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XRP se debería multiplicar por 11, para volver a disputarle a ether el segundo puesto del ranking.
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Se ha desarrollado un extenso pero poco conocido ecosistema descentralizado en torno a XRP.
Probablemente XRP, criptomoneda emitida por la empresa Ripple, sea uno de los activos digitales que más pasiones exacerba, a favor y en contra.
Hay quienes llegan a decir que XRP será el nuevo estándar monetario mundial y hacen predicciones astronómicas (y disparatadas) de precio. También están, en el otro extremo, quienes la demonizan. El influencer y trader Jaime Merino ha dicho que «XRP es el Judas de las criptomonedas».
Es que XRP, a diferencia de bitcoin (BTC) y criptomonedas que siguen narrativas similares, no busca oponerse al sistema financiero imperante, ni se promociona con slogans que destacan la soberanía monetaria individual, como «sé tu propio banco». Por el contrario, XRP fue creada por Ripple para ser una herramienta de la industria bancaria.
Pero, la compañía Ripple estuvo varios años «con las manos atadas», y poco a poco se va liberando y ganando mayores posibilidades de acción. En 2020, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) estadounidense determinó que XRP es un título valor (security) no registrado y que, por lo tanto, Ripple cometía una infracción al comerciarlo.
Esto impidió que Ripple y su ecosistema se expandiera en gran manera durante el ciclo alcista que se extendió durante casi todo 2021. Mientras bitcoin y muchas criptomonedas marcaban nuevos récords en sus cotizaciones, XRP no logró superar su máximo anterior, tal como se observa en la imagen a continuación:
Pero, esta vez, podría ser diferente. Y esto no es solo una frase esperanzadora para los fans de XRP, sino que realmente hay una situación diferente. El 13 de julio de 2023, la jueza Analisa Torres determinó que XRP no es un security y que la SEC, entonces, había estado equivocada en su valoración.
Aunque el caso no está del todo cerrado y la SEC cuenta con algunas instancias de apelación (que podría decidir no aprovechar), todo parece encaminado a un final feliz (al menos, desde la perspectiva de Ripple).
La SEC ya ha tenido tropiezos judiciales, por ejemplo, los que la terminaron llevando a aprobar los ETF de bitcoin al Contado en Estados Unidos. Es poco probable que el organismo dirigido por Gary Gensler quiera seguir siendo aplastado en tribunales por la industria de las criptomonedas.
Las armas de Ripple en este mercado alcista
Durante el ya concluido criptoinvierno (que, para el caso de Ripple, duró casi 4 años), la compañía emisora de XRP siguió trabajando en las sombras. El resultado es que hoy Ripple es un extenso ecosistema con múltiples aristas y que abarca nichos tan diversos como lo son la industria bancaria privada, los bancos centrales nacionales, las stablecoins, las finanzas descentralizadas (DeFi), el trading y los tokens no fungibles (NFT).
Ripple y los bancos privados
En cuanto a la industria bancaria, Ripple es de las pocas empresas de criptomonedas que cumple con los requisitos del estándar ISO 20022. Esta es una normativa internacional para el intercambio de mensajes electrónicos entre instituciones financieras. Se desarrolló con el objetivo de proporcionar un estándar universal para la comunicación en el sector financiero, abarcando áreas como pagos; negociación y liquidación de valores; préstamos y créditos; y comercio de divisas.
Hay acuerdos para que en el año 2030, el estándar ISO 20022 se encuentre establecido a nivel mundial, por lo que Ripple está adelantado en la carrera y listo para ofrecer soluciones empresariales acordes con la mencionada normativa.
Vale aclarar que, en lo que respecta a las soluciones empresariales brindadas por Ripple, no está del todo claro si la criptomoneda XRP jugará algún papel. De todos modos, las novedades que benefician a Ripple tienen un impacto directo en el precio de XRP. En eso hay una relación semejante al que tiene una empresa con sus acciones bursátiles (aunque la Justicia haya determinado que XRP no es un security).
Ripple y los bancos centrales
Con relación a los bancos centrales, la jugada de Ripple es ofrecerles infraestructura para el desarrollo de monedas digitales (CBDC, por sus siglas en inglés). En mayo de 2023, CriptoNoticias publicó una noticia informando que Ripple lanzaba una plataforma para que gobiernos y bancos centrales emitan sus CBDC. Se trata de un paquete de software que facilita la transición hacia este nuevo dinero (o, mejor dicho, el dinero de siempre, pero en versión digital completamente controlada por el Estado).
Esa plataforma ya está en uso. En la República de Palau, por ejemplo, está en etapa avanzada de desarrollo la Palau Stablecoin, que es la CBDC de esa nación. Se está desarrollando con tecnología provista por la empresa Ripple.
