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Según varias estimaciones, los videojuegos consumen 46% más electricidad que la minería de Bitcoin.
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La minería de Bitcoin usa más fuentes de energías renovables que la ejecución de videojuegos.
Mucho se ha dicho en los últimos años sobre el consumo de electricidad en el proceso de minería de Bitcoin. De hecho, el impacto ambiental negativo se ha convertido en uno de los aspectos que más resaltan los contrarios a Bitcoin, como parte de las críticas a esa criptomoneda.
Sin embargo, los datos suministrados sin contexto pueden llevar a las conclusiones equivocadas, y este es frecuentemente el caso cuando los periodistas escriben sobre la minería de Bitcoin. El total (estimado) de la energía consumida por esta actividad es de hecho bastante alta y además crece rápidamente a medida que se incrementa el poder de procesamiento de la red. No obstante el verdadero impacto de esta en el mundo es poco entendida y frecuentemente presentada de forma inadecuada.
En este artículo, compararemos el consumo eléctrico de la minería de Bitcoin con el de todas las consolas y computadores que ejecutan videojuegos. Luego, discutiremos la diferencia de las fuentes típicas de electricidad para las dos actividades y sus respectivos impactos ambientales.
Comenzaremos con una actualización de la más frecuentes de las comparaciones de consumo eléctrico: Bitcoin vs. los países.
Consumo de electricidad de Bitcoin respecto al de los países
En 2017 se hizo popular comparar el consumo total de electricidad de Bitcoin con el de países completos. Con ese propósito, la Universidad de Cambridge creó una herramienta llamada Cambridge Bitcoin Energy Comsuption (CBECI), que hace seguimiento al consumo de electricidad de la minería de Bitcoin, anualizada, y realiza ciertas comparaciones para proveer cierto contexto.
Actualizada en noviembre de 2019, el estimado de la energía consumida por Bitcoin está en el mismo rango de países como Colombia, Venezuela y Chile.
Es destacable que se trata de una cifra pequeña comparada con China (5.564 TWh por año) y Estados Unidos (3.902 TWh por año).
Ahora veamos la comparación que verdaderamente nos interesa.
Bitcoin vs. Videojuegos en consumo de electricidad
Primero, hay que aclarar que los siguientes y cálculos son estimaciones, con márgenes de erroro potencialmente altos.
El consumo de energía de la minería de Bitcoin varía de acuerdo al poder de procesamiento total de la red y de la eficiencia de cada una de los equipos de minería que se usan. Por ejemplo, producir 100 EH/s (10 exahashs por segundo) usando solo los más recientes y eficientes mineros ASIC, consume notablemente menos electricidad que si se usara, digamos, solamente equipos ASIC de 2017 o anteriores.
Tomando eso en cuenta, CBECI tiene una metodología bastante robusta para calcular consumo de electricidad, así qye nos sentimos satisfechos con el estimado de 71,55 TWh por año, para noviembre de 2019.
El consumo global de electricidad de los videojuegos es ustancialmente más difícil de estimar. Por una parte, hay una gran diversidad de dispositivos para ejecución de juegos de video. Las consolas de juegos como PlayStation 4 y xBox One, consumen menos electricidad que los computadores de alta gama usados en juegos como Digital Storm – Velox, así que considerar que todos los dispositivos de juego son similares en consumo no sería ni remotamente preciso. Además, hay una complicación adicional, que los computadores y consoloas de juego no están encendidos 24 x 7 como los equipos de minería de Bitcoin.
Para estimar el consumo de energía asociado a la ejecución de juegos de video se requieren considerara factores como los mencionados y muchos otros. De hecho, eso estaría fuera del alcance de este artículo. Afortunadamente, un equipo de investigadores del Lawrence Berkeley National Laboratory realizaron en 2018 una investigación sobre el consumo de energía de los juegos de video en California, Estados Unidos. Tomaron en cuenta factores como la popularidad de los juegos, sus respectivas eficiencias, las conductas típicas de los jugadores, entre otros.
Se puede tener una mejor idea de la rigurosidad de esta metodología al observar los gráficos siguientes que reflejan el consumo ponderado de una gran variedad de sistemas para ejecutar videojuegos, de acuerdo a las conductas típicas de diversas categorías de jugadores.
Después de tomar en cuenta todos estos datos, el quipo de investigación concluyó que el consumo anual de electricidad de la ejecución de videojuegos en el estado de California, en 2016 fue de 4,1 TWh por año, aproximadamente.
Ahora nos quedaría la tarea de extrapolar ese estimado para todo el mundo. (Esta es una buena oportunidad para reiterar que esos estimados tienen un margen de error potencialmente alto.)
Primero debemos usar el estimado obtenido en California para obtener un estimado para los Estados Unidos. La población de California es de 40 millones y la población total de EE. UU. es de 327 millones, aproximadamente. Si multiplicamos el consumo de California de 4,1 TWh por 327/40, obtendríamos el consumo total aproximado de Estados Unidos en videojuegos. 33,5 TWh.
Considerando que los Estados Unidos representan el 32% de los ingresos de las empresas de juegos de video, de acuerdo a datos del Video Game Industry Overview, publicado por WePC, podríamos hacer la extrapolación (admitamos que está lejos de ser perfecta) de que ese país también es responsable del 32% del consumo global de electricidad de los videojuegos. En ese caso, llegaríamos a la conclusión de que la ejecución de los juegos de video se asocia un consumo de electricidad global de 104,7 TWh.
Conclusiones
Sobre la base de estos estimados aproximados, podemos apreciar que el consumo mundial de electricidad debido a la ejecución de juegos de video es 46% mayor que el consumo total de energía de Bitcoin, para noviembre de 2019. Sin embargo, debido a lo impreciso de los estimados, una conclusión mejor es simplemente que las dos cantidades están bastante cerca una de la otra. Esto suministra un mejor contexto e impacto de la minería de Bitcoin actual, que comparar directamente el consumo anual de energía directamente con el consumo de países pequeños.
Pero es mucho más importante entender de dónde está viniendo esa energía eléctrica. En su reporte de junio de 2019, la firma de inversión e investigación en criptomonedas CoinShares estimó que el 74% de toda la electricidad asociada a la minería de Bitcoin vienen de fuentes de energía renovables. De hecho, entre el 50% y el 60% del poder total de procesamiento de Bitcoin viene de la provincia de Sechuan en China, durante la sesión de lluvias, dada la abundancia de energía hidoroeléctrica barata. Mucha de esta capacidad quedaría sin uso de no ser empleada en la minería de Bitcoin, ya que es difícil de almacenar y de transportar. Cuando la sesión lluviosa culmina, muchos mineros mueven sus operaciones a otros sitios donde puedan aprovechar electricidad y energía eólica baratas.
Por otra parte, la Oficina de Información de Energía de los Estados Unidos, US EIA, por sus siglas en inglés, estimó que en 2015, solo el 23% de la generación mundial de electricidad provino de fuentes renovables.
En su artículo La Prueba de Trabajo es eficiente, Den Held dice: «Bitcoin es una super mercancía, emitida con energía, que es la mercancía fundamental del universo. PoW transmuta la energía en oro digital». En otras palabras, Bitcoin es como las baterías que todavía no tenemos, capaces de almacenar el exceso de energía y mantener su valor en el tiempo.
Versión traducida del artículo enviado por @braiins_systems y @slush_pool a esta redacción.