El reciente anuncio del Gobierno de Venezuela de anclar el nuevo cono monetario al criptoactivo estatal petro genera una serie de incógnitas, sobre todo por la ausencia de detalles sobre la forma en que se implementará el proceso, que pretende dejar de establecer la paridad cambiaria de la moneda venezolana con el dólar estadounidense.
A pesar de la precariedad de la informaciĂłn disponible sobre el plan gubernamental, vale considerar el esbozo general del proyecto a fin de ubicar su funcionamiento dentro del ecosistema de las criptomonedas. En ese sentido, tomando en cuenta que el objetivo del citado anclaje es contrarrestar la volatilidad del bolĂvar vigente, es posible realizar una analogĂa con un tipo de criptoactivo: el de precio estable, conocido como stablecoin o moneda estable.
¿Qué es una stablecoin o moneda estable?
Una stablecoin es un activo digital diseñado para mantener un precio constante. En virtud de ello se vinculan a una moneda fiduciaria estable, o se colaterizan con productos u otras criptomonedas. Surgieron como una forma de contrarrestar la volatilidad de los criptoactivos, principalmente bitcoin.
La idea de utilizar las monedas estables es fomentar la adopción masiva de las monedas criptográficas, evitando asà que los cambios constantes en su cotización dificulten su uso para compras y pagos cotidianos, haciéndolas más atractivas para el público. Con esta finalidad surgieron varios tipos de monedas estables, siendo las más comunes, las colaterizadas con monedas fiduciarias.
El ejemplo más conocido de esta categorĂa de criptomonedas, que establece una paridad fija de 1:1 con la moneda fiat, es el tether (USDT), el cual emite actualmente dos tokens: USDT y EURT, análogos al dĂłlar y al euro, respectivamente.
En estos casos, el sistema debe garantizar la estabilidad del precio para que el token siempre pueda ser adquirido al mismo precio, aunque para ello se requiere la existencia de un custodio confiable, generalmente una empresa o ente regulado, que deberá someterse a auditorĂa. Sin embargo, para emitir este tipo de tokens tambiĂ©n se necesitan grandes cantidades de capital como respaldo, a fin de garantizar la liquidez en caso de una adopciĂłn masiva.
Dentro de esta misma categorĂa de stablecoins han surgido las colaterizadas con productos, como el oro, tal como lo hace  Digix Gold (DGX), un token que equivale a 1 gramo de oro.  El punto importante en este tipo de criptoactivo es demostrar y validar el producto que sirve de respaldo.
Para realizar esta validaciĂłn del token DGX, Digix realiza una Prueba de Activos (PoA), un protocolo desarrollado por la empresa para probar la existencia y propiedad de un activo en el libro mayor descentralizado, en este caso ese activo es el oro y la blockchain en la que se registra es la perteneciente a Ethereum, donde además se certifican y es posible visualizar todas las transacciones. TambiĂ©n se recurre a un auditor externo que cada tres meses verifica las existencias del producto en las bĂłvedas de la compañĂa.
El petro y el concepto de moneda estable
A principios de este año, durante el lanzamiento del petro (PTR), los anuncios gubernamentales indicaron que el nuevo criptoactivo contarĂa con un respaldo de más de 5.300 millones de barriles de petrĂłleo, ubicados en el Bloque Ayacucho de la Faja petrolĂfera del Orinoco, en Venezuela.
De acuerdo a la anterior informaciĂłn, aunque el PTR ha sido definido en la mayorĂa de los medios de comunicaciĂłn como un criptoactivo estatal, al ser emitido y regulado por un gobierno, tambiĂ©n podrĂa encajar en el concepto de moneda estable respaldada por un producto, que en este caso serĂan las reservas petroleras venezolanas. La paridad establece que 1 PTR equivale a 1 barril de petrĂłleo, segĂşn palabras del mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
No obstante, quedan en el aire varios elementos que permitirĂan completar el concepto, entre ellos los mecanismos para demostrar, validar y hacer auditorĂa del producto de respaldo, que como se señalĂł en el ejemplo del token DGX, se realiza a travĂ©s de un proyecto con blockchain como Ethereum, algo que no ocurre con el token venezolano, aĂşn en proyecto y sin materializaciones concretas y verificables en cuanto a su preventa, su Oferta Inicial de Monedas (ICO), sus emisiones y sus transacciones.
El bolĂvar soberano y su anclaje con el petro
La situaciĂłn se complica con la más reciente noticia, segĂşn la cual el gobierno venezolano decide anclar el nuevo cono monetario -que lanzará el prĂłximo 20 de agosto- con el petro, para estabilizar la economĂa venezolana y contrarrestar la creciente inflaciĂłn que azota a los ciudadanos de ese paĂs. A tal efecto, el plan gubernamental busca crear una nueva paridad cambiaria entre el petro y el bolĂvar soberano.
Tal hecho revierte la fórmula que define a una stablecoin, pues estas monedas surgieron para tratar de estabilizar el precio de las criptomonedas, que se caracterizan por ser volátiles, al asociarlas a una moneda fiat (más estables). Pero el Gobierno de Venezuela pretende hacer lo contrario, al tratar de estabilizar una moneda fiduciaria colaterizándola con una criptomoneda, que a su vez está asociada al precio del petróleo (establecido desde 2017 en yuanes).
En tĂ©rminos generales son notorias las ambigĂĽedades, quedando por resolver muchas dudas respecto al PTR y su relaciĂłn con el bolĂvar soberano. Hay más preguntas que respuestas para los venezolanos, pues no se sabe cĂłmo se pondrá en marcha el plan de reconversiĂłn monetaria y quĂ© consecuencias traerá para la economĂa, considerando que el petro hasta ahora no es un criptoactivo tangible usado en alguna transacciĂłn y claramente minable. Tampoco se han especificado los parámetros de su respaldo en petrĂłleo, además de que no es reconocido internacionalmente.
En ese sentido, ya varios economistas venezolanos han manifestado su escepticismo en relaciĂłn al Ă©xito de este programa gubernamental para la recuperaciĂłn econĂłmica del paĂs caribeño.
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