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La plataforma busca resolver problemas del mundo de la propiedad intelectual.
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IP lidera la subida semanal de precios en el mercado.
El 13 de febrero se lanzó Story Protocol, una red de capa 1 (L1) que busca convertir a la propiedad intelectual en un activo programable y descentralizado, permitiendo que los derechos sobre obras o trabajos se gestionen mediante contratos inteligentes.
El proyecto fue desarrollado por Jason Zhao (exingeniero en Google DeepMind); Seung Yoon Lee (exfundador de Radish Fiction); y Jason Levy (trabajó en Apple y Amazon).
La iniciativa atrajo el interés de grandes firmas de inversión, y en su ronda de financiamiento inicial, Andreessen Horowitz lideró una inversión de más de 140 millones de dólares.
Su objetivo es ofrecer a los usuarios una forma de registrar sus derechos de autor y hacer un seguimiento de su uso por parte de terceros.
Story Protocol opera en la Ethereum Virtual Machine (EVM), una infraestructura que permite ejecutar contratos inteligentes en la red Ethereum.
Como se explica en la Criptopedia, sección educativa de CriptoNoticias, la compatibilidad garantiza que el protocolo pueda aprovechar el ecosistema y la seguridad de Ethereum, lo que facilita la interoperabilidad con otras aplicaciones descentralizadas (dApps) de ese ecosistema.
Para registrar una obra en Story Protocol, el artista o creador debe convertir su contenido en un IP Asset, que funciona como un NFT basado en el estándar ERC-721.
Cada activo queda vinculado a una IP Account, un contrato inteligente que administra permisos, licencias y regalías.
El protocolo, además, permite utilizar su Programmable IP License (Licencia de Propiedad Intelectual Programable, en español) para que el autor determine las reglas sobre el uso de las obras o trabajos a través de los contratos inteligentes. Así, puede definir ciertas cuestiones como: quién puede utilizar la obra y en qué condiciones, si se requiere un pago o regalías por su uso, o si el contenido puede reutilizarse.
De esta forma, un artista que sube una canción o el programador de un modelo de lenguaje de inteligencia artificial (IA) podría generar ingresos a largo plazo si el contenido tiene demanda.
Las ganancias se reciben en IP, el token de gobernanza de Story Protocol, el cual también se usa para pagar tarifas de registro y realizar staking en la red.
Por ejemplo, un desarrollador de un modelo de IA podría otorgar acceso a quienes paguen X cantidad de IP, mientras que un músico podría recibir pagos en IP cada vez que alguien haga un remix de su canción.
Desde el lanzamiento de la red, el precio del activo digital se disparó un 66%, impulsado en gran parte por su inclusión en Binance y Coinbase para el trading de futuros. Este tipo de listados suele generar un fuerte interés en los inversionistas, aumentando la liquidez, visibilidad y demanda del token.
Al momento de la publicación de este artículo, la cotización de IP es de 3,18 dólares.
De acuerdo con su tokenomics, en esta instancia se liberó un total de 250 millones de IP de 1.000 millones de tokens. El resto fue asignado a inversionistas y colaboradores principales.
Es importante aclarar que no tiene un límite de suministro, por lo que es una moneda inflacionaria.
Sin embargo, el 10% de las tarifas de transacción se elimina de la circulación. De esta forma, los desarrolladores del equipo buscan reducir la oferta total del token a lo largo del tiempo (lo que ocurrirá solo si hay suficiente uso de la red).
Los desarrolladores de Story Protocol destacaron que el proyecto busca crear un marco nuevo para la propiedad intelectual. “El sistema de propiedad intelectual tradicional ya no puede seguir el ritmo de la velocidad y la escala de la IA generativa. Los intermediarios centralizados hacen que el intercambio, la concesión de licencias y la monetización de la propiedad intelectual sean opacos, costosos e ineficientes”, explicaron.
De esta forma Story Protocol llega a un nicho donde otras plataformas ya han explorado el uso de la tecnología de las redes de criptomonedas para la gestión de la propiedad intelectual.
Actualmente, hay otras plataformas como IPwe o KODAKOne, que han desarrollado sistemas para proteger patentes o imágenes, respectivamente.
Sin embargo, Story Protocol intenta diferenciarse con un enfoque en la descentralización y programabilidad de los derechos de autor.