-
Al igual que un Lego, DeFi funciona en base a múltiples elementos que se pueden combinar.
-
Los elementos de DeFi depende entre sí, un fallo en la interacción puede vulnerar su mercado.
¿Les suena conocida la frase “money legos”, o en español “legos de dinero”? Quien ya lleva varios meses deambulando en el ecosistema de las finanzas descentralizadas (DeFi) se ha topado con esta metáfora en varias oportunidades. Esto se debe a que el concepto del popular juego danés es similar a la forma en que se constituye e interactúa la industria DeFi.
Lego es un juego de construcción en donde piezas de plástico se encajan la una en la otra en múltiples combinaciones con el objetivo de componer nuevas estructuras. De esta manera, con unos cuantos cubos de colores se pueden crear naves, rascacielos, castillos y ciudades enteras. El éxito de Lego está en su componibilidad ilimitada, la cual permite que el jugador pueda utilizar un mismo elemento para construir diversas cosas.
Las plataformas DeFi posee la misma esencia de Legos, ya que busca generar con un mismo elemento múltiples posibilidades de interacción. El objetivo es construir una industria basada en la interoperabilidad de aplicaciones y contratos; por lo cual, al igual que un lego, una pieza soporta a la otra, y se combina con otra, e interactúa con otra más, para ofrecer un servicio financiero específico.
El término “money legos” parece quedarle como anillo al dedo a este nuevo ecosistema que florece con fuerza en la red de Ethereum desde finales del 2019. DeFi se alza como un rascacielos de dinero programable: donde existe una blockchain, unos contratos inteligentes, tokens de recompensa, tokens colaterizados, tokens no fungibles, stablecoins, oráculos y cientos de aplicaciones que se apilan una sobre otra para generar bienes y servicios.
La idea es visionaria, pero tiene sus contratiempos. El hecho de que el ecosistema DeFi esté conformado por piezas superpuestas dependientes la una de la otra, lo expone a la acumulación de vulnerabilidades. Cada uno de los niveles tecnológicos que componen este mercado, ya sea la blockchain en la que funcionan, los contratos inteligentes o los tokens que utilizan, poseen sus propios riesgos financieros, tecnológicos y de uso.
Un error, ataque o práctica maliciosa en alguno de estos niveles puede paralizar el funcionamiento de una serie de aplicaciones y desplomar el precio de varios tokens a la vez. Es decir, la interoperabilidad en la economía DeFi puede convertirse en un arma de doble filo que afecte directamente el bolsillo de sus usuarios.
DeFi es una torre de dinero que hace equilibrismo
Para poder ilustrar mejor esta acumulación de vulnerabilidades y su potencial peligrosidad, vamos a poner como ejemplo a la plataforma MakerDAO, uno de los proyectos DeFi más exitosos de Ethereum. Maker es una iniciativa desarrollada en Ethereum; este es su primer nivel o bloque técnico. La blockchain ideada por Vitalik Buterin posee sus riesgos técnicos particulares, así como riesgos asociados a las blockchains en general, tales como: exposición a ataques de 51%, de Denegación de Servicio, problemas de escalabilidad en el procesamiento de transacciones, errores humanos a la hora de codificar y volatilidad en su criptomoneda.
Estos son riesgos que los propietarios de ether y otras criptomonedas se exponen diariamente. Sin embargo, MakerDAO agrega un nuevo nivel técnico vulnerable a ataques y errores, que es el de su contrato inteligente. Estos códigos están expuestos a fallos humanos en la codificación, problemas de gobernanza y brechas de seguridad, conocidas y aún por conocer. En este sentido, es importante que todos los contratos inteligentes sean sometidos a auditoría pública y posean programas de recompensa, asegurando así los más altos estándares de seguridad.
La función de los contratos inteligentes de plataformas como MakerDAO es la posibilidad de generar tokens colaterizados. Estos tienen la particularidad de ser activos que se anclan a otros activos financieros, ya sean criptomonedas o dinero fíat. DAI, el stablecoin de MakerDAO, se encuentra anclado al ether y al dólar americano, con quien posee una paridad de precio de 1:1.
Debido a que el token es solo la representación de un activo en una blockchain ajena (Ethereum), el valor de una stablecoin como DAI depende en gran medida de los activos a los que está anclado y sus colaterales. Criptomonedas como el ether pueden sufrir oleadas de gran volatilidad. De ocurrir esto, para evitar que se pierda la paridad con el dólar, la plataforma liquidaría los ether bloqueados como colaterales y esto se traduciría en pérdidas monetarias para los propietarios.
Estos no son los únicos riesgos financieros a los que se expone un usuario que posee tokens anclados, puesto que algunas stablecoins como Tether o USDT poseen reservas de dinero físicas externas a la blockchain, donde se custodia el dinero fíat que respalda la creación de estos activos digitales. O sea, aparece un elemento que había sido eliminado en las blockchains públicas: el intermediario o tercero de confianza; y, con él, el riesgo de contraparte. Los propietarios de las stablecoins deben ahora confiar en la transparencia y responsabilidad de estas empresas, quienes son los que administran la salida y entrada de dólares en su fondo de reserva, y mantener la esperanza de que su dinero no será confiscado con una orden judicial.
