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Al igual que Bitcoin, los economistas de la Escuela Austriaca cuestionan la intervención estatal.
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El aumento de la demanda de un bien escaso como bitcoin es lo que lleva al alza.
«Resulta irónico que bitcoin solo haya alcanzado los 100.000 dólares sobornando a políticos y acostándose con el gobierno. Sin la intervención gubernamental prevista, este hito nunca se habría alcanzado». Esta fue la reacción del economista Peter Schiff, un conocido escéptico de bitcoin (BTC), ante la llegada de la moneda digital a los USD 100.000.
Se trata de una idea que repiten muchos opositores a la moneda digital, para quienes la libertad de mercado que implica el comercio de bitcoin no influyó en el alza de la cotización, pues consideran que todo se debe «al poder cohesivo del Estado”.
Esta creencia incluso ha sido profesada por la Oficina del Tesoro de Estados Unidos, que en un informe para el cuarto trimestre del año llamó la atención sobre lo que denominan «el patrocinio institucional de bitcoin». Se refieren, con ello, al papel fundamental que desempeñan grandes empresas e instituciones financieras en la adopción y crecimiento del mercado de bitcoin.
Alegan que el alcance global logrado por el ecosistema y su revalorización se deben al FOMO (miedo a perderse algo) generado por grandes inversionistas y empresas. Citan, en ese sentido, lo que denominan «el patrocinio institucional de bitcoin».
Como ejemplos, se mencionan las multimillonarias entradas de dinero por los ETF (destacando a la empresa BlackRock) y las inversiones en BTC que hace MicroStrategy. En consecuencia, piensan que el interés de estas y otras grandes empresas ha sido determinante para el reconocimiento global de la moneda digital.
La Escuela Austríaca explica por qué sube bitcoin
Corrientes económicas como la Escuela Austríaca, que se originó en la Viena de finales del siglo XIX, muestran la forma en que estas posturas se alejan de la realidad. Sobre todo, si se toma en cuenta la relación que tienen los postulados de esta corriente con los fundamentos de Bitcoin.
La Escuela Austríaca resalta el papel del mecanismo de precios en la coordinación de la actividad económica. Los precios, según los economistas austriacos, comunican información crucial sobre la escasez y las preferencias de los consumidores.
Se trata de una situación que se hace muy clara en la red de Bitcoin, cuya moneda tiene una emisión limitada y claramente preestablecida en su código. En consecuencia, como bien escaso, lo lógico es que BTC adquiera más valor con el tiempo y la adopción.
De esta forma, tal como ha explicado CriptoNoticias, las ideas centrales de la Escuela Austríaca se centran en cómo el capital, el dinero y las monedas responden a las leyes de la oferta y la demanda como cualquier otro bien.
Como parte de estos fundamentos, se piensa que el precio refleja una realidad de mercado. Esto significa que el valor de un bien o servicio, como por ejemplo BTC, se deriva de la utilidad que los individuos le atribuyen y no del apoyo que ofrezcan gobiernos o empresas, como han comentado los críticos.
Lo dijo así uno de los fundadores de esta corriente económica, Carl Menger, para quien «el dinero no es un invento del Estado. No es el producto de un acto legislativo. Ni siquiera es necesaria la sanción de la autoridad política para su existencia».
Un argumento que va en contra de lo que la mayoría piensa, principalmente porque el dinero es producido por los gobiernos hoy en día. Ha sido así en la mayoría de los lugares del mundo por lo menos en los últimos 100 años, creando la ilusión de que el Estado es la razón de la existencia del dinero.
La postura de Menger fue apoyada por otro representante de esta corriente, Ludwig von Mises, que amplió la teoría sobre el origen del dinero. Buscaba una respuesta a la cuestión de su valor en términos de bienes y servicios.
Mises explicó que es imposible que cualquier cosa reciba simplemente la etiqueta de «dinero» y que, por tanto, obtenga valor. «Tiene que haber algo más en el proceso», pensó Mises, «pues el valor debe surgir de una experiencia de mercado viva».
¿Cómo se aplica esta lección a Bitcoin? El valor subyacente de la red está relacionado con su sistema de pago, que combina una red distribuida, un libro de contabilidad actualizado y verificado para cada transacción. Incluye además la criptografía y un sistema de intercambio entre pares que opera de forma descentralizada e independiente del Estado.
Son estas razones, las que hacen que el valor de la moneda creada por Satoshi Nakamoto no sea algo que un gobierno, empresa o un contrato social pueden conseguir.
En consonancia con las ideas de Mises, BTC también ofrece una experiencia real de mercado con un bien de valor y un servicio que se necesita. Esta es una de las ventajas de Bitcoin. De hecho, si no existiera una red de pagos vinculada a la moneda digital, esta no tendría valor.
Mises hizo dos contribuciones adicionales a la teoría del dinero. Dijo que la banca central no era necesaria y predijo que sería perjudicial para la solidez del dinero. En su ideario, el dinero debe funcionar totalmente al margen del Estado, tal como ocurre con bitcoin.
Eso explica por qué llegó a USD 100.000 y por qué seguirá subiendo, independientemente de su volatilidad. Las propias leyes del mercado lo indican: los bienes escasos generan mayor interés. Y si hay mayor demanda y menor oferta, el valor de los bienes sube.
No solo es el precio, también la libertad
Mises vinculó estrechamente la solidez del dinero con la propia libertad. Un tema que profundizó otro promotor de la corriente austríaca, Friedrich A. Hayek, quien advirtió sobre los peligros de la banca central.
Con esto en mente, apoyó un sistema de dinero privado basado en diversas tecnologías, incluidos índices de cestas de materias primas. Todas estas monedas competirían por el dominio del mercado, como cualquier otro bien. Su meta era llegar a la desnacionalización del dinero y promover la libertad financiera.
Son ideas que lucían descabelladas en el siglo XX, pero que cobraron vida en el siglo XXI con BTC. La tecnología que dio vida a la moneda digital no existía en la época de Hayek, pero ahora es real con Bitcoin. Un sistema monetario basado en una oferta limitada, que opera sin la intervención de los Estados y que no responde a ningún gobierno, tal como aspiran los economistas austríacos.
En términos simples, las cualidades más sorprendentes de la moneda son su potencial como activo digital fácil de intercambiar, costoso de crear, imposible de falsificar y con emisión limitada. En sus 15 años de existencia, viene demostrando sus ventajas sobre la moneda fiduciaria e incluso sobre metales preciosos, ya que es infinitamente divisible y es fácil de transportar.