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El organismo internacional ve la descentralización de las criptomonedas como un riesgo.
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El GAFI recomienda regular las stablecoins con estándares que aplica al resto de las criptomonedas.
En un informe presentado ante el Grupo de los 20 (G20), el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) prevé que en los próximos años habrá una adopción masiva de criptomonedas ancladas o stablecoins.
Sin embargo, también piensa que esta adopción podría poner en riesgo la seguridad financiera, si las stablecoins también son usadas para el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo (ALD/CFT).
El reporte de este grupo internacional sobre las stablecoins, titulado «Informe del GAFI al G20, ministros de hacienda y gobernadores de banco central sobre las llamadas criptomonedas estables», fue publicado este 7 de julio. Representa una respuesta del GAFI a una petición realizada por el G20 en octubre de 2019, mediante la cual le solicitó una evaluación sobre este tipo de criptomonedas.
Los resultados de la evaluación establecen que las criptomonedas ancladas, caracterizadas por mantener un precio más o menos estable anclado a una moneda fíat o a otro activo, pueden ser reguladas con los mismos estándares que se aplican al resto de las criptomonedas.
Se refieren con ello a un conjunto de recomendaciones aprobadas a mitad del año pasado, donde se orienta a los miembros (incluyendo a países de Latinoamérica) acerca de la regulación de las casas de cambio.
De acuerdo a estas normas, las plataformas de intercambio de criptomonedas deben compartir con las autoridades información personal de sus clientes. Una exigencia que siempre ha sido mal recibida en el ecosistema, que ve en ella una amenaza en contra la privacidad de los usuarios.
La recomendación del GAFI deriva de la identificación de tres riesgos «particularmente residuales aplicables a las stablecoins», según se comenta en el informe. Mencionan así el riesgo del anonimato (o seudoanonimato) de las transacciones con stablecoins, la falta de control legal sobre las posibles actividades delictivas que se pueden ejecutar con estas criptomonedas y su funcionamiento global y descentralizado, independiente de gobiernos y autoridades.
A pesar de lo anterior, se reconocen las ventajas de las stablecoins, como una tecnología innovadora con importantes beneficios para los usuarios. De esta forma, se ve en ellas el potencial de estimular la innovación y la eficiencia, además de mejorar la inclusión financiera. Justamente por esta razón, piensan que los niveles de adopción de estas monedas podrían incrementarse en los próximos años.
El hecho de que sirvan como mecanismo para resguardo de valor, ante la volatilidad de las criptomonedas, las puede tornar de gran interés para el público, acotan. De ahí el temor de que también sirvan a los intereses de la delincuencia organizada.
Por ello, ya en junio de este año el GAFI había sentenciado que las directrices «conoce a tu cliente» (KYC), que deben cumplir las casas de cambio para evitar el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, también son aplicables a las criptomonedas ancladas o stablecoins. A través de un reporte previo, presentado hace una semana durante su reunión anual, el organismo advertía a los miembros que la adopción masiva de stablecoins podía ser peligrosa para la seguridad financiera.
Un llamado a aplicar las normas
El informe del GAFI es el resultado de una revisión de 12 meses, en los cuales se cotejaron las características de las stablecoins con los estándares preexistentes en materia de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.
Se evaluaron así las normas ya elaboradas por el organismo, analizando nuevamente su aplicación a los servicios que ofrecen las plataformas de intercambio de criptomonedas.
A partir de esta revisión, concluyen que el primer paso «para garantizar una respuesta global efectiva ante el riesgo que representan las stablecoins y las criptomonedas», es que las normas se transpongan a las legislaciones nacionales y se pongan en práctica. Algo que ya viene ocurriendo en los países de la Unión Europea –entre ellos España-, con la transposición de la Quinta Directiva contra el blanqueo de capitales, según preceptos escritos por el Parlamento Europeo con base en estas normas del GAFI.
El organismo internacional también hace un nuevo llamado para que los países del G20, como principal espacio de deliberación política y económica del mundo, implementen estas normas con carácter prioritario.
Cabe añadir que, con la mira puesta en aplicar a las criptomonedas este nuevo estándar para combatir el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo, Alemania acaba de asumir la presidencia del GAFI. Según la información publicada por CriptoNoticias, para Marcus Pleyer, ejecutivo alemán que estará al mando de la organización para el período 2020-2022, la transformación digital de los servicios financieros será el eje de acción en los años venideros.