Las monedas digitales siguen abriĆ©ndose paso hacia su debido estado jurĆdico en distintas legislaciones a nivel mundial. Esta vez, le toca el turno en la palestra a Australia.
Una investigaciĆ³n realizada por el Senado australiano ha aprobado el reconocimiento del bitcoin y otras criptodivisas como una moneda digital. El reconocimiento de las criptomonedas dentro de la legislaciĆ³n australiana tiene como telĆ³n de fondo su inclusiĆ³n dentro de los impuestos de bienes y servicios.
En un borrador realizado en agosto de 2014Ā (y confirmado en diciembre del mismo aƱo) por la Oficina de Impuestos Australiana (Australian Taxation Office), se anunciaba que a partir de este aƱo 2015 todos los negocios australianos que trabajaran con criptomonedas serĆan adjudicados con la carga impositiva.
Para el momento, la oficina definiĆ³ las criptodivisas como āactivos intangiblesā y no como dinero o una moneda extranjera. EstablecĆan:
La opiniĆ³n de la Oficina de Impuestos Australiana (ATO) es que el bitcoin no es ni dinero ni una moneda extranjera y la oferta de bitcoins no es un suministro financiero para efectos fiscales de bienes y servicios. Sin embargo, Bitcoin es un activo con efectos para el impuesto a la plusvalĆa.
Esta decisiĆ³n trajo protestas y reclamos por parte de los negocios que trabajan con monedas digitales. Por su doble calidad de depĆ³sito de valor y mĆ©todo de pago, el impuesto que se cobrarĆa por el uso del bitcoin serĆa doble. Algunos hasta se vieron forzados a cerrar sus puertas y dejar de trabajar. Otros, insistieron y presionaron, ejerciendo influencias y persuadiendo a miembros del senado para que se cambiara esta medida que frenaba el avance de la tecnologĆa en el paĆs.
Tras estas presiones, la ATO ha cambiado su postura frente al bitcoinĀ y actualmente estas sĆ serĆ”n reconocidas como una moneda digital, dĆ”ndole un vuelco a la decisiĆ³n anterior tomada en diciembre y ofreciendo un incentivo para las start-ups que trabajan con criptomonedas de permanecer en el paĆs. Pues, despuĆ©s de la decisiĆ³n previa, muchas compaƱĆas se plantearon la posibilidad de mudar su negocio a paĆses con legislaciones mĆ”s progresivas.
Por otro lado, el comitĆ© del senado ha dicho que se necesitan mĆ”s investigaciones antes de que el bitcoin sea completamente regulado por instituciones tales como el Banco de Reserva Australiana y la ComisiĆ³n de Seguridad e InversiĆ³n de Australia. Esto indicaron los bancos como requisito antes de siquiera considerar ofrecer a los usuarios la posibilidad de utilizar bitcoins en los entes financieros.
Sin embargo, la posiciĆ³n de algunos polĆticos australiano siempre ha sido favorable a la criptomoneda. DespuĆ©s de la decisiĆ³n del ATO en octubre, Ā el presidente de la cĆ”mara alta del ComitĆ© de Referencias EconĆ³micas, senador laborista, Sam Dastyari, iniciĆ³ una consulta e investigaciĆ³n para prever que las regulaciones que se dieran en este nuevo mundo de las divisas digitales no frenara el crecimiento de estas nuevas empresas.
En recientes declaraciones DastyariĀ expuso:
Es una reciente y francamente muy excitante tecnologĆa, y Australia tiene una real oportunidad de convertirse en un lĆder mundial deĀ la misma. Las monedas digitales pueden revolucionar muchos aspectos de la industria de pago, la manera en la que conducimos las transacciones financieras o intercambiamos las monedas existentes.
El mundo de las criptodivisas cada vez se integra mĆ”s con el mundo de la polĆtica. Ya sea en la bĆŗsqueda de financiamiento de partidos polĆticosĀ o abriĆ©ndose paso en las legislaciones de los paĆses, es importante que se traspase esa barrera que el Estado y los gobiernos suelen suponer para que la moneda digital encuentre un espacio de mayor holgura en el cual trabajar y desarrollarse.
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