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Los gamers juegan por recompensas mientras participan en una prueba que juega con sus sueños.
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Muchos proyectos prometen descentralizarse, pero se están volviendo cada vez más centralizados.
Los juegos de play to earn o jugar para ganar se han vuelto populares en varias partes del mundo. Están revolucionando el ecosistema de los videojuegos de la mano del fenómeno global de los tokens no fungibles (NFT) que pagan a quien le dedica tiempo para interactuar con el proyecto, creando una nueva versión de salario.
Dependiendo del tiempo que pasen jugando, del número de victorias y sus habilidades, los gamers pueden ganar más que el salario mínimo mensual que reciben muchos trabajadores en sus respectivas naciones. Como tal, miles de personas alrededor del mundo han recurrido a esta alternativa para obtener ingresos con los que puedan financiar sus necesidades básicas.
De hecho, podemos encontrar similitudes entre la labor que hacen los mineros de Bitcoin y la de los gamers de proyectos basados en el modelo de jugar para ganar. Esto porque ambas actividades requieren trabajo computacional, tiempo y esfuerzo para obtener recompensas.
Algunos de los participantes padecen los efectos de la crisis económica que afecta al mundo producto de la pandemia, pero han encontrado refugio en los juegos play to earn, como Axie Infinity o Plant vs Undead.
En Venezuela, por ejemplo, hay jugadores que obtienen suficiente rentabilidad como para comprar casas, o incluso, abandonar el trabajo que mantuvieron por muchos años. Parece ser una buena señal de que estos proyectos están siguiendo la pista dejada por Satoshi Nakamoto. Es el creador de bitcoin quién se esmeró porque el mundo contara con un ecosistema financiero a favor del bienestar social individual.
El auge de los juegos play to earn y sus pequeñas economías ludificadas se ha sostenido en la retroalimentación, ya que, basada en ella, los desarrolladores independientes reciben apoyo de los jugadores para avanzar con sus proyectos. Mientras tanto, los gamers, como pequeños inversionistas, obtienen incentivos a medida que cumplen con las tareas asignadas.
Este panorama puede darnos una visión efectiva del arte de la negociación basada en el concepto ganar-ganar que se sostiene en el paradigma de que hay mucho para todos. Deja atrás los términos perder o ganar entre las partes involucradas en una alianza estratégica, para dar paso al planteamiento de que el éxito de una persona no se logra a expensas o exclusión del éxito de los demás, sino que persigue un beneficio mutuo.
De hecho, es el concepto en el que se basa Nakamoto para el desarrollo de la red peer to peer de bitcoin. Lo dejó claro el 27 de noviembre de 2010 cuando, en un foro público, habló sobre la necesidad de comprobar la honestidad de los participantes y destacó el trabajo colaborativo cuando se trata de la minería, como señala «El libro de Satoshi».
Satoshi menciona el trabajo cooperativo de los pools de minería de bitcoin donde todos pueden estar seguros de que habrá una distribución equitativa de los beneficios. La labor colectiva permitirá que todos los participantes puedan obtener mejores ganancias en grupo que en solitario.
Bajo este esquema no hay forma de que alguien sea deshonesto o pueda engañar. Se debe a que, si un minero intenta hacer trampa adjudicándose a sí mismo más de lo que le corresponde, los otros mineros no validarían sus acciones.
Y si los mineros rechazaran todos los bloques, excepto los propios, no se alcanzaría un consenso. Por lo tanto, el valor del sistema de pago de bitcoin se destruiría y ninguno de los mineros se beneficiaría. En tal caso, cualquier cantidad de bitcoins que los mineros posean perdería su valor. Por lo tanto, todos los mineros se benefician si el grupo respeta el protocolo establecido en el software compartido de Bitcoin.
Satoshi Nakamoto, en la lista de Correo de Criptografía.
