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Las blockchains corporativas en Latinoamérica están extendidas como en todo el mundo.
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Para implementarlas, las empresas deben trabajar en conjunto y esto demora la adopción.
«Nosotros empezamos un poco más tarde, pero creo que aprovechamos experiencias y aprendizajes que tuvieron otras geografías», dijo Martin Hagelstrom, graduado en sistemas de información y líder de blockchain en IBM para Latinoamérica. Así se refirió al desarrollo e implementación de las blockchains corporativas en la región.
Sus palabras fueron vertidas en diálogo con CriptoNoticias, al ser entrevistado en el marco del Blockchain Summit Latam, que lo tendrá como orador. Allí, entre el 2 y el 6 de noviembre, 80 participantes expondrán sus conocimientos sobre infraestructura, dApps, finanzas descentralizadas (DeFi), servicios financieros, gobiernos y negocios.
Agregó que Latinoamérica tiene la «ventaja de poder absorber todos los conocimientos de qué funciona y qué no funciona afuera”. Asegura que, en cuanto al uso blockchains corporativas, «no hay una gran diferencia con respecto a otras geografías».
Aun así, explica que, debido a la extensión de Latinoamérica, se ven casos de uso variados y que difieren en cada país. «Brasil tiene un avance enorme con esta tecnología y mucho desarrollo en servicios financieros», dijo Hagelstrom a modo de ejemplo. “Nosotros hemos trabajado con casi todos los bancos y tenemos ejemplos de redes de logística de efectivo, herramientas para evitar fraudes y distintos casos de uso”, agregó.
Señaló también el caso de México, en donde IBM tiene una red con 26 empresas de seguros que utilizan su blockchain permisionada. «Lo que buscan estas empresas es bajar el fraude con las pólizas de seguro para automóviles», explicó.
Por último, se refirió a las compañías en Latinoamérica que emplean otros “servicios blockchain” que brinda IBM. «Tenemos más de 50 puertos y terminales en la región que son parte de Tradelens (solución digitalizada de comercio global), pero también tenemos redes de trazabilidad de alimentos, redes para certificados de matrimonio o nacimiento… es decir, hay distintos casos de uso», afirmó Hagelstrom.
¿Blockhains públicas o privadas?
Hagelstrom no rechaza el valor de las blockchains públicas como lo es, por ejemplo, la de Bitcoin. «No es que hay un tipo de blockchain que es bueno y otro tipo que es malo», explica y agrega: «Yo soy un fanático de las criptomonedas, me encanta, pero resuelven un determinado tipo de problemáticas. Para las empresas, en cambio, las problemáticas son otras».
Este argentino residente en la capital chilena está en permanente contacto con la comunidad bitcoiner de su país. Dice que conoció la criptomoneda en 2012 tras tener un problema con Paypal, pero en aquel entonces le pareció «una pésima idea». El tiempo y el desarrollo del ecosistema de Bitcoin, le hicieron cambiar de opinión.
Al ser consultado sobre los beneficios que brindan a las empresas las blockchains permisionadas, también llamadas privadas, como la de IBM, Hagelstrom señala varios puntos. Uno de ellos es el soporte: «Las empresas no quieren poner un mensaje en un foro en el momento de tener un problema, sino que necesitan un número telefónico».
Señaló también la importancia de la identificación de los participantes: «Si somos un grupo de bancos, para poder hacer transacciones me tengo que identificar. No puede venir alguien e insertar una transacción en esa red que, en realidad, está pensada para esos bancos».
Mencionó también la cuestión de la privacidad de los datos en las blockchains permisionadas: «Cada uno decide quién puede ver los datos propios y eso es importante cuando, por ejemplo, la competencia se encuentra dentro de la misma red. Un proveedor no va a querer que otro proveedor vea cuánto está entregando o a qué precios».
También hizo referencia a los métodos de consenso de la red, a los que califica como «bastante más simples» que en las blockchains públicas. «No necesito hacer prueba de trabajo (PoW) para lograr consenso, sino que tengo otros mecanismos que son más eficientes», explicó y aclaró que no es una crítica a la minería, a la cual considera «una genialidad para coordinar una red de miembros anónimos».
Gracias a formas de consenso que él considera más eficientes, puede lograrse un rendimiento mayor: «Se puede llegar a miles de transacciones por segundo, cosa que, en las blockchains públicas actuales, no es posible».
Para concluir su explicación sobre el tema, volvió a enfatizar en que, según él, «no es que una blockchain sea mucho mejor que la otra, sino que resuelven problemáticas completamente distintas».
Pero Hagelstrom no pensó siempre así. En 2014 y 2015, cuando estaba en proceso de desarrollar su tesis universitaria, el tema de su estudio era, precisamente, las blockchains privadas.
