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Hay 8.200 millones de dólares depositados en la red Tron.
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40% de las stablecoins se emiten en esta red.
A pesar de que la criptomoneda Tron (TRX) no es de las más mencionadas por inversionistas y traders, es el activo digital nativo de una de las redes descentralizadas más grandes.
De acuerdo con datos del portal DefiLlama, de las redes especializadas en contratos inteligentes, Tron ocupa el segundo lugar después de Ethereum.
El valor total bloqueado (es decir, cuánto dinero hay depositado en Tron) es de 8.200 millones de dólares al momento de esta publicación.
Una de las razones del éxito sostenido de la red Tron es la presencia de USDT, la stablecoin más utilizada en el mundo. La integración de USDT en la red de Tron ha facilitado transacciones más rápidas y económicas, aumentando así su adopción.
Aunque USDT se ha expandido a varias redes, el haber llegado temprano (en 2019) a Tron hizo que la infraestructura de exchanges, plataformas de inversiones, pasarelas de pago, se adaptara masivamente a ese protocolo.
Esta adopción temprana ha permitido a Tron establecer una sólida base de usuarios y una red de servicios financieros digitales ampliamente utilizada a nivel mundial. CriptoNoticias publicó recientemente que 40% de las stablecoins se emiten en Tron.
Un ecosistema creciente
Pero no solo de USDT vive Tron. Tal como se observa en los datos presentados por el portal DefiLlama, las stablecoins son la mitad del valor depositado en la red Tron. La otra mitad está diversificada en más de 25 protocolos de finanzas descentralizadas propios de esa red (entre los que hay plataformas de préstamos, exchanges descentralizados, etcétera).
Esos protocolos no tienen la fama de los gigantes Aave, Compound, PancakeSwap y otros. Pero sí tienen dinero invertido, y mucho. Por ejemplo, la plataforma de préstamos en la red Tron, JustLend es al momento de esta publicación, el tercer protocolo DeFi más grande del mundo superando a Aave y a Uniswap:
El desarrollo en la red Tron y su sólida base de usuarios sugiere un potencial de crecimiento significativo para la criptomoneda TRX, a menudo subestimada por los inversionistas en altcoins.
Mirando hacia el futuro, y considerando el patrón histórico de los mercados de criptomonedas, es razonable esperar un nuevo «bull market» para el período 2024-2025. Durante este tiempo, criptomonedas con desarrollos sólidos como TRX podrían experimentar un crecimiento considerable.
Como se aprecia en el siguiente gráfico provisto por TradingView, TRX debería incrementar su precio en 60% para alcanzar el máximo de 2021 y debería duplicarse, desde su cotización actual, para alcanzar su máximo histórico al que llegó en enero de 2018.
Una economía mayormente deflacionaria
Al momento de esta publicación hay en existencia cerca de 88.500 millones de TRX. La red genera un bloque cada tres segundos, los productores de bloques reciben una recompensa de 32 TRX por bloque y los nodos reciben 16 TRX por bloque. Esto equivale a una inflación anual de 500 millones de TRX.
Si se observa la información suministrada en portales como CoinMarketCap o CoinGecko, queda en evidencia que no hay una cantidad máxima de TRX que puedan emitirse, sino que esta es infinita.
Tales hechos podrían espantar a cualquier potencial inversionista. Pero debe aclararse que TRX desde su lanzamiento ha tenido un comportamiento mayormente deflacionario. Es decir, se destruyen (o queman) más TRX de los que se emiten.
En cierto modo al igual que lo que ocurre en Ethereum, una parte de las comisiones pagadas en la red Tron va a los validadores y otra es quemada. Así lo establece el «modelo de energía dinámico». Se observa, entonces que cuanto mayor es la actividad de red, mayor es la cantidad de TRX destruido.
De acuerdo con la empresa de análisis de criptomonedas, Messari, esta propiedad de Tron puede ayudar a «respaldar el valor de TRX durante un mercado que de otro modo estaría estable o a la baja». La lógica detrás de este argumento es que, por simple ley de oferta y demanda, si el circulante de un activo se reduce y su demanda se mantiene o crece, entonces, el precio se incrementará.
