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El pago del bono vacacional, en agosto pasado, derivó en una fuerte alza inflacionaria en Venezuela.
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El economista Luis Oliveros dice que el pago fraccionado también incidirá en la inflación.
Esta semana el gobierno de Venezuela comenzó a pagar los bonos navideños (o aguinaldos) a los trabajadores públicos del país. Pero se hará en cuatro partes, en un intento por contener el tipo de cambio y la consecuente inflación.
No obstante, todo apunta a que aun con el pago fraccionado, el fenómeno inflacionario se seguirá cerniendo sobre la economía venezolana.
Propios voceros del gobierno venezolano informaron del pago fraccionado, que comenzó a depositarse en las cuentas bancarias de los trabajadores esta semana.
Tal como lo informó Carlos López, coordinador general de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, la medida de pagar fraccionado es «preferible», para así «no dar un solo golpe que genere aumento inflacionario».
Distante de lo que acaeció en agosto pasado, cuando el gobierno pagó por completo el bono vacacional y recreacional al sector educativo -luego de varias protestas- ahora la medida apunta a cancelar de manera fraccionada el bono navideño, de aproximadamente 300 dólares. Esto inició el 5 de octubre, seguirá el 2 de noviembre, el 30 de noviembre y, por último, el 15 de diciembre.
Como lo reportó CriptoNoticias, la cancelación de ese beneficio vacacional hizo disparar la cotización del dólar estadounidense. De hecho, el pago del bono aceleró la inflación en Venezuela y la llevó a máximos anuales en los meses de agosto y septiembre.
Esto se debió, en términos generales, a tres factores confluyentes: el gasto público, la liquidez monetaria y el incremento de la divisa estadounidense.
Así las cosas, el gobierno parece apelar al fraccionamiento de los pagos en aras de evitar un escenario parecido al que se vivió a mediados de este año. Esto, tomando en cuenta que la liquidez monetaria suele aumentar en el último trimestre del año en Venezuela por los pagos del Ejecutivo, así como por la aceleración en el consumo por parte de los ciudadanos.
Sin embargo, algunos economistas desestiman la estrategia debido a las «múltiples perturbaciones monetarias» que acechan a la economía nacional.
Incidencia en la inflación, aun con el pago fraccionado
Luis Oliveros, economista venezolano, dijo a CriptoNoticias que el pago fraccionado del aguinaldo no contrarrestará la inflación, que parece algo ya cantado.
Él considera que la cancelación del tradicional bono generará presión en la tasa de cambio bolívar-dólar, lo que generará «una inflación un poco mayor a la promediada en los meses anteriores».
El economista descarta que de momento pueda haber una forma de pagar estos beneficios contractuales sin necesidad de incidir o afectar la economía. Todo ello a causa de la falta de confianza en la moneda venezolana y la todavía existente brecha fiscal.
«Es difícil que esos pagos no generen presiones en la tasa de cambio, que es lo que produce alzas en la inflación. Hay mucho por hacer, y no se tiene tanto margen de maniobra. Si el gobierno pudiera generar ingresos y mantener equilibrios fiscales, no hubiera presión inflacionaria”, reflexionó.
Sin embargo, se espera que el déficit fiscal continúe, así como las presiones inflacionarias. Y las variaciones del tipo cambiario se trasladan en paridad con la inflación. «Es muy difícil en las actuales circunstancias que el gobierno pueda bajar la inflación», comentó
«Es una inflación muy elevada y es un problema que hay que atacar, lo que pasa es que ha costado mucho resolverlo y todavía falta mucho, mucho por hacer», alertó Oliveros.
La gente no se siente cómoda con los bolívares
De acuerdo con Oliveros, los venezolanos no se sienten cómodos con su moneda nacional, por lo que el dinero que reciben lo gastan o lo cambian a otras divisas que permitan soportar la inflación, como lo es el dólar.
Dijo que si fuese al revés y la gente estuviera a gusto con los bolívares, no se tendrían los efectos inflacionarios que provocan los pagos de los bonos o beneficios contractuales, los cuales están reglados en convenciones y acuerdos del Estado con el sector público de Venezuela.
«Las personas salen de los bolívares gastándolos y comprando dólares. Eso obviamente tiene efectos en la tasa de cambio y la inflación», señaló Oliveros.
El también profesor universitario dijo que, aunque el pago fraccionado del bono navideño sí incidirá en la inflación, estima que se «haya aprendido la lección» inflacionaria que dejó el pago del bono vacacional, hace más de tres meses.
“Esa falta de coordinación y los problemas operativos que tuvieron en julio con el bono vacacional, espero le hayan servido al gobierno de lección para saber que, si tienen un objetivo de inflación y tipo de cambio, tienen que intervenir en el mercado rápidamente”.
Luis Oliveros, economista venezolano.
¿Invertir en bitcoin para resguardo?
Tomando en cuenta que el bono navideño se pagará en cuatro partes y que sí tendrá afectación e incidencia en la inflación, la inversión en bitcoin o cualquier criptomoneda pudiera ser una forma de resguardar el dinero cancelado a los trabajadores venezolanos.
Bitcoin cuenta con cualidades que le permiten ser una moneda con una baja inflación. Una de ellas es su suministro limitado, que impide que haya más de 21 millones de monedas circulando. Esto puede contrastarse con la realidad de los bancos centrales, que pueden emitir dinero a gusto, dando pie a la inflación.
Si bien es cierto que en Venezuela los habitantes utilizan el dólar estadounidense como principal activo de refugio, y que esa moneda tiene presencia en las instituciones bancarias; también lo es que los bancos en ese país imponen tasas de retiro en divisas, lo que obliga a pensar en otras alternativas.
Así pues, BTC y su ecosistema se podrían perfilar como una opción llamativa para los trabajadores de la administración pública venezolana, que buscarán salir de los bolívares, bien en gastos o inversión.