Pero, ¿se puede decir que este principio de ganar-ganar aplica en los proyectos basados en el modelo play to earn? A simple vista puede ser entendido de esa manera, pero si exploramos un poco lo que sucede en el metaverso donde existen los juegos play to earn, la respuesta puede no ser tan satisfactoria.
El salario del futuro ¿en una sociedad más justa?
Los videojuegos, ese espacio donde existe todo lo imposible ¿puede ser útil para crear una sociedad más justa que la actual? Con tantos gamers atando los sueños que tienen en común a los juegos play to earn ¿será posible crear un mundo ideal? o ¿cómo queremos que evolucione el metaverso?
Explorando el mundo de los videojuegos basados en el modelo de jugar para ganar, encontramos una elevada cantidad de proyectos, todos en fase de prueba. En realidad, son experimentos que le están pagando a las personas para que participen.
Lo malo es que muchas cosas se están escondiendo debajo de la alfombra de la palabra «juego», donde en lugar de diversión o esparcimiento lo que se encuentra, en muchos de estos casos, es precisamente lo contrario. Esto debido a que los jugadores se exponen a no recuperar su inversión, por diversas razones, entre ellas porque los desarrolladores del proyecto desaparecieron o toman decisiones que produce una estampida de usuarios que termina afectando a su economía.
Lamentablemente algunos de estos proyectos no son genuinos, nacen exclusivamente para hacerse del dinero que captan de sus usuarios. No son proyectos sólidos, sino creados únicamente para aprovechar la euforia del momento.
Varios han encendido las alarmas de la comunidad por la forma en la que se han manejado, como Plant vs Undead, por ejemplo. El equipo de esta iniciativa ha anunciado cambios repentinos sobre los requisitos para retirar las recompensas o el lanzamiento de una nueva modalidad de juego sobre otra blockchain distinta a Binance Smart Chain que es en la que se basa la modalidad inicial.
Con esta variedad de anuncios, los jugadores han perdido su capacidad para armar estrategias que les permitan una manera más eficiente de alcanzar sus objetivos, y con ello, merman sus posibilidades de obtener los beneficios previstos. No es el único juego que no está respetando las reglas inicialmente planteadas, pero sí es uno de los que tiene a una inmensa comunidad preocupada por la falta de planificación con la que se están manejando sus desarrolladores.
con sus constantes cambios, muchos de los cuales ha afectado
a la economía de los jugadores. Fuente: Juan Gallardo / facebook.com
Precisamente la frase «jugar siguiendo las reglas» es mencionada por Nakamoto en el capítulo sobre los incentivos a los mineros en el white paper de bitcoin. En él, hace referencia a la importancia de respetar las reglas inicialmente planteadas, porque hacerlo garantizará más monedas que «intentando socavar el sistema y la validez de su propia riqueza».
Sin embargo, explorando varios proyectos play to earn podemos descubrir que, en conjunto, son muy similares a los experimentos de Milgram o el de la cárcel de Stanford. Estudios psicológicos famosos por ser capaces de someter a los participantes a durísimas pruebas con tal de demostrar cómo los seres humanos reaccionan ante diversas situaciones de conflicto.
Ambos experimentos, el de Milgram y Stanford, fueron ampliamente criticados por su falta de ética y considerados en los límites de los métodos científicos. Estos mismos problemas los podemos identificar en los proyectos Play To Earn que por su poca transparencia están dejando una mancha, afectando a toda la comunidad de las criptomonedas.
Usar el dinero de quienes invierten con la esperanza de obtener recompensas y sorprenderles con medidas repentinas que afectan a la mayoría, no parecen medidas salidas de un proyecto que existe en el mismo ecosistema que surgió cuando Nakamoto minó el primer bloque de bitcoin.
El poder que asume una persona o grupo de ellas es una forma de gestión que tiene tendencia a concentrar la toma de decisiones. Generalmente esas decisiones no benefician a todos por igual, sino a una élite.