Los oráculos también juegan un papel importante en las stablecoins, ya que ellos son los elementos imprescindibles que aportan información del mundo externo a la blockchain (como el precio de las monedas ancla). Los contratos inteligentes liberan o liquidan una negociación dependiendo de la información que proviene del mundo físico, por lo cual recurren a los oráculos para verificar datos que no se encuentran en la blockchain. Sin embargo, investigadores como Kyle Torpey creen que son elementos vulnerables a los errores humanos, la manipulación y la corrupción. Los oráculos pueden obtener sobornos de usuarios para manipular información, así como también pueden tratarse de entidades maliciosas que introducen datos falsos a la blockchain.
Ya tenemos una torre de gran tamaño aquí: un primer bloque para la blockchain, otro para los contratos, uno más arriba para los tokens colaterizado, otro adicional para los intermediarios externos y uno únicamente para los oráculos. Pero la cosa se complica aún más si nos damos cuenta que tokens como DAI son piezas importantísimas para las finanzas descentralizadas y que tienen la capacidad de colapsar todo el mercado si ocurre en ellos un grave error, como se ha reportado anteriormente en CriptoNoticias.
Hoy en día plataformas como Compound funcionan gracias a stablecoins como DAI, ya que con ellas se pueden llevar a cabo lo que se conoce como préstamos colaterizados. Este sistema permite que un usuario pueda depositar DAI como garantía para pedir o prestar criptomonedas a terceros. El prestamista gana una tasa de interés por los tokens depositados, así como también tiene la oportunidad de sacar otros activos de la plataforma. Este nivel agrega nuevos contratos inteligentes que pueden ser vulnerables a errores técnicos y ataques de hackers, así como a riesgos financieros de volatilidad y especulación.
Por si fuera poco, las aplicaciones de préstamos con criptomonedas tienden a interactuar con otras plataformas, para generar mejores tasas de interés u ofrecer tokens de recompensa a sus usuarios. Los inversionistas tienden a sacarle provecho a esta interoperabilidad entre plataformas, llevando a cabo una estrategia de rendimiento financiero conocida como yield farming o “agricultura de rendimiento”.
Esta práctica funciona gracias al apalancamiento y arbitraje entre diversas tasas de interés ofrecidas por este mercado de préstamos. La idea de estos granjeros de las finanzas es depositar y pedir préstamos en DAI en estas plataformas, actividad que les permite recibir tokens de recompensas que llegan a acumular un rendimiento anual del 100%. Como pueden ver se trata de una intrincada cadena de operaciones que atraviesa la economía DeFi, donde distintos contratos inteligentes, oráculos, tokens y protocolos de gobernanza toman parte activa de esta inversión.
Si ya un solo nivel de contrato inteligente, el de MakerDAO, ha tenido vulnerabilidades técnicas y financieras que han amenazado con mermar las inversiones de sus usuarios, la acumulación de varios proyectos que podría no tener los mismos niveles de seguridad que MakerDAO multiplican aún más las probabilidades de que algo salga mal. El dinero en DeFi recorrer un intrincado camino lleno de obstáculos y abismos, pero muchos de sus usuarios no son conscientes de cuán graves pueden ser estas vulnerabilidades y que su dinero corre peligro.
Los riesgos acumulativos son una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento, lo que haría caer toda la torre financiera o desplomar sus precios. A diferencia del popular juego Lego, donde cada una de las piezas posee un mecanismo que la ancla y estabiliza para evitar una caída, DeFi no tiene una estrategia clara que salve al ecosistema cuando una de sus piezas base falle o sea atacada. En este sentido, las finanzas descentralizadas parecen más bien un juego de Jenga que hace equilibrios para no desplomarse y que tiene a sus participantes al borde de la angustia.
Los errores siempre pueden ocurrir, incluso cuando se han tomado las medidas máximas de seguridad. Por ejemplo, recientemente la plataforma Hegic tuvo un error de código humano que bloqueó todos los fondos de los usuarios. Este no es un caso aislado, puesto que otros proyectos financieros en Ethereum han sufrido ataques de hackers, vulnerabilidades en los contratos inteligentes o han sido estafas infiltradas en el corazón del ecosistema.
Cada uno de estos errores merma la reputación de DeFi, así como preocupa a aquellos que se encuentran dentro de este mercado. No es para menos, puesto que en la actualidad las aplicaciones DeFi poseen más de 7 mil millones de dólares depositados en sus contratos inteligentes. Esto no es cualquier número y la comunidad debe estar al tanto de que el maravilloso universo de las finanzas descentralizadas es altamente riesgoso. No es únicamente la gallina de huevos de oro, sino también la torre de dinero que amenaza con llevarse a todos por delante si colapsa por una vulnerabilidad crítica.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.