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El trading de bitcoin ofrece una alta tasa de rentabilidad que seduce a cada vez más usuarios.
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La minería puede generar ganancias relativamente estables para quienes la practican.
Cuando hablamos de hacer dinero con bitcoin (BTC), se suele aconsejar a los nuevos usuarios que empiecen comprando algunas centésimas de la criptomoneda y esperen a que su precio aumente en un futuro. No obstante, hay otras maneras para percibir ganancias con criptomonedas, como es el caso del trading y la minería.
Aunque el trading puede llegar a ser complejo y riesgoso, una estrategia comercial disciplinada puede generar cuantiosas ganancias en un corto periodo de tiempo. Esto tienta a cada vez más usuarios de criptomonedas, quienes desean dedicarse a comprar y vender bitcoins o derivados del activo en el mercado.
Aquellos que no están a gusto con los riesgos que conlleva el trading, pueden decidir hacer una inversión de su dinero participando en la minería de Bitcoin. Todo aquel usuario que adquiera e instale una máquina especializada en procesar y confirmar transacciones, tiene la posibilidad de ganar una recompensa por su trabajo en la red. Una actividad que no solo da retornos monetarios, sino que también contribuye a mejorar la seguridad y procesamiento de la blockchain de Bitcoin.
En este artículo exploraremos los pros y los contras de ambas actividades. La idea es comprender y determinar cuál práctica beneficia más a cada usuario dependiendo de su nivel de dificultad, inversión de capital y sus potenciales riesgos financieros.
Trading
Se le conoce como «trading» a la actividad de comprar y vender activos financieros, incluidos entre ellos las criptomonedas. El objetivo principal de esta actividad es generar ganancias, así que aquellos que se dedican al trading suelen desarrollar estrategias comerciales para maximizar el retorno de sus inversiones y controlar los posibles riesgos.
Pros
Gran porcentaje (%) de ganancia: Uno de los principales beneficios del trading que seduce a cada vez más usuarios de bitcoin, es el hecho de que comprar y vender criptomonedas puede llegar a ser una actividad altamente rentable.
En los últimos 10 años, bitcoin ha registrado un rendimiento anual promedio superior a 200%. Esto es mucho más de lo que puede ganar un trader que comercia con acciones, por ejemplo, en donde índices como S&P 500 tienen un promedio de tan solo 10 o 11% al año.
La volatilidad del mercado de bitcoin, y de las criptomonedas en general, puede jugar a favor de los traders. Y, con una estrategia correcta, un operador puede generar cuantiosas ganancias con unas cuantas compras y ventas de activos criptográficos.
Inversión de capital variable: En el mundo del trading de criptomonedas, no necesitas un gran capital para empezar a operar. A diferencia de un fondo de inversión o en los mercados más tradicionales, los exchanges no exigen que el usuario tenga una cuenta bancaria repleta de dólares o que empiecen comprando un alto monto en bitcoins.
La realidad es que las casas de cambio aceptan que compres un mínimo de 5 dólares en bitcoin. En este sentido, el trader puede decidir cuánto quiere invertir y cómo. No necesitas ser rico, ni un inversionista acreditado, para convertirte en un trader. En este sentido, cualquier persona que tenga algo de dinero puede dar sus primeros pasos en el mercado.
Solo necesitas un dispositivo, Internet y dinero: El trading de bitcoin, además, es una actividad accesible. Cualquier persona, desde cualquier parte del mundo, puede empezar a comprar y vender criptomonedas si tiene un computador, acceso a internet y un capital que le permita adquirir el activo.
A diferencia de otras actividades como la minería, los traders no necesitan dispositivos o equipos especializados para realizar sus actividades. Los indicadores y las gráficas necesarios para llevar a cabo un análisis de mercado pueden ser consultados desde la web o descargando una aplicación.
