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Hay actores a quienes les conviene mรกs comprar un ETF que Bitcoin.
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Bitcoin no tiene el riesgo de contraparte que tendrรญa un ETF.
โUna forma de dinero en efectivo electrรณnico puramente peer-to-peer deberรญa permitir enviar pagos online directamente entre las partes y sin pasar a travรฉs de una instituciรณn financiera.โ
Esta es la primera oraciรณn que escribe Satoshi Nakamoto en el white paper de Bitcoin. Aunque a simple vista pueda leerse como una descripciรณn teรณrica, una exposiciรณn tรฉcnica de un nuevo sistema de pagos, sabemos las profundas implicaciones que tendrรญa este presagio prometeico de un sistema que prescinde de los intermediarios financieros.
Pero hoy, a 15 aรฑos de la primera apariciรณn pรบblica de este documento, el tema que marca tendencia en la industria es cรณmo lograr que una instituciรณn del Estado dรฉ su permiso para que instituciones financieras puedan intermediar el comercio de un tรญtulo valor que represente a bitcoin: un ETF spot.
Parece contradictorio, considerando no solo la fuerza revolucionaria con la que naciรณ este activo, sino el รฉnfasis que hace el white paper en mitigar la necesidad de terceros de confianza en las transacciones.
Pero resulta natural que entidades obligadas y sujetas a ley quieran tambiรฉn exponerse al activo financiero de mejor rendimiento de la dรฉcada (y probablemente de la historia), aunque eso suponga dejar de aprovechar el valor fundamental de Bitcoin.
Bitcoin, antes que un activo, commodity o dinero digital, es una red de efectivo digital entre pares, tal como lo describe el white paper. La red Bitcoin, esa que permite intercambiar valor sin necesidad de confianza, sin riesgos de contrapartes, sin posibilidad de que un tercero pueda defraudar a la red, sin que nadie pueda cambiar arbitrariamente las reglas, es lo que da valor al activo.
Que sean 21 millones de unidades o mil millones, que se puedan procesar 7 transacciones por segundo o miles, poco importarรญa si hubiera un tercero que pudiera modificar las reglas a placer. Las propiedades monetarias de Bitcoin (escasez, portabilidad, durabilidad, divisibilidad, verificabilidad) pueden ser y han sido replicadas por otras asรญ llamadas criptomonedas. Lo que no se puede reproducir fรกcilmente es la neutralidad y apertura de la red, lo que se deriva en propiedades inรฉditas en el dinero digital, como son la resistencia a la censura y la dificultad de confiscaciรณn. Cuando el activo BTC se intercambia fuera de la red Bitcoin y es custodiado por un tercero de confianza, estas propiedades se diluyen.
Pero el mundo no es blanco y negro. Los matices existen y las necesidades varรญan de un individuo a otro, mรกs aรบn de entidad en entidad. Hay quienes les interesa usar bitcoin para transacciones, otros que los consideran solo una inversiรณn. Y si bien alguien pudiera pensar que lo preferible serรญa un mundo en que las finanzas se manejaran por completo sobre la red Bitcoin, hay que aceptar que esa no es la realidad del mundo actual, y que hay participantes que no estรกn en la capacidad o en el interรฉs de la mรกs absoluta soberanรญa monetaria. Y eso no afecta a quienes sรญ.
No nos referimos a los ya manidos casos de los abuelos o el infante que tendrรญan cuesta arriba una gestiรณn adecuada de sus llaves privadas. Estamos hablando de empresas multinacionales, fondos mutuos y de pensiรณn, aseguradoras y reaseguradoras, juntas vecinales, Organizaciones No Gubernamentales, fondos soberanos, y un largo etcรฉtera de actores de la sociedad.
