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El auge de las criptomomedas hace que los bancos teman perder control sobre su polรญtica monetaria.
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Solo se han hecho pruebas de concepto de monedas digitales mayoristas de bancos centrales.
En un mercado donde cada dรญa aparecen nuevas criptomonedas, ha surgido una nueva tendencia entre las entidades financieras reguladas que las lleva a incorporar servicios y productos relacionados con los criptoactivos. En este marco de acciรณn los bancos centrales no se han quedado atrรกs y, a lo largo de estos รบltimos dos aรฑos, son varios los anuncios relacionados con este tipo de iniciativas.
El tema vuelve a colocarse en el tapete de la opiniรณn pรบblica esta semana, dada la reciente declaraciรณn de la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, en la cual recomienda la creaciรณn de monedas digitales, como una forma para que los Estados, a travรฉs de los bancos centrales, โsuministren dinero a la economรญa digitalโ.
A partir de los anรกlisis que muchos bancos centrales vienen realizando sobre el tema, la pregunta principal gira en torno a ยฟquรฉ forma adoptarรญan esas criptomonedas y cuรกl serรญa su utilidad? Parte del debate tambiรฉn se centra en si estas monedas deben estar ampliamente disponibles o ser de acceso restringido, ademรกs de los riesgos que implican para el funcionamiento de las instituciones financieras y el manejo de la polรญtica monetaria.
A fin de responder estos y otros cuestionamientos, el Comitรฉ de Pagos e Infraestructuras de Mercado (CPMI) presentรณ un informe este aรฑo, en el cual expone una taxonomรญa sobre el dinero y se centra en analizar las caracterรญsticas de este tipo de activo identificado, desde el aรฑo 2015, como ย monedas digitales de banco central (Central Bank Digital Currencies o CBDC).
Aunque no estรก claro el tรฉrmino y la definiciรณn mรกs adecuadas para este tipo de monedas emitidas por un banco central, el CPMI define a las CBDC como โuna forma digital de dinero del banco central que es diferente de los saldos en las reservas tradicionales o cuentas de liquidaciรณnโ. ย Se conciben asรญ como una forma electrรณnica de dinero, emitida digitalmente por el banco central y destinada a servir como moneda de curso legal.
En ese sentido, los banco centrales evalรบan dos tipos de monedas digitales de banco central, la minorista y la mayorista. La primera es un instrumento de pago de propรณsito general, orientado al consumidor y disponible para todos, que se utilizarรญa en transacciones minoristas. El segundo tipo es un token de liquidaciรณn digital de acceso restringido, usado principalmente para aplicaciones de pago mayorista.
Hasta ahora, las CBDC minoristas no existen en ningรบn lugar del mundo. Se encuentran en una fase de concepciรณn dentro de la mayorรญa de las entidades financieras que han anunciado interรฉs por este tipo de dinero digital.
Por el contrario, las CBDC mayoristas se han concretado a travรฉs de pruebas de concepto para aplicaciones de pagos mayoristas, basadas en la tecnologรญa de contabilidad distribuida (DLT), que algunos bancos centrales han llevado a cabo. Entre los principales ejemplos de las CBDC mayoristas se encuentran el proyecto UBIN de Singapur, y el Proyecto Jasper del Banco de Canadรก. ย
Con UBIN se planea emitir una criptomoneda nacional para todos los bancos afiliados, logrando la digitalizaciรณn del dรณlar de Singapur. Mientras Jasper fue lanzado en 2016 con la meta de facilitar la comprensiรณn de cรณmo la DLT podrรญa transformar el futuro de pagos y sistemas financieros de Canadรก con la emisiรณn del token CADcoin.
Razones que impulsan el interรฉs por monedas digitales
Un equipo de investigadoresdel Fondo Monetario Internacional (FMI) publicรณ este 12 de noviembre un estudio, tituladoย Casting Light on Central Bank Digital Currency. Allรญ se analiza el posible impacto de estas monedas y se seรฑala que el interรฉs de las entidades bancarias por las CBDC responde a diversos fines.