Contras
Constante riesgo financiero: Antes de empezar a hacer trading de criptomonedas, es importante tener en cuenta que existe una alta posibilidad de que la volatilidad del mercado ponga en peligro el capital de los traders. Bitcoin puede registrar fluctuaciones diarias que, en ocasiones, ha superado el 15%, tanto en movimientos hacia el alza como hacia la baja.
Los traders operan con base en una estrategia comercial, donde especulan que el precio del activo se comportará de cierta manera. Sin embargo, no siempre las hipótesis que tenemos del mercado se cumplen, y cuando esto ocurre no se perciben ganancias y hasta se puede llegar a perder la inversión.
Por si fuera poco, el trading puede ser una actividad que afecte la emocionalidad del operador. El mercado se mueve gracias a la avaricia o el miedo que tienen sus participantes a la hora de comprar o vender nuevos activos. Si un trader se deja llevar por sus emociones y decide mantener una estrategia, incluso cuando se ha comprobado como errada, también se enfrenta a riesgos financieros.
Falta de regulación estable: Una característica que hace engorroso al trading de bitcoin es la falta de regulaciones claras. Aunque las leyes financieras varían dependiendo del país, a nivel internacional son pocos los gobiernos que han decidido promover un marco regulatorio estable para el mercado de criptomonedas.
En este sentido, existe poca protección legal para los traders de bitcoin, quienes están expuestos a estafas, fraudes y robos cibernéticos. Asimismo, como no todas las autoridades financieras supervisan el comportamiento de este mercado, resulta difícil conseguir compensación o, incluso, declarar impuestos sobre tus actividades.
Se necesita conocimiento y experiencia: Comprar y vender bitcoin es una actividad sencilla, pero convertirlo en tu principal forma de sustento no es tan fácil. Tal y como hemos dicho anteriormente, los traders no ganan siempre. Peor aún, si no conoce el mercado a profundidad, ni sabe cómo analizarlo o crear estrategias, lo más seguro es que pierda dinero.
Los traders tienen que tener mucho conocimiento sobre el activo en el que están invirtiendo para hacer un buen negocio. La experiencia y el conocimiento marcan la diferencia entre hacer «trading» o simplemente apostar a ciegas.
Debido a ello, los operadores más veteranos suelen recomendar que, antes de invertir tu capital en un activo, es mejor investigar sobre el comportamiento de su mercado, las posibilidades de crecimiento, su rentabilidad anual y las características de su red; solo por mencionar algunos elementos.
Minería
La minería es una actividad propia de las redes blockchain que funcionan bajo el esquema de Prueba de Trabajo (PoW), tales como Bitcoin. Por medio de este proceso, la red logra verificar, almacenar y asegurar las transacciones realizadas por los usuarios. A su vez, gracias a su servicio, aquellos usuarios que se dedican a esta labor perciben una recompensa en bitcoins y las comisiones canceladas por los usuarios.
Pros
Ganancias más estables: Los retornos que genera la minería de bitcoin pueden no ser siempre tan jugosos como los del trading, aunque si son por lo general más estables. Existen, claro está, excepciones y temporadas en donde la industria ha llegado a producir hasta 60 millones de dólares diarios. Por cada bloque minado, los mineros reciben una recompensa de 6,25 BTC, la cual solo variará hasta que ocurra otro halving en la red que reduzca este monto a la mitad. Un evento que se registra aproximadamente cada tres años, por lo que se espera que la próxima vez ocurra a mediados del 2024.
Asimismo, los mineros reciben el total de comisiones pagadas por los usuarios para procesar sus transacciones. Es decir, la paga está asegurada si logras minar un bloque. Claro está, tener una máquina ASIC no asegura que puedas ganar dinero inmediatamente. Debido a la alta competitividad de la minería de Bitcoin, se han creado grupo de mineros (pools) que concentran su poder de procesamiento con el objetivo de procesar tantos bloques como puedan.
