Hechos clave:
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Los estafadores usaban contratos inteligentes y un supuesto protocolo DeFi para operar.
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La SEC ordena pagar un resarcimiento de USD 12,8 millones. Ya habían devuelto el dinero robado.
La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) inició acciones legales por una estafa por más de USD 30 millones relacionada a un negocio con finanzas descentralizadas (DeFi). Finalmente, los delincuentes acordaron pagar una multa y compensar a los damnificados.
La compañía a la que la SEC investigó estaba radicada en las Islas Caimán y se llamaba Blockchain Credit Partners, impulsora del “protocolo de finanzas descentralizadas” DeFi Money Market (DMM). Los titulares de esta firma, dos individuos con residencia en Florida, Gregory Keough y Derek Acree, fueron acusados de vender títulos de valores sin autorización y de dar información falsa a los inversionistas.
Según detalla la propia agencia gubernamental en un comunicado, se trata del “primer caso” en el que acciona contra una actividad basada en valores usando la tecnología de las finanzas descentralizadas.
“El etiquetado de la oferta como descentralizada y de los valores como tokens de gobernanza no nos impidió asegurarnos de que DeFi Money Market sea cerrada inmediatamente y que se devuelvan los fondos a sus inversionistas”, aseguró Gurbir Grewal, director de la División de cumplimiento legal de la SEC.
El delito informado por el organismo fue la “venta sin registro de valores por más de USD 30 millones”. Esta oferta no autorizada de sus servicios se produjo entre febrero de 2020 y el mismo mes de 2021. Para ello, detalla el ente, se usaron contratos inteligentes y otros recursos de las denominadas finanzas descentralizadas, aunque no se aclara cuáles. Además, los hombres en cuestión fueron acusados de engañar a sus inversionistas en relación con las operaciones y la rentabilidad de la DeFi DMM.
Pese a que no admitieron ni negaron haber cometido estos delitos, los acusados aceptaron una orden de cese y desista, con la que se comprometieron a detener sus actividades y no retomarlas en el futuro. Asimismo, pagarán un resarcimiento total de USD 12,8 millones y una multa individual de USD 125.000. Según la SEC, los fondos de los inversionistas ya habían sido devueltos a través de los contratos inteligentes antes de la emisión de la orden de aplicación.
Cómo se orquestó la estafa DeFi
Concretamente, la SEC informa que Keough y Acree vendieron dos tokens digitales: mTokens (de DMM), que se podían comprar a través de “ciertos activos digitales” con un interés del 6,25%; y los tokens de gobernanza DMG, los cuales “daban a los acreedores ciertos derechos de voto, acciones de las ganancias y la capacidad de rentabilizar la reventa de los tokens DMG en el mercado secundario”, explican.
A partir de los fondos recaudados con la venta de estos tokens, los estafadores prometían comprar activos en el mundo real para obtener ganancias y así pagar los intereses a los inversionistas. Sin embargo, detalla la SEC, la volatilidad de los activos digitales generaba el riesgo de que las ganancias producidas por los activos “del mundo real” no fueran suficientes para cubrir las inversiones recibidas.
Al descubrir esta traba en sus operaciones, los acusados brindaron información falsa a sus inversionistas para convencerlos de su idea. Por ejemplo, se explica que los estafadores afirmaron que DeFi Money Market había adquirido préstamos para automóviles que se exhibían en su sitio web, pese a que esto no era así.
La proliferación de las plataformas de finanzas descentralizadas a partir de 2020 las ha convertido en un terreno fértil para este tipo de estafas. Ante este peligro, lo más recomendable es operar solo con protocolos ampliamente probados y con una reputación considerable, como explicó uno de los responsables del soporte técnico de la plataforma de DeFi Aave en el podcast de CriptoNoticias en octubre del año pasado.