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La liquidez monetaria en Venezuela rebotó 10,52% en cuestión de cuatro semanas.
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Bitcoin es una moneda con una baja inflación gracias a su circulante limitado.
La inflación mensual en Venezuela volvió a su senda alcista, de la cual se había alejado debido a políticas monetarias del gobierno. El Banco Central de Venezuela (BCV) informó esta semana que el índice nacional de precios al consumidor (INPC) se posicionó en 8,3% en agosto, un 0,7% más respecto a julio.
Tras varios días de silencio en este sentido, el ente emisor venezolano señaló en su documentación oficial que la inflación de agosto fue la segunda más alta registrada este 2022, solo por detrás de junio, cuando el indicador rebotó a 11,4%. Según el BCV, la inflación acumulada en este año va por 60,5%.
Con el BCV concuerda el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), que es un ente independiente que arroja datos extraoficiales de la economía venezolana. Según esta organización, la inflación es aún mayor y saltó a 17,3% en el octavo mes del año, una aceleración notable, tomando en cuenta que en julio fue de 5,3%.
¿A qué responde el salto inflacionario en Venezuela? Básicamente a tres factores clave: incremento del gasto público, aumento en la liquidez monetaria y alza en la cotización del dólar estadounidense frente al bolívar.
El gasto público del Estado, ¿caldo de cultivo para la inflación?
Sobre el primer punto, el gobierno de Nicolás Maduro depositó en días recientes el bono vacacional y recreacional a los maestros y trabajadores del sector educativo venezolano. Sumado a esto, pagó otros beneficios sociales y demás obligaciones (como subsidios y sueldos y salarios).
Este pago vacacional, que estuvo dentro del gasto público del Estado y cuyo retraso fue objeto de protestas en las calles del país, se perfiló como uno de los factores que más influyó en la subida de la inflación. Esto ejerció una fuerte presión sobre la economía y el tipo cambiario, lo que decantó en un alza en la cotización del dólar y un consecuente rebote de la inflación.
Así lo sugirió el economista local, Manuel Sutherland, quien precisó en una entrevista con un medio local que el pago del bono vacacional se dio a pesar de que el gobierno de Maduro parecía no tener el dinero necesario para cancelarlo. En algunos casos, el pago fue «relativamente elevado para la administración pública», como lo señaló.
CriptoNoticias pudo constatar que el bono vacacional en Venezuela osciló entre los USD 300 y más de USD 1.000, todos pagados en bolívares y depositados en las cuentas del personal educativo del país caribeño.
La liquidez monetaria como combustible inflacionario
La crecida en el gasto público obligó al Estado venezolano a pensar en el segundo punto: la liquidez. Este indicador ha reportado incrementos sostenidos desde que inició el año 2022. En general, la masa monetaria contabilizada por el BCV aumentó en sus modalidades física y digital, representando un caldo de cultivo para un rebote inflacionario.
CriptoNoticias navegó entre la data oficial del Banco Central de Venezuela y encontró que la emisión monetaria subió de manera escalonada desde hace varios meses.
La liquidez, que se define como la cantidad de dinero que circula en la economía, aumentó un 10,52% en apenas cuatro semanas. Esto tras pasar de 9.051 millones de bolívares el 12 de agosto de 2022, a 9.981 millones de bolívares el 2 de septiembre, de acuerdo con los datos del BCV disponibles en su sitio web.
Si se analiza más a fondo, notaremos un salto de 180% desde que inició el año, cuando la liquidez rondaba los 3.966 millones de bolívares.
El aumento de la liquidez antecede a un recorte de 6% en el indicador, realizado por el BCV en la primera semana de septiembre. Ya que la liquidez llegó a tocar máximos anuales de 11.090 millones de bolívares a mediados del octavo mes del año, según el Banco Central de Venezuela.
El alza de la emisión monetaria es aún más notable si se segrega en billetes y monedas. Solo este circulante ha crecido más de 200% desde que inició el año 2022.
En enero, había un promedio de 215 mil piezas monetarias circulando entre el público. Pero solo la semana pasada se pusieron 629 mil billetes y monedas en la calle, de acuerdo con los propios datos del BCV. Eso es un salto de 215%, en promedio.