Es el sistema de gestión que emplea la mayoría de los gobiernos del mundo, los cuales controlan a su vez, el sistema económico tradicional. Ambos son parte de la sociedad en la que todas las decisiones las toma una autoridad central.
También la frase «autoridad central» fue mencionada varias veces por Satoshi, aunque en realidad su principal preocupación era desprenderse de ella. Quería marcar distancia de otros sistemas que ofrecen «seguridad en lugar de autoridad». Por ello, «Bitcoin no tiene eso [de autoridad central]», como lo señaló el 10 de agosto de 2010, cuando respondió las preguntas que hacía la comunidad a través de un foro virtual.
Suprimir la autoridad en Bitcoin era clave para marcar diferencia con el sistema financiero tradicional controlado por los Estados y sus bancos centrales, responsables de la emisión monetaria.
La mayoría de los juegos play to earn y proyectos NFT tienen sus propias autoridades centrales. Esto porque son los desarrolladores o el equipo detrás de cada proyecto quienes toman las decisiones sin considerar las de millones de personas que están formando parte de sus comunidades.
Jugando para ganar exaltando la labor de Satoshi
La mayoría de los proyectos play to earn, tienen economías controladas por sus propios desarrolladores, aunque muchos prometen descentralizarse en el futuro. Eso es lo que dice el equipo de Axie Infinity, aunque ellos mismos señalan que lo abordarán con cuidado.
«En el pasado, los proyectos se abandonaron y se estancaron utilizando el término “descentralización” como artimaña. El cambio a una verdadera organización descentralizada se producirá gradualmente con el tiempo», han señalado anteriormente.
También dejan claro en su white paper que la comunidad podrá usar sus tokens AXS para participar en la toma de decisiones, pero que algunas de esas decisiones «no serán objeto de debate, como el suministro de tokens, que está protegido por contratos inteligentes».
Otros proyectos ni siquiera presentan un white paper correctamente redactado, mucho menos dejan una visión clara de su propuesta, ni dejan claro los principios en los que se basa su economía.
Son apenas una muestra de que muchos de estos proyectos de NFT están replicando en el mundo virtual todo lo que el sistema financiero tradicional comenzó a crear hace más de un siglo, cuando se promulgó la Ley de la Reserva Federal que dio nacimiento a una de las instituciones financieras más poderosas del planeta.
requieren tokens para iniciarse en el juego, pero no se compromete
a otorgar recompensas. Fuente: @BlockFarmClub / twitter.com
La Fed es el organismo que decide la política monetaria de Estados Unidos y otorga préstamos de emergencia a instituciones financieras. Pero también usó sus poderes en forma dramática en 2008, cuando el sistema financiero estuvo al borde del colapso.
De hecho, el 15 de febrero de 2009, Nakamoto hablaba en un foro público sobre la importancia de una moneda descentralizada como clave para restarle la capacidad al gobierno de controlar el suministro.
Mucha gente descarta automáticamente la moneda electrónica por ser una causa perdida debido a todas las empresas que han fracasado desde la década de 1990. Espero que sea obvio que solo la naturaleza centralizada de esos sistemas fue lo que los condenó. Creo que esta es la primera vez que intentamos un sistema descentralizado, no basado en la confianza.
Satoshi Nakamoto, 15 de febrero 2009.
Con sus palabras y su desarrollo Satoshi le demostró al mundo que la centralización no es la mejor vía para gestionar proyectos. También dejó claro que una moneda descentralizada como bitcoin es la mejor herramienta para alcanzar el éxito si lo que buscamos es construir un mundo mejor bien sea físico o virtual.
Mientras tanto, es clave no olvidar que Bitcoin es uno de los desarrollos más importantes de la historia de la humanidad. Por eso, quienes se desenvuelven en el ecosistema tienen la gran tarea de trabajar con ética y responsabilidad exaltando la gran labor de Satoshi. Lo peor sería que se conviertan, en el metaverso, en replicadores de fórmulas fracasadas extraídas de las finanzas tradicionales.
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