Pongamos que una junta de vecinos quisiera tener una exposiciรณn de diez aรฑos a BTC. ยฟQuiรฉn o quiรฉnes custodian las llaves? ยฟCรณmo se aseguran de que no habrรก una traiciรณn a la confianza entre alguno de los participantes? ยฟBajo quรฉ contrato se obligan jurรญdicamente? ยฟCรณmo se transmiten las llaves en caso de muerte o mudanza? Puede que lo resuelvan de la mejor manera, pero tambiรฉn cabe que sea mรกs sencillo dejarlo a un custodio regulado.
En el caso especรญfico de instituciones de gran tamaรฑo, las cuales estรกn estrictamente reguladas, y cuyas operaciones internas se ajustan a rรญgidos estatutos, normas y procedimientos, incluir un activo como Bitcoin dentro de su portafolio de inversiรณn requerirรญa largas horas de juntas, discusiones, investigaciรณn sobre las mejores estrategias, los mejores vendedores, los mejores custodios, muchรญsimo papeleo, trabajo con abogados, creaciรณn de manuales de compra y custodia, y quiรฉn sabe quรฉ mรกs. Invertir en un ETF es un procedimiento probablemente ya integrado dentro de las dinรกmicas de estas empresas, ademรกs de contar con las garantรญas de transparencia y supervisiรณn propias de un activo regulado, asรญ como custodia de grado institucional.
Aparte de todo esto, por la estructura actual de la industria, es poco probable que un banco otorgue fรกcilmente un prรฉstamo de mรกs de un millรณn de dรณlares para la compra de Bitcoin. Tendrรญan que comprar en efectivo, lo cual es raro en este tipo de instituciones, por lo que se agrega mayor complejidad a la exposiciรณn. Mientras que para un instrumento ya regulado como un ETF, el otorgamiento de prรฉstamos serรญa rutinario.
Todo esto no quiere decir que la aprobaciรณn de un ETF spot de Bitcoin venga sin riesgos para los inversionistas. Ya en el pasado se han detectado y juzgado casos de fraude, mala gestiรณn y otras prรกcticas nocivas de mercado, con multas para actores como UBS y State Street, a pesar de ser instrumentos regulados y supervisados por la Comisiรณn de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglรฉs). Sin embargo, puede que sean riesgos a los que los inversionistas institucionales estรฉn mรกs dispuestos a correr, a pesar de que en la inversiรณn directa en Bitcoin el riesgo de contraparte sea prรกcticamente nula.
Conforme han pasado los aรฑos y Bitcoin se ha ido normalizando, mรกs y mรกs sectores de la sociedad con circunstancias especรญficas se han ido y se seguirรกn interesando en formas de aprovechar esta innovaciรณn monetaria. Y mientras surja la demanda, aparecerรกn nuevas ofertas adaptadas para satisfacerlas.
Un detalle curioso de que Bitcoin no sea una empresa y que no tenga un director, es que no tiene direcciรณn, aunque tiene demasiado sentido. Nadie dirige a Bitcoin hacia ningรบn punto fijo en una trayectoria lineal con una planificaciรณn rรญgida. Como Bitcoin no le pertenece a nadie, su desarrollo es dinรกmico, caรณtico, contradictorio y hasta conflictivo. La herramienta, soltada al mundo hace 15 aรฑos, es multiforme y multifuncional, y queda abierta al ingenio humano cรณmo cada quiรฉn puede aprovecharla segรบn sus necesidades, aunque a otros no les guste. Y eso estรก bien.
A 15 aรฑos de la publicaciรณn del white paper, Bitcoin estรก pasando a otra etapa de su vida. Nuevos jugadores, con sus necesidades, condiciones y voluntades especรญficas, se integran a la industria. Pero es el contexto regulatorio el que se adapta, no el instrumento. Bitcoin seguirรก siendo el mismo, sirviendo tanto al individuo soberano como a la instituciรณn financiera, indiferente a los deseos, expectativas y caprichos sobre lo que hasta el mismo Satoshi hubiera querido que Bitcoin fuera.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artรญculo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opiniรณn del autor es a tรญtulo informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendaciรณn de inversiรณn ni asesorรญa financiera.