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El banco central prohibió las transacciones relacionadas con bitcoin (BTC).
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Senadores creen que "es bueno prohibirlo" porque permite el intercambio de valor.
Cuando los senadores de Nigeria y las autoridades del banco central de este país hablan de Bitcoin (BTC) ven la paja en el ojo ajeno, pero no ven la viga que hay en el de ellos. Recientemente dos hechos apuntaron contra la primera criptomoneda y el alcance que ha tenido como alternativa para el resguardo de valor.
El cinco de febrero la institución financiera ratificó una medida impuesta en 2017 que prohíbe las transacciones bancarias relacionadas con bitcoin. Una semana después los senadores de la cámara alta del parlamento debatieron sobre BTC y el alcance que ha tenido en su territorio.
El senador Sani Mohammed Musa dijo durante su intervención que bitcoin había hecho que la moneda nacional, el naira, «sea casi inútil o no tenga valor». Otro senador, esta vez Tokunbo Abiru, resaltó que es «bueno prohibirlo» por los desafíos que ha representado. Los «desafíos» a los que se refiere el parlamentario es que en los últimos cinco años BTC les ha servido a los ciudadanos para intercambiar millones de dólares.
La expansión que ha tenido bitcoin desde su activación en el 2009 poco o nada ha tenido que ver con el deterioro de la moneda nacional de Nigeria. Aunque el argumento de Musa presenta a BTC como un actor «malo» que redujo el poder de compra del Naira, lo cierto es que han sido las propias condiciones políticas y económicas de la nación las que lo han sepultado.
Causas de la debacle del naira
Tres aspectos son los que han hundido realmente a la debilitada moneda de Nigeria: inflación de doble dígito, recesión económica y un aumento en los índices de corrupción. Sobre el primer elemento hay que mencionar que el país muestra una de las inflaciones más altas del mundo. Entre el 2005 y el 2020 las fluctuaciones han variado entre el 5,4% y el 18% anual.
En el 2019 Nigeria se ubicó en el puesto número 13 en todo el mundo entre las economías con peor índice inflacionario, de acuerdo con un escalafón presentado por el diario El País. Además, un reporte divulgado por Global Voices, en febrero del año pasado, puntualizó que la inflación ejercería presión sobre el poder adquisitivo, sin mencionar a bitcoin como posible causa de la pérdida de valor de la moneda.
«Una tasa de inflación que rebota por todas partes, como esta, suele ser señal de una economía en dificultades, que hace que los precios fluctúen y que el desempleo y la pobreza aumenten», destacó un informe de la firma de investigación Statista.
El deterioro del naira también ha estado salpicado por la recesión económica. En el 2016 el país entró en crisis por la abrupta caída de los precios del petróleo. El barril de crudo pasó de 112 dólares, en 2014, a unos 50 dólares dos años después. Ahora, en el 2020 y debido a la pandemia por COVID-19, los números rojos han regresado. Hay que recordar que la producción y exportación de petróleo es una de las principales fuentes de ingreso de Nigeria. En la actualidad el país estaría produciendo 1,4 millones de barriles diarios.
Un artículo de la agencia de noticias EFE destacó que el Producto Interno Bruto (PIB) del país retrocedió en el tercer trimestre del 2020 un 3,62%, después de haber bajado en el segundo trimestre un 6.1%. Al cierre del ciclo el retroceso de la economía estuvo alrededor del 4%.
Como tercer elemento que habría reducido la capacidad de compra del naira está el aumento en los índices de corrupción, especialmente en el sector público. De acuerdo con Transparencia Internacional, Nigeria ocupó en 2019 el puesto 152 como uno de los países más corruptos a escala global, según su Índice de Percepción de la Corrupción (IPC).
La corrupción en Nigeria está a tal punto que Transparencia Internacional señaló que, aunque los países pueden mejorar su clasificación en el IPC, en el caso de Nigeria hay pocas promesas de que puedan lograrlo. De lo anterior se deduce la falta de compromiso para revertir la situación.
Auge de bitcoin en los mercados
Acusar a bitcoin de ser el responsable de que la moneda nacional de Nigeria haya perdido su poder adquisitivo es, al menos, incorrecto. Durante años el naira ha experimentado, en mayor o menor medida, una depreciación periódica como muchas otras monedas nacionales.
La actual corrida alcista de bitcoin lo que ha hecho es demostrar que múltiples de estas monedas no son valiosas y que siguen perdiendo terreno. Los gobiernos harán todo lo que esté a su alcance para defender sus propios intereses y tratar de minimizar lo que está generándoles «ruido». Los Estados han asumido desde siempre el monopolio del dinero y a ninguna autoridad le agrada la idea de tener competencia en este campo.
Al contrario de lo que los senadores quieren hacer ver, bitcoin ha servido como resguardo de valor para los habitantes de Nigeria. Un reporte publicado en diciembre por qz.com informó que en los últimos cinco años en el país fueron canjeados 60.215 bitcoins, lo que representa un valor de unos 3.000 millones de dólares al precio actual. Una de las plataformas más usadas en Nigeria para los canjes ha sido Paxful.
Este tipo de cifras demuestran que las prohibiciones que intenta el banco central no han sido efectivas. Al contrario de lo que pretende la institución financiera, el banco ha tomado medidas que, antes de anular a BTC, han incentivado aún más su uso. Un ejemplo de esto ocurrió en diciembre cuando fue restringida la recepción de remesas con dinero en efectivo.
Otro servicio de intercambios P2P de bitcoin en Nigeria, LocalBitcoins, muestra que en lo que va de 2021 se transan semanalmente entre 55 y 72 BTC. De lo anterior se deduce que las autoridades no han podido eliminar las operaciones relacionadas con criptomonedas ya que la misma situación del país los lleva, en muchos casos, a utilizar bitcoin.
La historia de la depreciación periódica de las monedas nacionales, como la de Nigeria, también ha ocurrido en Latinoamérica. Venezuela y Argentina representan actualmente los casos más emblemáticos. CriptoNoticias informó en octubre del año pasado que la devaluación en Venezuela y en Argentina había disparado el precio de bitcoin a un nivel récord, medido en la moneda de estos dos países.
No todos los senadores en Nigeria están en contra de bitcoin, algunos también apoyan su tecnología y apuestan por una potencial regulación en el futuro. No obstante, apresurarse a decir que BTC ha causado la caída del naira demuestra desconocimiento y querer ocultar las verdaderas causas de una debacle monetaria que inició hace años.
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