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China alegó el alto consumo eléctrico para desconectar a los mineros. Igual que en Venezuela.
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Estados Unidos, rival político y económico de China, es ahora el país con más minería de Bitcoin.
Venezuela emprendió recientemente una cruzada en contra de la minería de Bitcoin. En cuestión de días, funcionarios policiales han desconectado miles de equipos ASIC o de circuito integrado de aplicación específica. Todo por orden del gobierno de esa nación, el cual señala a la minería digital como responsable de las recurrentes fallas eléctricas.
Recordando los sucesos de China en el 2021, cuando las autoridades de esa nación asiática también decidieron prohibir la minería de Bitcoin, Venezuela emprendió un camino de cierres e incautaciones de equipos. Hasta ahora se contabilizan más de 13.000 mineros de Bitcoin confiscados por el gobierno.
La mayoría de las confiscaciones, al menos de las que se conocen públicamente, han ocurrido en las granjas ubicadas en el centro del país caribeño. Específicamente en los estados Carabobo y Aragua.
En esencia, el caso de Venezuela contra la minería de Bitcoin es una acción que rememora a aquellos días del 2021, cuando el –entonces– mayor país con tasa de hash y actividad minera de Bitcoin, que era China, ordenó la prohibición de toda la industria. Justamente, alegando un alto consumo de electricidad.
Hace tres años, el gigante asiático anunció medidas para desconectar y eliminar la minería de Bitcoin en su territorio. Indicaron que esa actividad requería de una importante carga de energía que sometía a escasez de electricidad a algunas provincias de China.
La decisión del país asiático fue un golpe directo al hashrate de la red Bitcoin, pues se trató de una de las naciones que más actividad de minería registró por mucho tiempo. De mayo a julio de 2021, el hashrate cayó un 50% producto de que China prohibiera de la minería de Bitcoin. Aunque luego se fue recuperando hasta superar máximos históricos.
En una línea de eventos similares, las autoridades venezolanas argumentan ahora que las granjas de minería de Bitcoin son las responsables de las fallas eléctricas en el país, considerando que el consumo de energía de estos centros de datos es alto.
Los allanamientos y confiscaciones de mineros en Venezuela prosiguen a la ordenanza del Ministerio de Energía Eléctrica, que notificó que todas las granjas de minería de Bitcoin deben ser desconectadas del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) debido a la alta demanda energética que requieren sus actividades.
Los operadores mineros expresaron su descontento por la decisión del gobierno, recordando que, no son parte del problema, por el contrario ellos pueden ser parte de la solución a la crisis eléctrica que afecta a la población debido a constantes racionamientos de energía.
Ahora bien, la ordenanza de China de prohibir la minería de Bitcoin dejó lecciones que, tal parece, no fueron aprendidas por Venezuela. En su lugar, prefirieron optar por la desconexión masiva de mineros, con todo y las consecuencias que eso deja.
¿Cuáles son esas lecciones?
- China dejó de percibir el desarrollo minero de Bitcoin
La prohibición impuesta en China detuvo el significativo crecimiento de la industria minera de Bitcoin en el país, la cual se destacaba por la innovación en la creación de equipos y tecnología más eficientes para la práctica de la minería digital.
Hay que recordar que, desde 2021, las principales empresas fabricantes de hardware para minar Bitcoin se dedicaron a la producción de equipos más potentes y eficientes, sobre todo, de cara al ya ejecutado cuarto halving de Bitcoin. Es así como en los últimos meses llegaron al mercado equipos ASIC con hashrate superior a los 180 TH/s, por ejemplo.
Uno de estos equipos es el Antminer S21 Pro de Bitmain 234 TH/s, lanzado en marzo de 2024, el cual se identifica como el minero de Bitcoin más eficiente de la historia. Otro equipo es el Canaan A1566 185 TH/s, que llegó al mercado a inicios de mayo, así como el Antminer S21 Hyd 335 TH/s, disponible desde septiembre de 2023.
Pero estos son equipos mineros que nunca podrán ser probados en China y, ahora, en Venezuela (al menos no legalmente). Esto porque ambas naciones se unieron para prohibir una actividad que ya está consagrada como industria.
- Intensa migración
Por la decisión china, los mineros de Bitcoin emprendieron un auténtico éxodo en búsqueda de una latitud que cuenta con una regulación más amigable con el sector. Un recorrido que inició en Kazajistán y Rusia, pocos meses después de la prohibición de China.