En el siguiente gráfico, provisto por el sitio web TronScan, puede verse el circulante de TRX durante los últimos 6 meses. Se observa lo que es prácticamente una línea recta descendente. La tasa de inflación anual es de –3,79%.
Puntos críticos a tener en cuenta
Todo inversionista debe comparar los puntos potencialmente favorables y desfavorables de un activo financiero, antes de invertir en él. TRX tiene algunos puntos que podrían considerarse riesgos y que ameritan ser analizados.
El primero de ellos es de índole regulatorio. Esta criptomoneda se lanzó en 2017 mediante una ICO (oferta inicial de monedas) que se realizó en dos fases: una privada y una pública. En la venta pública se vendieron TRX a 0,0019 dólares por unidad y se recaudaron 58 millones de dólares, en total. ¿Y cuál es el problema con esto? Que a los reguladores (principalmente a la SEC estadounidense) este tipo de acciones les hace pensar en títulos valor (securities) no registrados. De hecho, al menos desde 2018 se investiga a las ofertas iniciales de moneda por parte de la SEC.
También debe considerarse que Tron utiliza el algoritmo de consenso de prueba de participación (PoS, por sus siglas en inglés). La PoS implica que los poseedores de tokens tienen el poder de validar transacciones y bloques, lo que podría interpretarse como una forma de obtener ganancias pasivas. Este aspecto es particularmente delicado para los reguladores, ya que puede ser visto como una inversión con expectativa de beneficios, un criterio clave utilizado por la SEC para clasificar los activos como títulos valor.
Justin Sun, fundador de Tron, ya ha recibido una demanda de la SEC por presunta venta de títulos valor no registrados, específicamente por vender TRX y BTT, el token de BitTorrent (otra empresa por él administrada).
Llamativamente, la SEC no ha calificado de título valor a TRX en las demandas que inició más recientemente contra Binance y Kraken, dos exchanges en los que se puede comerciar este criptoactivo.
Otro riesgo para TRX es la «stablecoin» (nótense las comillas) USDD. Tal como CriptoNoticias lo reportó, se trata de una stablecoin algorítmica que trata de mantener la paridad con el dólar estadounidense mediante un sistema de quema o asignación de TRX a su colateral.
¿Te suena conocido esto? El mecanismo es muy parecido al de UST, la stablecoin del ecosistema Terra-Luna cuya cotización se fue literalmente a cero.
Vale aclarar que el ecosistema de las criptomonedas aparentemente quedó «vacunado» tras la caída de UST y se ha mantenido mayormente alejado de USDD. Nunca llegó a ser una criptomoneda muy popular. Y hay razones para que así sea (además del recuerdo de Terra-Luna), que quedan evidenciadas si se mira el gráfico de su precio a lo largo del tiempo. La estabilidad de esta moneda es bastante cuestionable:
Aunque no es de las criptomonedas más utilizadas, tampoco es insignificante. Su capitalización de mercado es de 725 millones de dólares y, durante su lanzamiento, se la presentó como una gran novedad para el ecosistema de Tron.
Haciendo un poco de futurología ¿Qué pasaría si los mecanismos de paridad de USDD fallan por completo y se aleja considerablemente de 1 dólar? Probablemente no derrumbe a todo el ecosistema de las criptomonedas, como ocurrió con UST. Pero sí, el ecosistema de Tron se vería en crisis. Y esto incluye a TRX, que es el alma de esta red. Su precio, posiblemente se vería devastado.
Conclusión
Si no hay «cisnes negros» que lo afecten de forma considerable, TRX podría continuar con la tendencia alcista que ha mantenido durante todo 2023 y, quizás, en el próximo ‘bull-run’ de las criptomonedas, alcanzar nuevos máximos.
Es importante que cualquier persona que desee invertir en TRX (o en cualquier otro activo financiero) realice un análisis extenso considerando ventajas y riesgos del movimiento financiero. También será de utilidad que conozca algunos conceptos de trading e inversión y, para esto, los artículos publicados en la Criptopedia (sección educativa de CriptoNoticias) resultan de utilidad.
Aclaración: el presente texto no constituye un consejo financiero ni una recomendación de inversión.