A fines del año pasado se conoció que el gobierno de Georgia, país europeo, está interesado en lanzar una CBDC y se encuentran en diálogo con el equipo de especialista de Ripple, para tal fin.
También el Gobierno de Colombia ha estado haciendo uso de la plataforma de desarrollo de Ripple para el desarrollo de un peso digital, en oposición al uso de bitcoin y el dinero en efectivo. Esto es así porque con las CBDC el Estado puede tener un mayor control sobre los movimientos financieros de los habitantes de una nación.
El ecosistema de XRP es más que, solamente, XRP
Y, si nos referimos específicamente a los usos que ya tiene XRP, la investigación lleva a resultados que para muchos pueden parecer sorprendentes. Es que XRP no es solo una criptomoneda que se puede holdear o transferir entre wallets, sino que hay un extenso pero poco conocido ecosistema descentralizado construido en torno a ella.
Un informe de la firma de análisis on-chain, Messari, muestra que en XRPL (la red de XRP) existen más de 3.000 tokens. Entre estos hay stablecoins, tokens de gobernanza, shitcoins, memecoins, etcétera.
El principal de estos tokens en Sologenic (SOLO), que se utiliza para la gobernanza del exchange descentralizado homónimo. Este representa el 36% del mercado dentro de XRPL. Otros tokens con gran cuota de mercado en esa red son Gatehub Fifth (ETH, una versión envuelta de ether) y Coreum (CORE, token de una cadena lateral de XRPL).
Las principales stablecoins en XRPL son Gatehub USD y Bitstamp USD, que están ancladas al dólar estadounidense. También se encuentra una versión no-nativa de USDT, la criptomoneda estable de la empresa Tether.
Un capítulo aparte lo constituyen los NFT que, de acuerdo con la explicación de Messari «están integrados en el protocolo central y no requieren contratos inteligentes para su creación o transferencia». Por tal motivo, pueden considerarse tokens nativos, al igual que XRP.
Y, a futuro, lo que se vislumbra es una mayor interconectividad entre XRPL y los protocolos que utilizan la Ethereum Virtual Machine. Esto podría lograrse con redes de segunda capa que —de forma parecida a lo que hace Rootstock en Bitcoin— permitan que el ecosistema de XRP sea compatible con los contratos inteligentes de Ethereum.
¿A qué precio puede llegar XRP, la criptomoneda de Ripple?
Con la pregunta de este intertítulo se entra en terreno especulativo y, por supuesto, no puede darse una respuesta que sea 100% infalible. De todos modos, pueden hacerse algunas suposiciones.
Al momento de esta publicación, XRP ocupa el puesto número 6 por capitalización de mercado, luego de bitcoin (BTC), ether (ETH), tether (USDT), BNB (BNB) y solana (SOL). El valor total de todos los XRP en circulación es de 28.500 millones de dólares (o 28,5 billions en inglés).
No sería descabellado pensar que, a finales de 2024, quizás cuando bitcoin ya haya marcado un nuevo máximo histórico, XRP haga lo mismo. Para eso, su precio debería multiplicarse casi 6 veces desde aquí, para llegar al nivel cercano a los 3 dólares, cifra alcanzada en enero de 2018.
Pero, los recién llegados al ecosistema de las criptomonedas quizás no sepan que durante varios años XRP fue la criptomoneda número 2 (posición que hoy ocupa ETH).
¿Qué precio debería tener cada XRP para que, una vez más, le disputara el segundo lugar a ETH? Una cuenta realizada con la ayuda del portal marketcapof, nos muestra que para simplemente igualar la capitalización de ETH, XRP se multiplicaría por 11 veces hasta llegar a 5,77 dólares.
Quizás (solo quizás) ese sería el precio que tendría hoy XRP si la SEC no hubiera metido la mano en 2020, obstaculizando la expansión de la empresa Ripple. Y no resulta descabellado pensar que, en unos meses, cuando el ciclo alcista tome mayor impulso, XRP podría dirigirse hacia esos precios para volver a disputarle el segundo puesto a ETH.
Vale aclarar que estas son solo suposiciones y quien manda es el mercado. Si Ripple y sus desarrollos o narrativas no lograran provocar una demanda de la criptomoneda XRP, entonces no habría razón para que los inversionistas vayan masivamente a adquirirla, elevando así su precio.
Por todo esto, es importante que cualquier persona interesada en adquirir esta u otra criptomoneda, realice una adecuada investigación y tenga una estrategia de inversión que le indique cuando comprar y cuando es tiempo de tomar ganancias. La Criptopedia, sección educativa de CriptoNoticias, tiene artículos especializados que explican cómo debe analizarse una criptomoneda antes de invertir.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.