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Por ahora, bitcoin mantiene una estructura que puede calificarse como alcista.
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Se precisa una recuperación de la demanda y la convicción para alcanzar nuevos máximos.
El precio de bitcoin (BTC) consolidó una lateralización entre los USD 100.000 y USD 110.000, algo demostrado tras la recuperación de la caída a 99.000 dólares el fin de semana pasado. En general, el movimiento en ese rango de precios refleja la incertidumbre general del mercado y la posible compresión de la cotización del activo.
Según el más reciente análisis de la firma Glassnode, si bitcoin se mantiene sobre el rango de los USD 93.000 y los USD 100.000, la tendencia alcista a largo plazo de esta moneda se mantendrá vigente en las próximas semanas.
Ahora, si retrocediera y cayera por debajo de esa marca, podría desencadenarse una corrección aún mayor para BTC, sobre todo si los inversores que compraron cerca de ese nivel comienzan a vender en masa.
La siguiente gráfica, llamada Mapa de Calor de la Distribución de la Base de Costos, permite visualizar la distribución de los precios a los que los inversores adquirieron BTC y cómo estos se concentran en ciertos rangos de precios. En este caso, se destaca el rango de 93.000 y 100.000 dólares como un área clave de compra.
Actualmente hay señales de que la rentabilidad de los inversores está disminuyendo y la actividad dentro de la red se ha enfriado. Se trata de comportamientos comunes, en momentos en que el mercado se toma una pausa después de subidas importantes.
Mientras no aumenten las ganancias y el movimiento de fondos en la red, es poco probable que BTC alcance nuevos máximos, dicen desde Glassnode.
Esto coincide con el análisis realizado por la firma CryptoQuant, que señala que la entrada de nuevo dinero, un factor clave para sostener el impulso de los precios, muestra señales de agotamiento, tal como reportó CriptoNoticias.
Una fase de enfriamiento en marcha
Si se observa la rentabilidad total acumulada en este ciclo actual y se compara con el del periodo de 2020-2022, se denota que, en aquel entonces, los inversores ganaron unos USD 550.000 millones en total, mientras que en este ciclo ya se han ganado más de USD 650.000 millones, como se ve en la gráfica a continuación:
Sin embargo, “el mercado parece estar en una fase de enfriamiento después de la tercera ola significativa de toma de ganancias”, señalan desde Glassnode. Esto sugiere que, aunque ya se han obtenido muchas ganancias, ahora los inversores están siendo más cautelosos.
Otro indicador de que hay un enfriamiento en marcha, es la cantidad de dinero moviéndose en la red de Bitcoin, que también está bajando. El promedio de 7 días del volumen de transferencias cayó un 32%, desde un pico de USD 76.000 millones, a fines de mayo, hasta USD 52.000 millones el fin de semana pasado.
Además, el último intento de BTC por superar su máximo histórico (cuando alcanzó los USD 111.000) no vino acompañado de un aumento en el volumen de compra y venta al contado, que ahora está en USD 7.700 millones, mucho menos que los niveles vistos en otros momentos fuertes del mercado.
Y si bien existe expectativa todavía, ya que el mercado de futuros sigue teniendo bastante actividad, incluso durante la reciente subida; este interés no es tan agresivo como antes, tal como se puede apreciar en el siguiente gráfico. Las tasas de financiación y otras métricas clave están bajando, lo que indica menos ganas de apostar fuerte a que el precio siga subiendo.
Esto podría deberse a que muchos están haciendo estrategias más conservadoras, como arbitraje, o incluso estimando que el precio bajará. Todo esto muestra que el entusiasmo especulativo ha perdido fuerza.
¿Cómo seguirá el precio entonces?
Como ya vimos, en este momento, el mercado de bitcoin parece estar en una especie de pausa, donde el precio se mantiene dentro de un rango estrecho y no muestra una dirección clara.
Este patrón de comportamiento, donde el precio se consolida sin movimientos significativos, suele preceder a una ruptura importante, ya sea alcista o bajista, dependiendo de factores externos que actúen como catalizadores.
Si el mercado recibe señales positivas, como mejoras económicas, mayor adopción institucional o una entrada masiva de capital, el precio podría experimentar un fuerte repunte alcista. Por el contrario, si surgen noticias negativas, aumenta el temor entre los inversores o se quiebra un nivel de soporte clave, es probable que el precio caiga abruptamente, desencadenando un movimiento bajista significativo.
Los catalizadores alcistas potenciales incluyen acuerdos de paz más sólidos en Oriente Medio, un cese al fuego entre Rusia y Ucrania, la reducción de tasas de interés en Estados Unidos o indicios de una posible baja de tasas en ese país. Mientras que los propulsores bajistas potenciales abarcan una escalada en los conflictos armados que se libran actualmente en el mundo, así como una reanudación de la guerra arancelaria de los Estados Unidos o incluso eventos imprevistos de alto impacto, conocidos como cisnes negros.
Como quiera que sea, hay analistas como Ryan Lee, analista jefe de Bitget Research, que estiman que BTC alcanzará el rango entre 110.000 y 115.000 dólares para el tercer trimestre del año. Otros, como Willy Woo, analista y trader profesional, opinan que el ciclo alcista de BTC “está entrando en su fase final”, como ha reportado CriptoNoticias.
En general, el comportamiento actual de BTC sugiere que se está acumulando tensión en el mercado. Esa tensión, tarde o temprano, se liberará en forma de un movimiento brusco, ya sea hacia arriba o hacia abajo. La dirección, por supuesto, dependerá de qué tipo de evento o noticia actúe como catalizador.