Estos objetivos van desde la bรบsqueda de contrarrestar el decreciente uso de efectivo en economรญas avanzadas y la implementaciรณn de medios de pago alternativos, hasta la bรบsqueda de la inclusiรณn financiera en mercados emergentes y economรญas en desarrollo, donde se pretende llegar a los segmentos no bancarizados de la poblaciรณn a travรฉs de las monedas digitales.
La razรณn principal para las economรญas avanzadas parece estar contrarrestando el crecimiento de las formas privadas de dinero (riesgo operacional y distorsiones del monopolio) y la reducciรณn de costos asociado a la gestiรณn del efectivo (rentabilidad). Por ejemplo, Suecia apunta a aumentar el pago. En mercado emergente el principal interรฉs en el CBDC parece ser fomentar la inclusiรณn financiera al llegar a los segmentos no bancarizados de la poblaciรณn. Sรณlo China cita las distorsiones del monopolio como justificaciรณn.
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En general, los bancos alegan que este tipo de monedas se consideran apropiadas en los casos en que ha disminuido el uso de efectivo entre el pรบblico, asรญ como para apoyar y hacer mรกs eficientes los sistemas de pago, al contar con una herramienta monetaria adicional.
Sin embargo, Galo Nuรฑo, miembro de la Direcciรณn General de Economรญa y Estadรญstica del Banco de Espaรฑa, publicรณ en julio pasado un informe en el cual considera que el interรฉs de los bancos centrales por la emisiรณn de activos digitales no se centra solamente en la sustituciรณn del efectivo por mรฉtodos de pago digitales, pues observa que la cantidad de billetes en circulaciรณn sigue creciendo en la mayorรญa de las economรญas actuales.
En consecuencia, Nuรฑo piensa que el interรฉs de los bancos centrales estarรญa mรกs relacionado con la preocupaciรณn por la posibilidad de que la aceptaciรณn de las criptomonedas termine desplazando al dinero de curso legal, lo cual les harรญa perder el control sobre la transmisiรณn de la polรญtica monetaria a la economรญa real. Algo que, segรบn el analista, es una posibilidad lejana, dado que el criptomercado aรบn no puede equipararse en cantidad al mercado de las monedas fiat.
Sean cuales sean las motivaciones, Benoit Coeure expresa que los anรกlisis realizados por el CMPI indican que la mayorรญa de los bancos centrales evalรบan crear tanto CDBC mayoristas como minoristas.ย Las tendencias apuntan a que el principal interรฉs de los bancos es emitir una CDBC que servirรญa para realizar transacciones de gran valor y de alta prioridad, como transferencias interbancarias, transacciones y servicios de pago relacionados con las remesas transfronterizas.
Planes en aumento pero sin concreciones
Una encuesta efectuada entre julio y septiembre pasado por el Foro Oficial de Instituciones Financieras y Monetarias (OMFIF) e IBM demuestra el alto interรฉs de estas entidades por las monedas digitales. En ese sentido, 38% de las instituciones consultadas estรกn investigando o probando tokens CBDC para el segmento mayorista.
Sobre este tema tambiรฉn se manifestรณ recientemente el presidente del CPMI, Benoit Coeure, quien confirmรณ que el 69% de los bancos centrales estรก actualmente, o pronto lo estarรก, realizando trabajos relacionados con monedas digitales del banco central.
En ese sentido, el equipo de investigadores del Fondo Monetario Internacional menciona algunos de los bancos centrales que han estado considerando los pro y los contra de la emisiรณn de CBDC. Entre ellos cita a los bancos centrales de Australia, Brasil, Bahamas, Canadรก, China, Curazao, Noruega, Filipinas, Ecuador, Dinamarca, Israel, Suiza, Reino Unido, Uruguay y el Banco Central del Caribe Oriental, que representa a las islas caribeรฑas miembros de la Organizaciรณn de Estados del Caribe Oriental. El estudio tambiรฉn recuerda a Singapur, con UBIN, a los Estados Unidos con su plan de una FedCoin, y al Riksbank sueco, que estรก contemplando el e-Krona.
A esta lista se suma el Banco Central de Tailandia, que en agosto pasado anunciรณ sus planes para la emisiรณn de una criptomoneda nacional, un proyecto que busca facilitar los arreglos interbancarios en toda la regiรณn y que se albergarรก en Corda, la blockchain del consorcio R3, para su emisiรณn centralizada. La idea es construir un prototipo de prueba de concepto que permitirรก transferencias internas de fondos en el sistema interbancario del paรญs con una CBDC mayorista, de uso restringido. La iniciativa se denomina Proyecto Inthanon.
