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El Banco Central y grandes empresas promueven pagos digitales mediante aplicaciones móviles.
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El dinero en efectivo es un «enemigo común», según expresidente del Banco Central.
Con el argumento de reducir los costos de la emisión y el empleo del dinero en efectivo, el Banco Central de Argentina (BCRA) e importantes empresas del país alientan el crecimiento de aplicaciones móviles para pagos.
El hecho fue mencionado durante dos charlas organizadas días atrás por el Diario Clarín bajo el título «El mundo que viene: pagar sin tocar el dinero». Allí participaron María Paula Arregui (MercadoPago), Pierpaolo Barbieri (Ualá), Ignacio Giménez Zapiola (Bimo), Javier Cesari (Fiserv), Federico Cofman (Payway), Eduardo Hecker (Banco Nación), Brian Anthony (Banco Macro), Gabriela Saavedra (KPMG) y Sandra Yachelini (PAE).
Desde el ámbito empresarial, la idea de limitar el uso del dinero en efectivo fue defendida por Yachelini. La ejecutiva de Pan American Energy, compañía productora de hidrocarburos dice que, en estaciones de servicio, «el 46% de las operaciones todavía se efectúan en efectivo». El manejo de los billetes, según la ingeniera, representa «el segundo costo más importante después del personal».
Durante los diálogos, se mencionaron estadísticas de la Cámara Argentina de Fintech. Esta entidad sostiene que existen 14 millones de CVU (cuentas virtuales) creadas en el país sudamericano, cuya población es de 45 millones de personas. De todos modos, los números muestran que el uso que se le da a estos monederos digitales de dinero fíat es reducido. «La informalidad en torno al efectivo es común en todos los países de la región», dice Cesari.
De acuerdo con Barbieri, fundador del monedero Ualá, el poco uso de estos métodos de pago no se trata de una cuestión cultural ni de hábitos, sino a la falta de incentivos para los usuarios. «Si no apostamos a la competencia honesta, abierta e interoperable, promovemos el status quo, que es el efectivo», dijo el empresario. Añade que, entre los incentivos, podría encontrarse la eliminación de impuestos a las transacciones digitales de montos pequeños.
Giménez Zapiola, de Bimo, está de acuerdo con Barbieri y añade que, según él, el sector privado también puede aportar a la creación de estos incentivos: «la gente valora los descuentos y las rebajas, eso ya está impregnado en el ADN de los argentinos».
El representante del sector bancario estatal en el panel, Eduardo Hecker, mencionó que, aunque el Estado intenta priorizar el uso de cuentas bancarias digitales para el pago de subsidios, por ejemplo, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la gente, de forma mayoritaria, retira el dinero en efectivo por los cajeros.
Banco Central de Argentina: «el efectivo es el enemigo»
Por parte del Banco Central de Argentina, a finales del año pasado se presentó el protocolo «Transferencias 3.0» que conecta a las diferentes aplicaciones de pago para todas ellas sean interoperables.
Con el lanzamiento de este sistema, CriptoNoticias reportó que el por entonces presidente del BCRA, Carlos Houtbeigt, había calificado al dinero en efectivo como «el enemigo común».
Desde ciertos sectores comprometidos con la privacidad financiera se manifestaron en contra de estos dichos. Entre ellos, el abogado Camilo Jorajuría de León quien escribió en esa ocasión: «el deseo de los reguladores, locales y a nivel mundial, es el modelo chino. Máximo control de la población con cero privacidad».
Es que los métodos de pago digitales ligan a las personas con un historial de transacciones. Lo que puede ser conveniente para rastrear casos de financiamiento de actividades ilícitas es considerado, por algunas personas, como una vulneración al derecho a la privacidad y podría ser empleado con otros fines por parte de los gobiernos.
Además, de acuerdo con la consultora Decisio, «asumir que el solo hecho de digitalizar los pagos redundará en una baja utilización del efectivo, puede ser un error; por el contrario, puede contribuir con la etapa de estratificación componente de un proceso de lavado de activos».
«Sin duda disminuir el uso de efectivo para las transacciones comunes contribuirá a minimizar los riesgos de lavado de activos. Sin embargo, no puede obviarse el hecho de que tanto las billeteras virtuales como las tarjetas prepagas, constituyen vehículos aptos para la comisión de dichos delitos. Las tipologías regionales dan cuenta de esta realidad. (…) Recordemos que una de las formas de ingresar dinero en estos instrumentos es a través de cargas de dinero en efectivo en empresas de recaudación»
Decisio, empresa consultora.
Lucha contra el dinero en efectivo en el mundo
Argentina no es un caso aislado y propuestas para limitar o eliminar el uso de dinero en efectivo, han sido planteadas en diferentes partes del mundo con los mismos argumentos en todos los casos.
Una de las naciones más avanzadas en esta lucha contra el dinero en efectivo es China. Su yuan digital, que aún se encuentra en fase de pruebas, podría sustituir por completo a los billetes en el mediano o largo plazo. Se trata de un sistema de pagos centralizado, controlado por una entidad gubernamental y en el que, según declaraciones del director del Banco Central de la nación asiática, «la privacidad no es posible».
También la Unión Europea tiene planes de lanzar un euro digital. Sobre el tema, el miembro de la Junta Directiva del Banco de Europa, Fabio Panetta, dijo días atrás que rastrear todos los pagos es importante «porque hay problemas en materia de blanqueo de capitales, financiación del terrorismo y evasión fiscal».