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Arabia Saudita aceptará el yuan en el comercio de petróleo, desafiando el dominio del dólar.
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China avanza en su estrategia para incrementar el uso del yuan en transacciones globales.
Aunque el dominio del dólar se mantiene firme a nivel mundial, los cambios ponen de relieve que está en marcha un proceso de transformación del sistema financiero global en el que China y su moneda nacional, el yuan, vienen desempeñando un rol importante. Ahora, la nación asiática daría un paso clave sosteniendo nuevos acuerdos con Arabia Saudita.
Como lo señala Bandar Al-khorayef, ministro de Industria y Recursos Minerales de Arabia Saudita, su país está “abierto a nuevas ideas”, incluyendo el uso del yuan en acuerdos comerciales de petróleo.
De lo que habla el alto funcionario es de una adopción más amplia de lo que en China ya están llamando como petroyuan que en sí es la abreviatura del uso del yuan en los acuerdos transfronterizos de petróleo crudo.
El movimiento es estratégico si se toma en cuenta que, en junio pasado, Arabia Saudita decidió no renovar el pacto establecido con Estados Unidos en 1974. Ese acuerdo fue el que contribuyó, en gran medida, para que el dólar se convirtiera en moneda de reserva mundial, tal como lo informó CriptoNoticias anteriormente.
En lo que fue un acontecimiento histórico, en 1974, se instauró el petrodólar como estrategia de Estados Unidos para preservar el dominio del dólar. En ese momento, la administración Nixon estableció un acuerdo con Arabia Saudita para que el país solo vendería petróleo a cambio de dólares estadounidenses. A cambio, EE. UU. comprometió su apoyo militar y la venta de armas a Arabia Saudita. Además, se ofrecieron condiciones preferenciales sobre bonos del Tesoro.
Este acuerdo contribuyó a la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, la cual controlaba el 80% de las reservas mundiales de crudo y canalizaba sus ganancias hacia bonos del Tesoro estadounidense, permitiendo a EE.UU. acumular grandes déficits para financiar programas sociales y el complejo militar-industrial, sin devaluar su moneda.
Ahora en un movimiento estratégico China busca impulsar el alcance del yuan en el comercio internacional en general. Es un plan que quedó en evidencia en 2022 cuando el presidente chino, Xi Jinping, se reunió con los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en Arabia Saudita, para tratar la profundización de los lazos entre su país y los del Golfo.
El primer punto de la agenda, en aquél momento, fue el aumento de los intercambios comerciales entre China y el CCG, y el primero se comprometió a “importar petróleo crudo de manera constante y en grandes cantidades del CCG”, así como a incrementar las importaciones de gas natural.
A partir de entonces celebró una serie de acuerdos, incluyendo a los países miembros de la Organización de la Cooperación de Shanghai (que representan el 40% de la población mundial) para aumentar el comercio entre sí, utilizando sus monedas locales.
En esta primera cumbre China-CCG, el presidente Xi instó a las monarcas del Golfo a “hacer pleno uso de la Bolsa de Gas y Petróleo de Shanghái como plataforma para realizar ventas de petróleo y gas utilizando la moneda china”. Y, posteriormente, a principios de este año, Arabia Saudita sugirió que podría aceptar yuanes chinos en lugar de dólares estadounidenses por el petróleo que vende a China.
Poco tiempo después, el yuan superó al dólar por primera vez en el comercio transfronterizo de China. En 2023, el país asiático procesó un récord de casi USD 600.000 millones en yuanes para cumplir con pagos y recibos transfronterizos.
La desdolarización está a décadas de distancia
Joyce Chang, directora global de investigaciones de JPMorgan, sostiene que aunque el uso de monedas alternativas distintas al dólar está en aumento, se necesita mucho tiempo para una auténtica desdolarización. En ese sentido agrega que “es probable que se necesiten décadas para lograr una erosión significativa del dominio del dólar”.
Chang también afirma que el dominio del dólar está consolidado por factores estructurales como mercados de capital robustos y un sólido Estado de derecho. Sin embargo, advierte que esta transformación que se está dando, impulsada por el deseo de un mayor control e independencia del dólar, es un riesgo subestimado que los inversores deberían monitorear de cerca.
Se observan cambios en las transacciones transfronterizas debido a sanciones contra Rusia y el impulso de China para fortalecer el yuan, lo que está llevando a una mayor diversificación en los mercados de materias primas. Por lo tanto, la analista apunta que si bien la desaparición del dólar puede ser exagerada, el panorama cambiante de las finanzas globales requiere una navegación cuidadosa. Esto debido a que los cambios podrían afectar las estrategias de inversión a largo plazo.