«Inicialmente en mi tesis lo que pensaba transmitir era que no me parecían una buena idea o no les encontraba demasiada utilidad», recuerda. Pero, a medida que fue avanzando en su estudio, cambió por completo su opinión: «Me convencí de lo contrario y entendí que las blockchains privadas atacan a problemas completamente distintos que las blockchains públicas».
¿Las blockchains siguen siendo algo tan prometedor como se pregonaba?
Consultado por CriptoNoticias, Hagelstrom dio su opinión, basada en su experiencia, sobre las posibilidades de uso actual de las blockchains para casos no financieros y la sobrevaloración de la idea de blockchain, que se dio años atrás.
Hagelstrom dijo que, para él «es sano ver la curva de expectativas donde en 2017, blockchain estaba arriba de todo». Actualmente, según explicó, está en una etapa más sana. «Lo que no tiene que pasar es que esto sea una tecnología en busca de un problema», agregó.
“Para otros problemas hay otras tecnologías que son más eficientes. Pero, más allá de los casos de uso de servicios financieros, nosotros en lo que son cadenas de suministros tenemos muchísimos casos de uso. Yo creo que ahí ésta es una tecnología ideal. Hay múltiples actores y es muy complejo tener transparencia de todo lo que pasa en una cadena de suministro, entonces esta tecnología soluciona un problema, sobre todo de gobernanza.”
Martín Hagelstrom, líder de blockchain en IBM para Latinoamérica.
Mencionó particularmente a IBM Food Trust, una red de trazabilidad de alimentos. «No solo tiene actores grandes como Walmart, Carrefour o Nestlé sino también productores de fruta en Chile, productores de aceite de oliva en Argentina y productores de camarones en Ecuador, entre otros». Tras dar esos ejemplos, volvió a mencionar que «para todo lo que tenga que ver con cadenas de suministro, es una tecnología que aporta muchísimo».
«A veces decimos ‘solución basada en blockchain’, pero también podríamos decir que tiene otros componentes», señaló Hagelstrom para ejemplificar el sobre-uso que a veces se le da al término “blockchain”. «Normalmente una arquitectura está conformada por varios componentes», agregó.
Nombró el caso de los clientes que utilizan Watson (servicio de inteligencia artificial de IBM) para evaluar contratos previamente digitalizados, que luego son compartidos entre distintos actores. «Es una combinación de tecnologías en donde cada tecnología hace lo que debe hacer».
¿Qué pasa si hay un actor malicioso en la cadena?
Durante el transcurso de la charla con CriptoNoticias, surgió la pregunta sobre la posibilidad de que alguien ingrese información que no sea verídica en la blockchain, específicamente en lo que respecta a trazabilidad.
Hagelstrom no negó ese problema, pero señaló que actualmente «las empresas tienen problemas aún más graves». Agregó que «la regulación normalmente lo que les exige en una cadena de suministro es que cada actor conozca la información del eslabón anterior y del eslabón siguiente, pero no toda la cadena. Entonces, el primer problema que resuelve esta tecnología es tener transparencia de punta a punta».
Existe, además, lo que se denomina “separación de responsabilidades”. «Hay distintos actores que van insertando datos y cada actor va validando los datos del otro. Entonces, si alguien dice que envió una determinada cantidad de alimentos de un eslabón a otro, el transportista al que le pagan por transportar esos alimentos, también va a decir cuántos recibió y cuántos entregó”. Así, según explicó Hagelstrom «hay distintos actores que van cargando datos de distintas formas y van validando los datos anteriores».
«¿Pueden coludir entre todos y decir “cambiemos un dato” todos juntos?», se preguntó Hagelstrom para responderse él mismo: «Probablemente sí, se puede, pero justamente ellos lo que quieren es tener eficiencia en esa cadena».
También, según explicó, es posible automatizar la entrada de algunos datos para que así no dependan del factor humano. «Existen distintas cosas que se pueden hacer para mitigar el riesgo», agregó.
«Hay un cambio de filosofía que es necesario hacer»
Tras mencionar los múltiples beneficios que él ve en este tipo de herramientas, CriptoNoticias le consultó a Hagelstrom cuáles son las razones para que no haya aun una adopción masiva. Su respuesta giró alrededor del desconocimiento que hay sobre esta tecnología y la necesidad de que las empresas trabajen en conjunto con su ecosistema.
“El punto que yo creo que es el que la hace una tecnología más lenta de implementar es que no la implementa una empresa sola. Lo que busca es resolver algo en una red de empresas, en un grupo de organizaciones y para eso hay que ponerse de acuerdo. Normalmente las empresas diseñan sistemas para ellas mismas y, en este caso, es distinto.”
Martín Hagelstrom, líder de blockchain en IBM para Latinoamérica.
Para terminar, Hagelstrom sostuvo que «cuando la red está bien planteada y otorga beneficios e incentivos para todos, la adopción también pasa a ser muy rápida». Ahí, según él, está uno de los grandes desafíos: «Diseñar estas redes para que tengan los incentivos que provoquen la adopción y no mueran en las pruebas de concepto».