Sin embargo, ambos países mostraron aversión a la industria, lo que originó un nuevo movimiento masivo de mineros. Pero esta vez, fuera de la región.
Es así como desde toda Asia oriental se emprendió una migración hacia América del Norte, siendo Estados Unidos el nuevo destino de miles de mineros de Bitcoin que huyeron de la persecución de China y sus aliados en contra la industria.
Con esa migración vino la consecuencia para China de no percibir el desarrollo del sector minero ya descrito antes. Así como la pérdida del título como el mayor país productor de hash, el cual pasó a ser tomado por los Estados Unidos, actualmente, la más grande potencia minera de Bitcoin del mundo.
Esta lección parece no haber sido aprendida por Venezuela, que también podría ver, en sí misma, el comienzo de una migración de mineros hacia otras latitudes más amigables con la industria.
Así lo dijo el minero venezolano Alexis Lugo, director ejecutivo de la iniciativa Criptoneros. Él indicó a CriptoNoticias que la avanzada del gobierno venezolano contra el sector minero de Bitcoin, provocaría una migración geográfica de operadores.
Si la advertencia de Lugo se concreta y se repite el escenario chino en Venezuela, la nación caribeña en otrora líder de la industria minera podría quedar fuera del desarrollo y la innovación del importante sector de Bitcoin, que cada vez se acrecienta más.
A todo eso se suma que, con la migración de mineros, se desaparecerá de Venezuela una industria que generaba empleos directos e indirectos, ingresos al Estado y desarrollo para el país suramericano.
- Auge de la minería clandestina
Debido a la prohibición de la minería de Bitcoin en China, se dieron alicientes para que se emprendiera la actividad clandestina. Fue tan rápido como en diciembre, apenas siete meses después de la decisión, que se comenzaron a ver los primeros focos de minería clandestina en el gigante asiático.
En aquel entonces se supo que pequeños mineros se mantenían operando sin llamar la atención de los reguladores chinos. Para esto lograron dividir sus operaciones en distintas granjas a lo largo del país, dificultando la detección de las autoridades, tal como lo reportó CriptoNoticias.
La minería clandestina en China llegó al punto en que hizo que ese país se mantenga, hoy por hoy, como uno de los grandes productores de hash. Un estudio del investigador Daniel Batten publicado en abril pasado, evidencia que aun con todo y prohibición, China ostenta el 15% del poder de cómputo global de la red Bitcoin.
Se trata de una cifra que “sigue siendo significativa”, según el analista, quien afirma que China, aunque exteriormente dice que la minería está prohibida, “en realidad no es así”.
Ahora, la realidad de China, puede extrapolarse a Venezuela, con abundancia de mineros operando en la clandestinidad. Esto, al recordar que esa nación caribeña cuenta con una de las tarifas eléctricas más bajas del mundo, lo que podría propiciar las operaciones mineras aun con todo y prohibición.
Además, las actividades clandestinas no son novedosas en Venezuela. Ello, al recordar que esa nación está en medio de una incertidumbre regulatoria producto de la intervención del principal organismo regulador del sector, la Superintendencia de Criptoactivos (Sunacrip).
Según las autoridades, Sunacrip estuvo involucrada en un esquema de corrupción gubernamental multimillonario, que costó la desaparición de unos USD 20.000 millones, aproximadamente.
Por ese escándalo han sido arrestados varios políticos y empresarios venezolanos. También se procedió a la reestructuración del ente regulador del sector de criptoactivos en el país. Un proceso que ha durado más de un año (y se ha llevado a cabo en completo silencio).
El hecho es que desde que el Estado intervino Sunacrip, las actividades mineras en Venezuela se paralizaron parcial y voluntariamente. Sin embargo, tras varios meses de silencio e inactividad, CriptoNoticias pudo conocer de operadores que reactivaron sus máquinas ASIC para minar, partiendo de que contaban con todos los permisos necesarios.
Pero la nueva decisión del gobierno parece echar por tierra que los mineros venezolanos están regulados y licenciados. También, que existe toda una jurisprudencia para la industria minera. La ordenanza, de nuevo, es desconectar todas las granjas del territorio nacional. Aun si eso propiciase la actividad en la clandestinidad.