Cuando un bloque es minado, el pool se encarga de dividir la recompensa entre todos aquellos mineros que participaron. De esta manera, se aseguran de percibir ganancias de forma constante por sus actividades de minería.
Riesgos de inversión controlables: La minería también tiene menos riesgos de inversión que el trading, ya que todos los gastos que hacen sus participantes son planificados y deben ser tomados en cuenta antes de conectar un equipo a la red.
Por ejemplo, para empezar a minar la red de Bitcoin necesita un equipo especializado (ASIC) para procesar transacciones. Asimismo, también se realizan gastos de instalación, mantenimiento y de electricidad. En este sentido, los mineros pueden calcular cuánto dinero tienen que invertir al mes o al año para mantenerse operativos. Además, pueden deducir cuánto necesitan ganar diariamente para reponer su inversión lo más pronto posible y mantenerse rentables.
Es decir, el ingreso de los mineros depende de variables más estables que el trading. Con el mercado de criptomonedas, los operadores suponen que el precio se mantendrá en cierto patrón o cambiará de comportamiento. No obstante, hasta que esto ocurra no se sabe si la operación generará ganancias o pérdidas. En la minería, se necesita más tiempo para poder cubrir la inversión principal, pero las ganancias pueden estar aseguradas si haces bien los cálculos.
La minería aumenta el valor de la red: Aunque no tiene que ver directamente con las ganancias personales, hay que tomar en cuenta que mientras más mineros están conectados a la red de Bitcoin, más valiosa puede llegar a ser esta.
La minería no sirve únicamente para procesar transacciones y confirmar que no se esté haciendo doble pago. Mientras más mineros se encuentren conectados en la red y exista mayor descentralización en esta industria, mayor también es la seguridad que tiene Bitcoin ante ataques de spam o de 51%.
Una red más segura, es también una red más valiosa. Esto, a largo plazo, tiene posibilidades de reflejarse en el precio de bitcoin y su demanda. Por lo que, participar en la minería también es una manera indirecta de contribuir en el valor de la comunidad y el precio de su moneda.
Monedas vírgenes sin trazabilidad: Otra característica beneficiosa de la minería de bitcoin, es que gracias a esta actividad se pueden emitir nuevas monedas a la red. Debido a ello, los bitcoins que reciben los mineros son totalmente vírgenes, no tienen historial de transacciones y no han sido poseídos por otros dueños.
Esto puede ser muy conveniente si no quieres administrar entre tus tenencias activos posiblemente manchados, los cuales provengan de fuentes como estafas, robos o lavado de dinero. Por ejemplo, se dice que algunos BTC cobrados a víctimas del ransomware Ryuk se comercializan libremente en exchanges como Binance, donde los traders suelen hacer sus operaciones diariamente.
Si no deseas tener en tu historial bitcoins que tengan un origen ilícito, la minería de criptomonedas es una opción para mantener tu monedero libre de especulaciones. Por otro lado, si lo que no deseas es que monitoricen tus transacciones y revisen tu historial de intercambios, entonces los BTC recién emitidos son unas monedas sin ninguna información de este tipo.
Contras
Gastos constantes y variación de rentabilidad: Tal y como hemos mencionado anteriormente, la minería no está exenta de gastos. Los mineros deben invertir dinero cada tanto para comprar equipos nuevos, ya que los ASIC tienen un ciclo de vida y pueden quedar obsoletos por la constante demanda y competencia dentro del mismo ecosistema.
De igual manera, la electricidad, la refrigeración de los equipos y el mantenimiento de las instalaciones son gastos recurrentes que deben ser tomados en cuenta si quieren minar de forma óptima. Debido a ello, aunque las ganancias de minar son constantes, los gastos para mantenerse operativo pueden dejar a muchos mineros fuera de juego.
Asimismo, la minería también se puede ver afectada por el comportamiento del mercado y eventos inesperados. Por ejemplo, cuando bitcoin entra en temporada bajista, algunos equipos de minería no producen suficientes ganancias y dejan de ser rentables. Debido a ello, los mineros tienen que tomar la decisión de desconectar sus dispositivos.