La emisión monetaria es uno de las principales causales del aumento de la inflación en todas las economías del mundo. Esto debido a que, si el dinero impreso por el ente emisor no tiene respaldo de crecimiento económico, la moneda nacional se devalúa por la oferta excedente que existe, lo cual genera que el valor de los bienes y servicios aumente, tal como pasó en Venezuela.
Alza del dólar estadounidense frente al bolívar
La aceleración de la inflación vista en los últimos meses también respondió al quiebre del tipo cambiario, que subió en más de un 30% en cuestión de días. Este rebote se suscitó luego de que fuera depositado el bono vacacional al sector educativo venezolano.
Tras mantenerse relativamente estable sobre los 4,50 y 5 bolívares, respectivamente, la cotización del dólar frente a la moneda venezolana se elevó a casi 9 bolívares días después del depósito, lo que rápidamente causó una depreciación del bolívar.
Para el economista venezolano y profesor universitario, Luis Oliveros, dicha devaluación monetaria, que presionó y causó inflación, fue «por diseño» del Banco Central de Venezuela debido a la sobrevaluación que tenía el bolívar por el pago del bono vacacional, como lo dijo en una entrevista radial a finales de agosto.
En todo caso, la devaluación y depreciación del bolívar y su consecuente alza en el dólar (y en la inflación), responden a la emisión monetaria sin respaldo, pues permite que el tipo de cambio se deslice. Esto aun cuando el ente rector apela a la intervención cambiaria, vendiendo o «quemando» las reservas con la banca nacional para intentar contener el precio de la divisa debido al bajo ingreso petrolero que reporta Venezuela, como explicó el economista Manuel Sutherland.
Hay que recordar que en Venezuela hay toda una dolarización informal, donde los precios de la mayoría de los productos son cotizados en base al billete verde.
Por tanto, cualquier alza en el precio de la divisa afecta directamente a los consumidores, que tienen que enfrentar una suerte de inflación en dólares, sumada a la ya existente en bolívares. Es notable que muchos venezolanos recurren al dólar estadounidense para enfrentar la crisis económica en la que se ha mantenido inmerso el país en los últimos años.
¿Influyen otros factores en la inflación de Venezuela?
A pesar de la evidente relación entre la emisión monetaria y la inflación, el gobierno de Nicolás Maduro alega constantemente que dicho fenómeno, que tiene por lo menos 7 años azotando la economía, responde a las consecuencias de las sanciones estadounidenses que pesan sobre el país, a pesar de que fueron impuestas hace 5 años.
Incluso hay funcionarios que señalan que la crisis generada a raíz del alto índice inflacionario es «inducida» y que se trata de una «guerra económica» contra la población venezolana.
Uno de ellos es la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien defiende la teoría de un presunto ataque a la República, aun cuando son los propios datos del BCV los que dejan ver que uno de los causales de la crisis es la aplicación de una política monetaria inflacionaria.
Si bien es cierto que gracias a medidas pragmáticas tomadas por el gobierno han permitido que el país se alejara de la hiperinflación, todavía se marca una brecha muy distante para una recuperación económica sostenida, pues entre sus opciones sigue presente la práctica de la emisión monetaria.
Política monetaria de Venezuela alejada de bitcoin
El gobierno de Maduro, en acción del Banco Central de Venezuela, comprueba la característica antiinflacionaria de bitcoin. Esta criptomoneda tiene baja inflación, debido a que ya tiene programado un circulante determinado de 21 millones, de los cuales ya hay 19 millones circulando.
Distinto del bolívar (y de cualquier dinero fíat), esta moneda digital tiene la cualidad de ser un refugio de la inflación a largo plazo. Gracias a su tendencia alcista que ha mantenido prácticamente desde que nació, en el año 2009.
Aunque no se ve de momento una intención de darle curso legal a bitcoin en Venezuela (al estilo de El Salvador), la subida de la inflación por la emisión monetaria del Banco Central podría servir a los habitantes para que reconozcan todavía más las ventajas que ofrece la primera criptomoneda para el mal económico que atraviesan desde hace años.
Y es probable, pues Venezuela es el tercer país del mundo donde hay mayor tasa de adopción de criptomonedas como bitcoin, aunque los maestros venezolanos no sean parte del perfil inversionista estimado.