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Bitcoin está entrando en un nuevo período de altos rendimientos sin fluctuaciones bruscas.
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Así, bitcoin se está liberando de una de las críticas más frecuentes.
Cada vez más empresas, gobiernos y fondos de inversión están incorporando bitcoin (BTC) como activo de reserva, lo que, a su vez, contribuye a reducir de forma progresiva su volatilidad.
Esto ocurre porque, al aumentar la cantidad de instituciones que mantienen sus BTC a largo plazo, los movimientos bruscos de precios son menos frecuentes, aportando mayor estabilidad a su cotización.
En línea con esta tendencia, un análisis de Ecoinometrics basado en un mapa de calor refuerza la idea de que bitcoin está entrando en una nueva etapa. La conclusión es clara: “Este ya no es el BTC de antes. Está entrando en un nuevo régimen: fuertes rendimientos sin fluctuaciones bruscas. Esto supone un cambio radical para los asignadores que gestionan presupuestos de volatilidad”.
El gráfico tiene una barra que muestra el Rango de Volatilidad de BTC en Percentil (Bitcoin Volatility Rank Percentile, en inglés). Indica la volatilidad de la moneda creada por Satoshi Nakamoto, en comparación con su comportamiento histórico. La escala va de 0 a 100 percentil, donde el azul (0-25 percentil) representa las semanas menos volátiles, el verde (50) es el medio y el rojo (75-100) son las semanas más volátiles.
Un percentil es una medida que indica qué porcentaje de los datos es menor que un valor dado. Por ejemplo, si una semana está en el percentil 10, implica que solo el 10% de las semanas fueron menos volátiles y el 90% fueron más inestables.
Tal como se observa, durante entre la semana 13 y 26 de 2025, la volatilidad de BTC se ubicó cerca del percentil 10, lo que significa que fue más baja que en el 90% de las semanas analizadas desde 2015. Otro dato a tener en cuenta es que, en los últimos 3 años, no se registró ninguna semana en rojo.
Para los analistas de Ecoinometrics, este cambio «hace que sea más fácil incorporar BTC a las carteras institucionales sin romper los modelos de riesgo, porque cuanto más se cotice como un activo macroeconómico estable, más difícil será ignorarlo».
Es decir, este comportamiento refuerza la tesis de que BTC se está consolidando como un activo de reserva y, por ello, cada vez más empresas emiten deuda para acumular BTC en sus tesorerías, siguiendo el modelo que Michael Saylor, CEO de Strategy, inició en 2020.
Con ello, BTC también comienza a revertir una de las críticas que ha recibido desde su aparición en 2009: su alta volatilidad. Durante años, esta característica fue señalada como el principal obstáculo para su adopción institucional. Sin embargo, con la reciente estabilidad en su comportamiento de precios, BTC muestra cualidades más propias de un refugio de valor que de un activo de riesgo.
Para BlackRock, la gestora de activos más grande del mundo, BTC es un “activo diversificador único” porque sus características propias lo convierten «en una cobertura contra riesgos que los activos tradicionales no pueden abordar, particularmente en tiempos de mayor incertidumbre geopolítica y económica».
Asimismo, los analistas de la firma opinan: “A medida que más inversionistas entiendan y aprecien la naturaleza de ‘oro digital’ de bitcoin, es razonable esperar que continúen utilizando esta herramienta. Esto puede sostener o aumentar el precio a largo plazo”.
Como ha informado CriptoNoticias, BTC es considerado por muchos inversionistas como “oro digital” por las características que comparte con el metal precioso. Es un activo descentralizado y resistente a la censura de bancos y gobiernos.
Su precio puede aumentar a mediano o largo plazo porque su suministro está limitado a 21 millones de unidades, cuya emisión se reduce cada cuatro años en un evento conocido como halving. Por simple ley de oferta y demanda, si más empresas, inversionistas o gobiernos quieren BTC, habrá menos unidades disponibles en el mercado.
Otro factor a tener en cuenta es que BTC no se devalúa por la inflación o las políticas monetarias de los bancos centrales, a diferencia del dinero fíat. Esto refuerza su atractivo como una reserva de valor en un contexto macroeconómico incierto.
Por último, es importante destacar que la reducción de los movimientos bruscos en el precio de BTC, según lo revelado en este análisis, podría traer consigo otra consecuencia: a medida que las fluctuaciones abruptas disminuyen, algunos traders que históricamente se han beneficiado de la volatilidad podrían encontrar menos oportunidades para comprar o vender. Será cuestión de tiempo saber si esta tendencia se materializa y qué implicaciones podría tener en la dinámica del mercado.