La Autoridad de Servicios Financieros (FSA) de Japón está intentando que las casas de cambio que hacen vida en su país dejen de trabajar con Monero, Zcash y Dash, tres monedas abocadas a la privacidad que, según este ente regulatorio, “favorecen a los criminales”.
Fuentes cercanas a la FSA aseguran que el organismo está tomando medidas para “desalentar” el uso de altcoins que se han convertido en mecanismos atractivos para los cibercriminales y el lavado de dinero, según Forbes. Una medida vinculada con la complejidad o imposibilidad de identificar los participantes de una transacción con criptomonedas privadas como monero (XMR).
La postura del gobierno japonés está alineada con la investigación realizada por la Europol y la Policía de Londres el pasado mes de febrero; proceso en el que ambas organizaciones establecieron que la anonimidad de monero (XMR), dash (DASH) y zcash (ZEC) era “ideal” para el lavado de dinero, por ser capaz de enmascarar la información del usuario real detrás de la transacción.
Hay que tener en cuenta que las blockchain de las criptomonedas privadas, como las tres mencionadas, funcionan de forma tal que es prácticamente imposible identificar el emisor o receptor de los fondos que se manejan en la cadena. Esto brinda altos niveles de privacidad a los usuarios, pero a su vez las hace atractivas para la realización de pagos rápidos y anónimos para compra de armas ilegales, tráfico de drogas, lavado de dinero, financiamiento al terrorismo e incluso, evasión de impuestos, según investigó Europol. Un panorama al que también hay que sumarle la creciente cantidad de cibercriminales que utilizan esta criptomonedas privadas como método de pago de rescates, tras ataques con ransomware.
La utilización de las criptomonedas privadas para fines ilícitos tiene efectos negativos para todo el ecosistema, principalmente para las casas de cambio que avanzan internacionalmente hacia la regulación. Pues, si el estado considera que estas monedas digitales permiten actividades ilícitas, las compañías de intercambio reguladas deberán ceñirse a las directrices de los organismos financieros y eventualmente eliminar el comercio de estas altcoins.
Un ejemplo de ello fue la casa de cambio japonesa Coincheck, quienes desde el pasado mes de marzo no comercian DASH, XMR o ZEC por ser monedas “difíciles de rastrear”. Una medida tomada para “tener mejores estándares de seguridad”, durante un proceso de revisión por parte de la FSA, tras el hackeo que sufrió la plataforma el pasado mes de enero.
El lado oscuro de las criptomonedas
El uso de las criptomonedas para financiar actividades ilícitas es un problema que encaran las iniciativas regulatorias actualmente con Monero, Dash y Zcash, pero que hace casi 6 años enfrentaron con Bitcoin y el SilkRoad.
Al igual que en aquella oportunidad, y con el financiamiento de actividades ilícitas con cualquier tipo de moneda, las medidas no pueden estar limitadas a la herramienta de pago adoptada por los criminales, pues ese no es el problema real. En especial si consideramos que el dinero fiduciario promovido por la banca tradicional también es utilizado en actividades ilegales.
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