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La huella de carbono de los equipos de minería es mínima frente a la producción de energía.
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La mayoría de la energía requerida por la minería de bitcoin viene de fuentes hidroeléctricas.
La minería de Bitcoin consumió suficiente electricidad el año pasado para generar emisiones de carbono a la par con Estonia, de acuerdo a un estudio que sugiere que el impacto ambiental de esa criptomoneda no es tan grande como se pensaba.
Investigaciones anteriores han sugerido que las emisiones debidas a la minería de bitcoin —en la que se usa poder de cómputo para resolver un desafío matemático y crear nuevas criptomonedas— pudieran alcanzar los 63 millones de toneladas (megatoneladas) de CO2 por año. Algunos investigadores han llegado a afirmar que solo el impacto ambiental de la minería de bitcoin pudiese echar por tierra los objetivos de mejoras al clima mundial.
Susanne Köhler y Massimo Pizzol, de la Universidad de Aalborg en Dinamarca, encontraron que los estimados previos habían partido de premisas incorrectas, como que las emisiones de carbono debido a la generación de electricidad eran uniformes en toda China, donde ellos señalaron que tiene lugar un poco más de la mitad de la minería.
Pero, si se consideran las emisiones dentro de China por regiones, se obtienen huellas mucho menores, de 17,29 megatoneladas de CO2 en 2018. Mientras que Mongolia, zona carbonífera por excelencia, solo representó el 12,3% de la minería de bitcoin, esa región aportó más de la cuarta parte de las emisiones totales. El efecto inverso se manifestó en la provincia china de Sichuan, donde predomina la energía hidroeléctrica.
Para los investigadores, lo que contribuye en mayor medida a las emisiones de carbono atribuibles a la minería no son los equipos mineros en sí, que solo son responsables del 1% de las emisiones, sino la producción de la energía eléctrica que se usa en la minería.
Köhler dice que los hallazgos del estudio no significan que podemos dejar de preocuparnos sobre bitcoin —especialmente cuando la energía requerida por cada nuevo bitcoin está creciendo—, pero debiéramos poner el tema en perspectiva.
Por una parte, tenemos las voces alarmistas que dicen que no entraremos en los acuerdos de París por causa exclusiva de bitcoin. Pero por otra parte, hay muchas voces de la comunidad en torno a bitcoin que dice que la mayoría de la minería se realiza con energías verdes y que no es de alto impacto.
Susanne Köhler y Massimo Pizzol, Universidad de Aalborg , Dinamarca
Llegar a un mejor dominio de la huella de carbono de bitcoin puede resultar elusivo, hasta que no tengamos datos más precisos de dónde se realiza minería, una información que es escasa en la actualidad, según Köhler y Pizzol.
Camilo Mora, de la Universidad de Hawaii, quien no estuvo involucrado en el estudio, dice que los resultados muestran la necesidad de una mayor transparencia en las localidades y en los equipos usados para la minería de bitcoin. Aunque el nuevo estimado de la contribución de la criptomoneda pionera al clima es más pequeño, el académico señala que es difícil de creer que esos impactos son triviales, dado que en muchos países, incluyendo a China, se está considerando la regulación de la actividad por su gran consumo de electricidad.
En su reporte de junio de 2019, la firma de inversión e investigación en criptomonedas CoinShares estimó que el 74% de toda la electricidad asociada a la minería de Bitcoin vienen de fuentes de energía renovables. De hecho, entre el 50% y el 60% del poder total de procesamiento de Bitcoin viene de la provincia de Sichuan en China, durante la temporada de lluvias, dada la abundancia de energía hidroeléctrica barata.
Versión traducida del artículo de Adam Vaughan, publicado en The New Scientist.