Una falla eléctrica, cambio de regulaciones o algún desastre natural que afecte las instalaciones (granjas) puede llegar a ser fatal para los mineros. La introducción de nuevos mineros y equipos ASIC de última generación también dificulta el generar ganancias, porque suelen tener mayor poder de computación y elevan la dificultad de minería, mientras sacan de competencia a aquellos mineros que no están tan actualizados al disminuir su rentabilidad.
Necesidad de experiencia: Toda persona puede aprender a minar, pero hay que ser sinceros. No es un tema sencillo y algunos se pueden sentir abrumados por toda la información que se debe manejar para entender cómo y por qué se mina una red blockchain. O sea, se necesita tiempo, dedicación y paciencia.
Si, además, decides supervisar tus propios equipos de minería, entonces también necesitarás experiencia. Los dispositivos ASIC hacen el trabajo de manera automática, pero es necesario supervisar que estén trabajando en óptimas condiciones. Por ejemplo, los equipos necesitan tener una temperatura exacta y no estar llenos de polvo, por lo que la limpieza y la ventilación es esencial.
La instalación de un minero de criptomonedas también puede ser complicada. Estos equipos pueden hacer mucho ruido, así que las zonas residenciales no son el lugar más idóneo para que operen. De igual manera, son dispositivos que pueden generar mucho calor, así que se necesita de un sistema de refrigeración y vigilancia constante para que no se conviertan en una molestia.
La ubicación del minero es importante: Si los gastos de minería son cruciales para determinar si tus actividades serán rentables o no, también hay que tomar en cuenta que la ubicación del minero hace la diferencia.
Ciertos países y comunidades tienen mejores tarifas de electricidad, por lo que resulta más rentable montar tus equipos o alquilar mineros de granjas ubicadas en estos territorios. Para ahorrar en refrigeración, algunos mineros prefieren instalar sus equipos en zonas muy frías donde solo necesiten un sistema de ventilación.
La regulación del país con respecto a la minería también es crucial a la hora de decidir si es una buena idea dedicarse a la minería. No todos los países tienen leyes que regulen esta actividad, pero algunas naciones son estrictas en cuanto al pago de impuestos, tasas eléctricas especiales o incluso vetan por completo la posibilidad de minar en sus territorios, tal y como ocurre en China.
Conclusión
Al comparar ambas opciones, se puede entrever que el trading es una de las actividades más rentables a corto plazo. Los usuarios que se dedican a comercializar con bitcoin pueden llegar a generar cuantiosas ganancias si su estrategia es exitosa. Asimismo, tampoco necesitan hacer una gran inversión inicial para empezar a operar en el mercado, así que resulta fácil empezar a dedicarse a esta práctica e ir creciendo poco a poco.
No obstante, también hay que tener en cuenta que el trading es una actividad financiera altamente riesgosa, sobre todo para el mercado de activos criptográficos. Así como un trader puede percibir grandes ingresos de sus actividades, también puede perder todo el capital que invirtió si su estrategia falla y no lleva a cabo una buena gestión de riesgo.
Por otro lado, aunque la minería puede tener reveses en su rentabilidad y no genera tantas ganancias como el trading de buenas a primeras, los ingresos que perciben los mineros son más estables que los de un comerciante a largo plazo. Cuando un minero está afiliado a un pool, percibirá un porcentaje de la recompensa dependiendo de cuánto poder computacional se proporcionó para minar dicho bloque.
A pesar de todos estos beneficios, la minería también tiene contratiempos en su rentabilidad cuando existen fluctuaciones de precio o por los gastos de mantenimiento constante. De igual manera, para empezar a minar es necesario comprar un equipo especializado (ASIC) que puede ser muy costoso y endeude al inversor; por lo que al inicio deberá recuperar su inversión antes de percibir propiamente ganancias.