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Luego de tres años, KryptoVault cerró sus instalaciones en el pueblo de Stokmarknes, Noruega.
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El centro minero de BTC tenía un consumo anual similar al de 3.200 hogares en esta región.
Tras el cierre de una instalación de minería de bitcoin (BTC) en un pueblo de Noruega, los ciudadanos pagarán un 20% más en las tarifas de electricidad. Esto se debe a que el exceso de energía liberado por el cierre de la empresa minera deberá ser afrontado por los habitantes de esta locación.
Esto ocurrió en Stokmarknes, un pueblo pequeño de 3.500 habitantes aproximadamente, ubicado en la isla de Hadsel, en la costa norte de Noruega. Allí, la compañía KryptoVault operaba un centro de minería de bitcoin desde hacía tres años.
Los equipos mineros, al estar conectados todo el tiempo a una fuente de electricidad no sólo consumen mucha energía, sino que generan mucho calor, el cual puede perjudicar el rendimiento y la longevidad de los dispositivos. Para sostener estas instalaciones es necesario un sistema de refrigeración que logre apaciguar la temperatura y la mantenga en un nivel bajo.
Desde su puesta en funcionamiento, habitantes de Stokmarknes presentaron quejas por los ruidos causados por la instalación minera de KryptoVault. En particular por el sistema de ventilación con ventiladores industriales utilizados para extraer el calor del recinto donde operaban los dispositivos. Producto de ello, la semana pasada, el municipio decidió no renovarle el permiso para operar a la compañía, por lo que tuvo que cerrar sus puertas.
El excedente energético que ahora no consume la minera de bitcoin impactará en las tarifas de los habitantes de este pueblo noruego, quienes saldarán el pago de ese 20% extra desde el próximo mes.
Con respecto a esto, el alcalde de la ciudad, Kjell-Børge Freiberg (hijo), explicó que la distribución del excedente de energía hacia el resto de los ciudadanos está ligada a una regulación nacional del sistema eléctrico fuera de su competencia. Además, comunicó que están en búsqueda de nuevos proyectos que puedan asumir el excedente energético que quedó tras el cierre de la minera de BTC para mitigar los costos de los ciudadanos.
¿Por qué las empresas de electricidad aumentan sus tarifas?
Cuando un gran cliente deja de consumir electricidad de repente, la demanda total de energía disminuye, pero no así los costos fijos de la empresa que ofrece el servicio.
Para poder hacer frente a los mismos niveles de producción sin su principal cliente, las compañías eléctricas suelen aumentar las tarifas para los demás. Esto se debe a que las plantas eléctricas operan más eficientemente cuando tienen una demanda constante y elevada, lo que les permite aprovechar al máximo su infraestructura.
La salida de un cliente importante puede alterar esa estabilidad, lo que se traduce en un aumento de los costos por unidad de energía debido a la pérdida de eficiencia operativa.
Otra respuesta podría vincularse a que los grandes consumidores suelen tener contratos especiales con tarifas reducidas por su alto volumen de consumo. Si estos clientes se retiran, las empresas eléctricas podrían verse obligadas a reajustar las tarifas para el resto de los usuarios, compensando así la disminución en sus ingresos.
El medio local que reportó esta situación informó que el consumo anual de este centro minero de bitcoin era de 80 gigavatios por hora (GWh) al año. Esto equivale a alrededor del consumo anual de 3.200 hogares en esta región.
Cada hogar gastaba un promedio de 12.000 o 13.000 coronas noruegas anuales, lo que equivale a 1.100 dólares aproximadamente. Con este aumento, pasarán a abonar alrededor de 2.500 o 3.000 coronas noruegas más, según el reporte.