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Mineros afirmaron a CriptoNoticias que la electricidad tiene un alto agregado impositivo en el país.
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En las importaciones, hace falta "una reforma brutal", aseguró uno de los consultados.
Luis Caputo, ministro de Economía de Argentina recientemente designado por Javier Milei, hizo anuncios importantes el martes 12 de diciembre. Pese a que las medidas impactan en una parte importante de la población y las industrias, la minería de Bitcoin no prevé cambios importantes con respecto a las condiciones actuales.
Los anuncios económicos fueron varios, pero dos de ellos pueden impactar directamente en la rentabilidad de los mineros. El primero es la liberación de las importaciones, que podría facilitar la llegada de equipos de minería de Bitcoin al país; y la segunda es la quita de subsidios en las tarifas de electricidad, que podría llevar a un aumento en el servicio.
Para conocer de primera mano cómo se recibieron los anuncios de la incipiente gestión de Milei, CriptoNoticias consultó a diferentes personas abocadas a la minería de Bitcoin en Argentina. En general, el denominador común fue la cautela ante las medidas expuestas por Caputo.
El complejo proceso de importación en Argentina
Federico Lang, quien trabaja en la industria de Data Centers y es también asesor e inversor en proyectos de minería dentro y fuera de Argentina, no cree que la liberación de importaciones sea tan sencilla de ejecutar en la práctica. «Hay mucha intermediación y procedimientos burocráticos en el medio», fundamenta.
Entre impuestos, trámites y certificaciones, «si no se hace una reforma brutal de cómo funcionan las importaciones, no se va a arreglar nada», asegura. Eso sí, reconoce el impacto de los costos de importación para la minería de Bitcoin: «Es tan trabado el traer equipos al país que cuando se hacen los cálculos no tiene sentido la energía barata, porque el minero me va a costar carísimo».
Por otro lado, con respecto a los costos energéticos y una potencial quita de subsidios, remarcó el peso de los impuestos en la tarifa eléctrica en el país. «El 40% de las facturas de electricidad actuales son impuestos de las provincias o de los municipios», detalló.
Además, destacó que «ya hubo una quita de subsidios», en referencia a una medida tomada por Alberto Fernández, presidente anterior, en 2022. «Hay que ver a qué se refieren ahora», continuó Lang, quien especula que «se apunta más a la clase media» en los nuevos anuncios que dio ayer el gobierno argentino. A eso, sumó el detalle de que «en Argentina se subsidia ‘aguas arriba’, a las distribuidoras, a nivel de generación y transporte, pero no a los usuarios».
Si el gobierno implementa una política de libre mercado en el servicio energético, puede haber un problema, piensa. «Porque yo no puedo elegir quién me provee la energía, salvo que tenga un contrato grande; si se libera todo, el que vende la energía hoy caza en el zoológico», argumenta, pese a que aclara que hasta ahora no hay certezas en ese sentido.
Tarifas especiales en ciertos puntos del país
Otros mineros de Bitcoin en Argentina esperan que en esta oportunidad se tengan los resultados positivos que no se han logrado en el pasado. Es que algunos de ellos tienen costos operativos aún más altos. Ciertas provincias, como Tierra del Fuego, establecen tarifas especiales para los mineros.
Ese es el caso de Walter Salama, CEO de la empresa minera BitPatagonia, que comparte jurisdicción con más de una veintena de compañías mineras de Bitcoin en el territorio más austral de Argentina. «En Tierra del Fuego no solo no tenemos subsidios, sino que además tenemos una tarifa de minería, que es la más cara del país», dijo Salama en diálogo con este medio.
El costo del servicio en la provincia es tan elevado que «hasta la fecha, durante todo este año estuvimos apagados y con suspensiones porque no daban los costos», cuenta. Incluso el incremento del precio de bitcoin (BTC) en lo que va del año, superior al 150%, no alcanza para cubrir «el aumento del 800% en dólares de los costos locales» de operación. «La energía sube todos los meses», asegura.
Salama, que ingresó a la minería de Bitcoin con su empresa en 2017, tampoco cree que la liberación de importaciones alivie la carga para el sector. «Estamos en la misma categoría que las máquinas tragamonedas de los casinos, que es ‘bienes suntuosos'», asegura, aunque conserva sus expectativas de que se quiten las trabas a la importación de ASIC en el futuro.
