad de la población mundial» y que la Cumbre tiene «gran importancia para el trabajo de las Naciones Unidas».
“Se trata de una asociación de estados [Los BRICS ] que trabajan juntos sobre la base de valores comunes, una visión común del desarrollo y, lo más importante, el principio de tener en cuenta los intereses de los demás”.
Vladimir Putin, presidente de Rusia.
En definitiva, en la mente de los líderes del mundo occidental podría estar muy presente el intento de los BRICS de desdolarizarse, es decir, reemplazar al dólar estadounidense como moneda de comercio exterior mundial.
La propia alianza niega que ese sea su objetivo, y afirma que simplemente quiere impulsar un mayor comercio en dinero y monedas locales, pero la realidad es que hay múltiples indicios de que los países de la alianza definitivamente buscan impulsar cambios en el orden mundial establecido. Así que de allí el gran interés que el mundo tiene por conocer más sobre los avances de los BRICS con respecto a la desdolarización.
3. La desdolarización, un desafío para los BRICS
A medida que los BRICS evalúan alternativas para fortalecer su comercio internacional, la idea de una moneda única siempre ha estado sobre el tapete. Sin embargo, Putin dijo que la creación de una moneda única para los países BRICS aún no se ha considerado.
«En cuanto a la moneda única de los BRICS, por el momento no estamos considerando este tema, no está maduro, debemos tener mucho cuidado, debemos actuar de manera gradual y lenta. En este momento estamos estudiando las posibilidades de ampliar el uso de las monedas nacionales y crear herramientas que hagan que ese trabajo sea seguro. Nosotros, como ya mencioné, estamos considerando la posibilidad de utilizar herramientas electrónicas; ese trabajo ya está en marcha»
Vladimir Putin, presidente de Rusia.
Putin agregó que la creación de una moneda única para los BRICS será un tema que se volverá a plantear en el futuro. Ante ello, varios economistas rusos sometieron a debate los desafíos que enfrenta la alianza con respecto a la posibilidad de comerciar con una moneda propia, distinta al dólar.
Uno de los principales obstáculos que ven es la diversidad económica que caracteriza a los países miembros. Cada nación presenta un panorama económico distinto, con variaciones en niveles de desarrollo, políticas monetarias y tasas de inflación. Esto plantea un desafío titánico para los BRICS, que deberían unificar sus economías bajo un solo sistema monetario, algo que podría desestabilizar incluso a las economías más fuertes del bloque.
Además, los economistas rusos ven que los conflictos políticos entre algunos miembros, en particular entre China e India, complican aún más la posibilidad de establecer una moneda común. Las tensiones históricas y las disputas territoriales no facilitan la cooperación necesaria para un proyecto de tan largo plazo como el de una moneda única.
A diferencia de la Unión Europea, donde la integración política y económica ha sido un pilar fundamental de la creación del euro, los BRICS carecen de un nivel similar de cohesión. Esta falta de integración representa una nueva barrera que podría entorpecer cualquier intento de implementar una moneda común.
Ante estos desafíos, los economistas han comenzado a explorar alternativas que podrían ser más viables. Una opción es desarrollar sistemas de pago integrados, que permitan realizar transacciones directas entre las monedas nacionales de cada país, aumentando la eficiencia y resistencia a las sanciones internacionales.
También se baraja la posibilidad de continuar con el comercio utilizando monedas nacionales, lo que permitiría reducir la dependencia del dólar estadounidense y otras divisas de reserva.