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El yuan digital requiere más datos privados de quienes realizan grandes transacciones.
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Asegura que la CBDC es la más privada entre las plataformas de pago actualmente disponibles.
Con el objetivo de cumplir con normativas internacionales contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, no está permitido que las monedas digitales de banco central (CBDC), sean completamente anónimas. Así lo señaló Mu Changchun, director del Instituto de Investigación de Monedas Digitales del Banco Popular de China, al explicar detalles sobre la privacidad relacionada con el yuan digital.
Durante su participación en el Foro de Desarrollo de China, celebrado el sábado 20 de marzo, el funcionario dijo que el yuan digital responde a un diseño de «anonimato controlable». Con ello quiso decir que la CBDC no enfatiza en la privacidad de los ciudadanos, por considerar que, al hacerlo, el país corre el riesgo de pagar un alto precio en detrimento del combate contra el crimen, según reseñaron medios digitales.
El yuan digital adopta un diseño centrado en una pequeña cantidad anónima, gran cantidad rastreable, y se espera que las personas se sientan cómodas. Si ocurre un fraude de telecomunicaciones utilizando la moneda digital, podemos ayudar a las personas a recuperar su dinero y proteger su seguridad del fraude.
Mu Changchun, director del Instituto de Investigación de Monedas Digitales del Banco Popular de China.
Aun así, Changchun aseguró que la CBDC que desarrolla China ofrece la protección a la privacidad del usuario más alta entre las plataformas de pago actualmente disponibles.
Hace esta comparación considerando que la estructura de los sistemas de pago de China, WeChat y Alipay, está vinculada a cuentas bancarias tradicionales que requieren datos de los usuarios para funcionar; mientras que el yuan digital está vagamente acoplado con la plataforma bancaria, lo cual permite pequeñas porciones de anonimato, tal como comentó.
El ejecutivo agregó que el monedero del yuan digital tiene dos niveles de requisitos «conoce a tu cliente», conocido por sus siglas en inglés KYC. Por un lado, cuenta con una cartera para realizar pagos de pequeños montos, la cual se puede utilizar solo con un número de teléfono móvil.
Mientras que para realizar grandes transacciones es necesario que los usuarios introduzcan sus datos privados, como una manera de hacerle seguimiento a posibles operaciones sospechosas. «Si desea realizar pagos grandes, la cartera debe actualizarse para que aumente el límite de pago, en la misma medida en que aumenta la intensidad de KYC», señaló.
Al ser consultado sobre la preocupación de que el banco central pueda obtener información privada de los usuarios, cuando estos vinculan su número telefónico a la plataforma, Mu Changchun dijo que eso no era posible.
De acuerdo con las leyes y regulaciones nacionales vigentes, los operadores de telecomunicaciones no pueden divulgar a terceros la información de sus clientes de teléfonos móviles. Tampoco pueden proporcionar estos datos a los departamentos que operan con la CBDC. Por lo tanto, las carteras abiertas con números de teléfono móvil son completamente anónimas para el Banco Popular de China y las agencias que operan con él.
Mu Changchun, director del Instituto de Investigación de Monedas Digitales del Banco Popular de China.
Privacidad, un derecho que el yuan digital no puede proteger
Las preocupaciones en torno a los datos privados vinculados a la plataforma del yuan digital no son algo nuevo en China. Los ciudadanos han venido manifestando sus inquietudes en cada prueba piloto que el gobierno ha puesto en marcha, como lo informó CriptoNoticias en octubre del año pasado.
Estas preocupaciones también se han puesto de manifiesto en un reportaje publicado recientemente por The Wall Street Journal. Este apunta que el banco central de China tendrá facultades para rastrear el yuan digital, no solo a nivel nacional entre los ciudadanos que lo usen, sino también entre las empresas extranjeras que operan en el país. Por cada operación que se haga con el yuan digital, el Banco Popular de China sabrá quién paga, cuánto pagan, dónde están ubicadas y posteriormente podrá analizar los patrones de cada usuario.
Mientras China avanza realizando pruebas con el yuan digital en varias ciudades, como Shanghái, Shenzhen y Suzhou, también crece el temor de que el nuevo sistema de pago se convierta en un nuevo sistema de control del Estado. Las inquietudes han crecido desde que el banco central informó que, a medida que el país se convierte en una sociedad sin efectivo, espera que lo digital sea la nueva norma para realizar transacciones, lo cual dejaría en sus manos una nueva alternativa para controlar la oferta monetaria, como destaca WSJ.
Este esquema sin privacidad, no solo está planteado en China, sino que más bien responde al diseño planteado para la mayoría de los proyectos de CBDC que surgirían en el mundo. Estos no consideran ni la privacidad, ni la resistencia a la censura propias de bitcoin y otras criptomonedas, según un informe publicado el año pasado. El documento destaca, como si de algo negativo se tratara, que «una característica clave del dinero en efectivo es que no existen registros centralizados de tenencias o transacciones».