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El exchange se opone a que sus usuarios deban brindar información sobre sus compras de bitcoin.
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Se señaló que las nuevas medidas de la autoridad pueden afectar la privacidad de su clientela.
Bitonic, uno de los exchanges de criptomonedas sin custodia que hace vida en Europa, comunicó que tiene la intención de llevar a juicio al Banco Central de Holanda por sus medidas antilavado de dinero e identificación de usuarios para el mercado de criptomonedas.
Arguyendo como «criminalización de la industria» y «preocupación por la privacidad» de sus clientes, Bitonic publicó recientemente un comunicado donde afirman que se encuentran en contra de la nueva regulación impuesta por la autoridad a los exchanges de criptomonedas. Medidas a las que se ha tenido que acoplar la empresa para poder seguir funcionando legalmente en los Países Bajos, luego de recibir una licencia para funcionar como proveedor de servicios de criptomonedas en este territorio.
La casa de cambio se opone específicamente a dos nuevas normativas, que exigen a los usuarios de criptomonedas manifestar el propósito de la compra de estos activos y demostrar la titularidad de sus direcciones. La directiva de Bitonic considera que esta regulación atenta contra la privacidad de su clientela, puesto que los usuarios tienen que dar capturas de pantalla de sus carteras, notificar los detalles de operaciones privadas e incluso señalar que tipo de monedero utilizan.
Bitcoin representa la libertad financiera y esta libertad también incluye la privacidad financiera. Desde esta perspectiva, el hecho de que todo tipo de datos personales acaben en manos de las empresas es una paradoja, además de un gran riesgo. Siempre seremos críticos con estos requisitos intrusivos. No solo tenemos el deber legal de respetar esas leyes de vigilancia, sino un deber similar de respetar y salvaguardar los derechos humanos como la privacidad y la presunción de inocencia.
Bitonic.
Además de los conflictos ideológicos que genera esta nueva normativa en la industria de criptomoneda, la directiva de Bitonic señaló que estos requerimientos no son aplicables en la práctica. «Dado que Bitcoin no funciona sobre la base de identidades, esto es práctica y técnicamente inviable», espetaron. En este sentido, sugirieron que la regulación fue creada desde el desconocimiento de la tecnología, añadiendo que en la Unión Europea existen otros países con mejores acercamientos para legalizar el uso de las criptomonedas en su territorio.
El exchange se quejó, pero no lo escucharon
En el comunicado los representantes de Bitonic afirman que la empresa ha tratado de que el Banco Central reconsidere la decisión, pero la entidad desestimó sus observaciones. Debido a ello, el exchange empezó a aplicar las nuevas regulaciones a sus clientes para no tener que cerrar operaciones este año, tal y como reportó CriptoNoticias la semana pasada.
No obstante, ahora la empresa afirma que llevará sus quejas a un juez independiente y que esperan que el tema sea evaluado para su solución. Es decir, Bitonic iniciará un procedimiento contra las medidas del Banco Central de Holanda. La casa de cambio finalizó su comunicado afirmando que se encuentra muy decepcionado de la situación, y señala que la regulación de Países Bajos es la «más extrema» con la que se han topado.
Cuando se supo la semana pasada que el exchange aplicaría estas nuevas regulaciones a su clientela, varios miembros de la comunidad de criptomonedas criticaron la medida. La casa de cambio ya exigía a los usuarios una verificación de su identidad por medio de pasaporte, tarjeta de identificación o licencia de conducir.
Ahora la empresa también debe saber cómo están vinculadas las direcciones con estas identidades, lo que permitiría el rastreo de operaciones y violentaría la privacidad de los usuarios de Bitcoin. Acción que molestó a los miembros de esta comunidad, quienes se refugian en las criptomonedas en búsqueda de mayor independencia económica y protección de sus datos personales.
La empresa también señala que esta práctica estaría violando el derecho de los usuarios de criptomonedas a «la presunción de inocencia», al tratar a este mercado como una actividad criminal. Y es que los reguladores siempre han estado preocupados de que Bitcoin y otros activos digitales sirvan para el lavado de dinero y el financiamiento terrorista, aunque sólo el 1% del bitcoin en circulación se le de uso ilegal.
Mientras esto ocurre, cada vez más exchanges del mercado de criptomonedas se ven en la obligación de autoregularse o adaptarse a las estrictas medidas financieras con tal de pervivir en territorios como la Unión Europea y Estados Unidos. Incluso casas de cambio en países de Latinoamérica, como Brasil o Chile, han tenido que librar numerosas batallas con tal de mantener sus operaciones y proteger la privacidad de sus usuarios.