Hechos clave:
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Es posible acordar la compra y venta de información personal a través de un contrato inteligente.
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Un usuario promedio puede ganar USD 240 anuales por vender sus datos.
Desde principios de 2018, la plataforma Wibson comenzó a crear un mercado de datos personales descentralizado, basado en la cadena de bloques de Ethereum, mediante el cual se proporciona al público infraestructura e incentivos financieros para que puedan vender de forma segura sus datos personales.
La idea es desafiar los principios actuales para beneficiar a los verdaderos propietarios de datos: los usuarios, según cuenta a CriptoNoticias el fundador y CEO de esta startup, el argentino Matías Travizano. Agrega que con esta meta lanzaron una plataforma donde las personas pueden obtener recompensas vendiendo por sí mismas su información. De esta forma, se busca que sean ellas quienes decidan a quien entregar sus datos y logren las ganancias que se merecen.
La inteligencia artificial pronto será un elemento central de cómo funcionan muchas cosas en el mundo y los datos son los que respaldarán estos sistemas y generarán valor. Las personas son dueñas de estos datos, pero hoy en día ellas no tienen participación en las ganancias que su propia información personal genera.
Matías Travizano
Al consultar al joven empresario sobre la disposición del público a vender su información, expresa que la reacción es muy positiva. Hasta ahora han vendido casi 100.000 datos con la aplicación de Wibson, descargable en iOS y Android.
Una vez que se activa, la App se conecta con las cuentas del usuario en redes sociales, el GPS del móvil o cualquier fuente de datos personales. De esta forma, la información se encripta en los teléfonos móviles y la persona empieza a recibir ofertas de empresas compradoras de datos. Los participantes tienen la opción de aceptar o no las ofertas y elegir a quien vender.
Cuando se confirma una transacción, los consumidores reciben el pago por compartir su información a través del token nativo de Wibson, Wibcoin, intercambiable en tres casas de cambio: Coinsuper, BitForex y Bittrex. El procedimiento se basa en un acuerdo donde se asienta el detalle del uso que se le dará a los datos y el pago que recibirá la persona.
Rol de blockchain y contratos inteligentes
Es justo en el proceso de establecimiento de un acuerdo entre vendedor y comprador donde entra la tecnología de Ethereum. Las pautas de negociación entre los vendedores y compradores de datos se codifican en un contrato inteligente.
Esta cadena de bloques se eligió debido a su madurez dentro del ecosistema, junto a la robusta comunidad que poseía al momento de construir el proyecto, según relata el CEO de Wibson. Otras redes, que actualmente tienen mayor desarrollo, como EOS o TRON estaban más inmaduras o en su fase alfa para ese momento.
En ese sentido, la empresa no tienen ningún control sobre los contratos inteligentes, el token, las ofertas o las transacciones. Por ello, la confianza se traslada a la red.
La blockchain de Ethereum aporta la transparencia necesaria para que pueda existir un mercado de información personal confiable. Blockchain nos garantiza los valores que queremos impulsar para con los datos de las personas: transparencia, imparcialidad y el control del individuo sobre el uso de sus datos.
Es esta transparencia que ofrece blockchain lo que les da confianza a los usuarios para vender sus datos personales, apunta Travizano, acotando que la empresa no tiene acceso a los datos, ni almacena la información. Cada oferta que el usuario acepta puede revisarse en la cadena de bloques. Allí es donde se registra el valor de los datos y la información sobre el comprador, junto a las bases y condiciones firmadas por ambas partes.
Un tercer elemento que se incorpora al proceso es la figura de los notarios. Se trata de organizaciones que pueden verificar y validar la autenticidad y precisión de los datos personales, quienes también sirven de árbitros en las disputas que puedan surgir.
¿Contrario a la privacidad?
Dado que en el mundo de las criptomonedas la privacidad es un valor preciado, preguntamos al creador de la App de Wibson sobre este tema. Qué podría motivar a un usuario de criptoactivos a vender sus datos, si, por el contrario, la filosofía que subyace al ecosistema busca mayor privacidad. A ello responde que es este deseo de tener el control de la propia información el que brinda al usuario el poder elegir entre vender o no.
A partir de la experiencia adquirida, Travizano observa que la disposición de los usuarios a vender sus datos personales se debe a que no desean que surja un nuevo “gigante”, que utilice de forma no transparente su información. También, quieren saber qué están haciendo con sus datos, qué empresas los están usando y con qué motivo. «En definitiva, necesitan ser conscientes y tener el derecho sobre su información».
Se aspira además que, gracias al uso de la cadena de bloques, no ocurra ninguna filtración de datos que afecte la privacidad. Un hecho que tendría graves implicaciones legales y repercutiría de manera muy negativa para los compradores. Un claro ejemplo de esto es lo que sucedió recientemente con British Airways, que enfrenta una multa récord por más de 200 millones de euros, luego de que robaran los datos de sus clientes, recuerda Travizano.
El precio de los datos
¿Cuánto puede ganar una persona al vender sus datos? A pesar de que es un mercado relativamente nuevo, un estudio publicado por la startup determinó que es posible percibir más de USD 240 por año al monetizar información personal. Aunque la cantidad podría considerarse baja en comparación con los ingresos que obtienen las grandes plataformas.
En relación a la cantidad de dinero que mueve la industria, el negocio de los datos genera miles de millones de dólares en todo el mundo. En 2017 solo Facebook generó casi USD 27 mil millones en ingresos. ¿Es una ecuación justa para los usuarios que generaron todos esos datos? Yo creo que no.
En cuanto a la información monetizable, los datos se clasifican en dos tipos: los de redes sociales y aplicaciones (Facebook, LinkedIn, Google y otras Apps), y datos que el mismo usuario genera con el uso de su teléfono celular, como geolocalización e información del dispositivo. Entre el gran volumen de datos que esto puede producir, los registros financieros de las personas son unos de los más valorados.
Los usuarios toman el control
Se espera que las ganancias que se obtienen por vender sus datos personales, se incrementen a medida que aumente la demanda y se sumen más participantes. Para el CEO de Wibson, el valor que esta información representa para una creciente cantidad de organizaciones, está haciendo que el precio suba. Mientras, más personas se hacen conscientes de ese valor y buscan alternativas para proteger sus derechos.
En este proceso, influye la crisis de credibilidad de muchas de las plataformas que mal utilizan los datos. Por eso, las empresas están cada vez más dispuestas a pagar directamente a los usuarios. «Buscan datos validados, que cumplan con las regulaciones vigentes», dice Travizano.
Al mismo tiempo, las regulaciones que protegen a los usuarios, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR por sus siglas en inglés), están obligando a las corporaciones a replantearse cómo manejan u obtienen los datos de los usuarios.