Vale recordar que varios de los bancos centrales que habรญan anunciado estos proyectos han decidido no avanzar con los planes, tal como lo hizo este mes el Banco Central de Israel, al recomendar la no emisiรณn de una criptomoneda estatal anclada al nuevo sรฉquel, entre otras razones, por falta de experiencias tangibles previas que demostraran la validez del plan.
Esta misma decisiรณn la tomaron los bancos centrales de Dinamarca, Japรณn, Australia y Nueva Zelanda, quienes respaldaron sus negativas en el hecho de que susย sistemas de pago son eficientes y ofrecen buenas alternativas, ademรกs de concluir que los riesgos son mayores que los beneficios. Una postura que no rechaza del todo emitir monedas digitales en el futuro, pero que parece preferir ponerse a la espera a ver quรฉ sucede con los primeros bancos que emitan una CBDC.
Menciรณn aparte requiere el caso de Ecuador, que en 2015 implementรณ el Sistema de Dinero Electrรณnico (SDE) para canalizar el interรฉs de los ecuatorianos por los criptoactivos. Con ello se creรณ una especie de โcriptomoneda oficialโ que se volviรณ de uso obligatorio. Sin embargo, la โmoneda digitalโ de Ecuador ya cayรณ en desuso.
El informe del FMI explica tambiรฉn que algunos proyectos de criptomonedas minoristas que adelantan varios paรญses no se consideran CBDC en tantoย no sean emitidos bajo la responsabilidad de los bancos centrales. Muchos de ellos se planifican bajo la responsabilidad directa de los gobiernos o algรบn otro ente estatal. Este es el caso del plan de las Islas Marshall, con el token SOV. Igual sucede con el Petro de Venezuela, supuestamente respaldado por productos como el petrรณleo, el diamante y el oro.
ยฟEmitirรกn los bancos centrales sus monedas digitales?
A pesar del auge de proyectos destinados a emitir monedas digitales de bancos centrales, el presidente del Comitรฉ de Pagos e Infraestructuras de Mercado, Benoit Coeure, expresรณ sus dudas sobre la concreciรณn de estos proyectos, por lo menos hasta despuรฉs de la prรณxima dรฉcada. Argumenta esta idea seรฑalando que la mayorรญa de los bancos centrales aรบn se encuentran en una etapa temprana de estudio de las monedas digitales, tanto las minoristas como las mayoristas.
Por su parte, el consejero ejecutivo de BBVA, Josรฉ Manuel Gonzรกlez, opina que los planes se concretarรกn en tanto los esquemas de emisiรณn sean menos disruptivos y de fรกcil implementaciรณn, como ocurre con las CBDC mayoristas. A su juicio, con este sistema se mejorarรญa el mercado interbancario, pero no serรญa de carรกcter universal ni anรณnimo, dadas las propiedades de este tipo de monedas digitales.
Quedan en el aire cuestiones relativas a los riesgos que estas monedas digitales representan para los bancos centrales y las repercusiones de su uso, que han sido la causa de que algunos planes se hayan detenido, tal como ocurriรณ en el caso del Banco Central de Israel. Esta entidad calificรณ a los riesgos tecnolรณgicos y materiales como elevados y manifestรณ temores sobreย las implicaciones de las CBDC en el funcionamiento y la estabilidad del banco central, responsable de llevar adelante la polรญtica monetaria del paรญs. Una posiciรณn semejante tuvieron los bancos centrales deย Japรณn,ย Australia y Nueva Zelandaย al evaluar la opciรณn.
Sobre ello, el espaรฑol Galo Nuรฑo recomendรณ mantener una โespera vigilanteโ antes de seguir esta creciente tendencia en materia de pagos digitales, debido a que, a pesar de los beneficios, existen riesgos que ponderar. Sin embargo, concluye que, al no existir experiencias previas, es difรญcil estimar cuantitativamente los efectos de la emisiรณn de monedas digitales de banco central sobre el sector financiero y el crรฉdito bancario.
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