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Todavía quedan pools de minería que están aceptando trabajar con mineros con base en China.
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Mineros construyen subestaciones eléctricas propias, con las cuales pueden abastecerse.
Toda una hazaña y un gran riesgo. Esas son las dos nuevas características de la minería de Bitcoin (BTC) en China, país donde las represas hidroeléctricas, los pools y las operaciones clandestinas se convirtieron en las opciones que tienen los mineros para seguir funcionando y pasar desapercibidos ante la prohibición del gobierno.
Un reportaje de la CNBC publicado este fin de semana sobre la actividad de minería en el gigante asiático reveló las maneras en que se mantiene la operación. Según fuentes de ese medio, China, aun con la prohibición, concentra el 20% del hash rate mundial.
De acuerdo con las fuentes consultadas por el periódico estadounidense, son los pequeños mineros los que se mantienen operando sin llamar la atención de los reguladores chinos. Para eso, dividieron sus operaciones mineras en varias granjas a lo largo del país, de manera que las autoridades no pudieran detectarlas.
Otros fueron más astutos y aprovecharon las fuentes de energía locales, como represas hidroeléctricas en áreas rurales que son independientes de la red energética principal de China.
Uno de los consultados por CNBC, que mina criptomonedas desde 2015 y es llamado «Ben», reveló que tiene 1.000 plataformas de minería que funcionan apoyadas en la red principal y otras 5.000 unidades trabajando con energía hidroeléctrica, aprovechando la fuente ubicada en la provincia de Sichuan, al sur de China.
Los mineros que tiene conectados a la red principal están esparcidos por todo el país, todo a cuentas de evitar ser detectado por el gobierno. «Están por todas partes [los mineros]. No encontrarás un patrón», señaló al medio, y luego precisó que sus equipos están conectados a las líneas eléctricas industriales de las compañías de algunos amigos, que le permiten tomar energía adicional.
Marshall Long, quien es un minero de Bitcoin de larga data, convalida eso. «Están extrayendo de la red, y ahora son de menor escala, por lo que están fragmentados», precisó, en referencia a sus amigos que minan en China sin ser detectados.
«Por lo general, lo hacen con 20 megavatios o menos, por lo que son como comprar una casa a su manera para permitirles minar a pequeña escala», dijo el especialista.
Volviendo al tema hidroeléctrico, destacan que la temporada de lluvias en China, que se extiende desde mayo a octubre, junto con las lluvias monzónicas, son traducibles como abundancia energética. Esto lo aprovechan, por lo general, las represas ubicadas en las provincias de Yunnan y la ya mencionada Sichuan.
En la segunda, «hay muchos mineros conectados a cientos y miles de represas hidroeléctricas», en palabras de Kevin Zhang, de la compañía Foundry.
Ben, según CNBC, tiene la mayoría de sus plataformas operando con energía hidroeléctrica, sumando dos lugares en Sichuan. Uno opera con 12 megavatios y otro con 8 megavatios. Si bien es poco, afirma que, en los actuales momentos, una granja con más de un megavatio es un sitio «considerable», dadas las restricciones.
Pools de minería, un refugio para mineros de Bitcoin en China
Sobre los pools, destacan en el reportaje que la mayoría de los mineros chinos que siguen operando aun con todo el riesgo que ese supone, lo hacen apoyándose en los pools de minería, con los cuales pueden ocultar sus huellas digitales, pues combinan su poder de cómputo.
Si bien hay muchos grupos de minería que han anunciado una suspensión de servicios dentro de China, varias fuentes del medio dijeron que algunos grupos extranjeros todavía están contratando mineros chinos.
«Esconden su hash rate», dijo Ben, al referirse a la unión de mineros a los pools de minería, donde colaboran. pero sin firmar con sus nombres, rompiendo el protocolo propio de la minería de Bitcoin.
«Un pool no tiene que revelar ningún dato. Básicamente, le estás diciendo al mundo que mis ingresos son solo la mitad de lo que realmente tengo. No te jactas de ello», indicó Ben.
De hecho, esa acción puede ayudar a entender por qué la participación china en el mercado mundial de BTC se redujo a cero, pues los datos de la minería se basan en los datos que son compartidos voluntariamente por los pools.
Si bien los pools son una opción tranquila para trabajar con los mineros chinos, también es cierto que han sido bastante útiles para muchas de las operaciones que se están suscitando de forma clandestina, de acuerdo con las fuentes del medio.
«Hay algunos pools más grandes a las que todavía les importa. De hecho, brindan una gran cantidad de soporte técnico para ayudarlos, en caso de que su propia gente no tenga la capacidad técnica para configurarlo», indicó Ben.
De hecho, el mismo Ben confesó trabajar con un pool. Dijo que un servidor le ayudo a lograr que su granja pareciera tener menos conexiones, pues cuando una dirección IP tiene miles de puntos, resulta en una actividad sospechosa que luego es perseguida.
«Después de que hagan su magia, solo verás cinco máquinas (de minería), lo que entonces no parece sospechoso, porque cualquier hogar puede tener eso», indicó.
Construir subestaciones propias
En China, la inventiva es algo común. Además de los pools y la energía hidroeléctrica, los mineros apostaron a la construcción de subestaciones propias, con las cuales pueden abastecerse desde las centrales eléctricas.
Acá, los transformadores toman la energía de una subestación del sistema eléctrico nacional y la convierten a un voltaje más bajo que luego se puede usar para alimentar a los mineros de Bitcoin.
No obstante, esa medida todavía es visible a los ojos de las autoridades, que persiguen a quienes desafían la prohibición de minar Bitcoin, según lo reportamos en CriptoNoticias.
China Telecom, que es una de las compañías de telecomunicaciones de ese país, también funge de fiscal y policía contra la minería, vigilando el uso de la electricidad.
Según explicó Ben, cuando se identifica un uso desproporcionado de energía, China Telecom remite la actividad al gobierno central, quien luego transmite esta información a la provincia o ciudad específica donde está ocurriendo la supuesta minería. A partir de ahí, el gobierno local llama directamente a la central eléctrica para investigar la acusación.
Asimismo, los mineros de Bitcoin suelen operar ocultando su dirección IP a través del uso de un VPN, en un intento de ocultar la huella digital. Sin embargo, el Estado chino conoce de ese truco y, por tanto, ha avanzado contra su uso.
De cualquier forma, todo esto demuestra que aun con las prohibiciones más forzadas, Bitcoin es imbatible. China, ciertamente, asestó un duro golpe contra la minería en su territorio, sin que eso supusiera su eliminación. Quedará por ver si en 2022 se mantiene el férreo control que, por lo visto, se ha deteriorado en pocas semanas.