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Hay riesgos sistémicos relacionados al re-staking de Ethereum.
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Vitalik Buterin, cocreador de Ethereum, ha hecho advertencias sobre este tema.
Una tendencia crece entre inversionistas, principalmente en aquellos que se enfocan en ether (ETH), criptomoneda de la red Ethereum. Se trata del re-staking.
Tal como CriptoNoticias lo ha explicado en anteriores publicaciones, el re-staking consiste, básicamente, en reutilizar los tokens que se reciben como comprobante de depósito en plataformas de staking líquido de Ethereum.
La forma de reutilizar estos tokens es, por ejemplo, emplearlos como colateral para solicitar un préstamo en alguna plataforma de finanzas descentralizadas (DeFi) con el cual realizar una nueva inversión de staking. El objetivo, en última instancia, es maximizar los rendimientos del staking inicial.
Coinbase, el segundo exchange de criptomonedas con mayor volumen de comercio en la actualidad (el primero es Binance) ha elaborado un informe sobre el re-staking de Ethereum.
Allí se destaca la dominancia de EigenLayer en esa industria, protocolo que —a solo 10 meses de su lanzamiento— se ha convertido en el segundo más grande de las finanzas descentralizadas, con 12.400 millones de dólares en valor depositado.
Explica Coinbase que «EigenLayer permite a los validadores ganar recompensas adicionales asegurando servicios validados activamente (AVS) mediante el re-staking de su ETH previamente en staking. Los intermediarios en forma de protocolos de re-staking líquido están volviéndose consecuentemente más presentes también, impulsando la proliferación de tokens de re-staking líquido (LRT)».
Estos servicios AVS son componentes adicionales en la infraestructura de Ethereum que pueden ser asegurados mediante el proceso de re-staking, esencialmente representando una nueva capa de utilidad y funcionalidad para los tokens que se entregan como comprobantes por hacer staking.
Los AVS son diversos tipos de servicios y aplicaciones descentralizadas que requieren de seguridad adicional y validación activa. Esto podría incluir desde capas de disponibilidad de datos hasta oráculos y puentes entre cadenas, cada uno ofreciendo funcionalidades que complementan o mejoran la infraestructura existente de Ethereum.
De acuerdo con el informe de Coinbase, el surgimiento del re-staking era algo inevitable. Y será algo que crezca cada vez más, a medida que disminuyan las recompensas por hacer staking «normal» de Ethereum (esas recompensas son actualmente cercanas al 4% anual).
Sin embargo, dice la empresa, «no hay almuerzo gratis». Es cierto que el re-staking permite incrementar en gran manera las ganancias de inversionistas. Pero, también existen riesgos asociados que deben ser tenidos en cuenta.
Por ejemplo, se explica que «el re-staking puede estar sujeto a incautaciones o penalizaciones por slashing, similar al staking tradicional». Recordemos que los validadores de Ethereum que no cumplen con su tarea o realizan alguna acción malintencionada son penalizados. La sanción es la quita de una parte (o la totalidad) de los ETH en staking, lo que se denomina «slashing». Si un pool de staking sufre slashing, eso terminaría afectando, como un efecto dominó, a los inversionistas de servicios de re-staking.
Otro riesgo que menciona Coinbase es la presión de venta de los tokens (que no sean ETH) que se otorguen como recompensa dentro del proceso de staking líquido o re-staking. Estos tokens frecuentemente necesitan ser convertidos a ETH, que es más líquido y ampliamente aceptado. De ese modo, se ejerce una venta continua de ese activo digital en el mercado, lo que podría impactar en su cotización desestabilizando a esa moneda digital. Debido a que hay una cadena de operaciones dentro del re-staking, si eso ocurriera, podría afectar al usuario final (el inversionista que emplea servicios de re-staking) que se vería desfavorecido y no recibiría la ganancia esperada.
No lo menciona Coinbase en su informe, pero también existen riesgos de seguridad involucrados. El re-staking implica el uso de diversos protocolos DeFi. Y bien se sabe que los hackeos son un riesgo siempre presente en el mundo de las finanzas descentralizadas. Si uno de estos protocolos fuera vulnerado, podría provocar una cadena de liquidaciones, fondos bloqueados, penalizaciones involuntarias, etcétera, que sería enormemente perjudicial. Dependiendo de la magnitud del hecho, podría incluso terminar afectando a Ethereum como ecosistema. Como puede verse, el riesgo sistémico es elevado.
El propio Vitalik Buterin, que de Ethereum sabe y mucho, es consciente de los riesgos sistémicos del re-staking. Señala Coinbase lo siguiente:
«Bajo ciertos escenarios, un gran fallo en el mecanismo de re-staking podría amenazar el protocolo de consenso subyacente de Ethereum, como destacó el cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin. Si la cantidad de ETH depositado en re-staking es suficientemente grande en relación con todo el ETH en staking, podría haber incentivos económicos para hacer cumplir una decisión incorrecta que podría llevar a la desestabilización de la red».
Coinbase, exchange de bitcoin y criptomonedas.
A pesar de todo esto, es indudable que el re-staking llegó para quedarse. Siendo que la censura o la prohibición no es una alternativa viable (o no debería serlo, a menos que se quiera un nuevo fork al estilo «The DAO») habrá que pensar en otras soluciones que al menos mitiguen los riesgos, para que Ethereum se perciba como un entorno seguro que siga atrayendo capital.