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Regulaciones y emisión monetaria podrían ser las causas del incremento de precios.
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Bitcoin se presenta como una respuesta deflacionaria al dinero emitido por los Estados.
Hacer las compras cotidianas para quienes habitan en España, es una tarea cada vez más onerosa. La tasa de crecimiento del índice de precios de consumo (IPC) está en su punto más alto desde octubre de 2012.
¿Qué es este índice? Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), se define como la «medida de la evolución de los precios de los bienes y servicios que consume la población residente en viviendas familiares en España».
El sitio web EpData muestra que el porcentaje de incremento del IPC, luego de llegar a mínimos locales a finales del año pasado, tuvo una vertiginosa escalada hasta el punto actual. La tasa interanual de crecimiento de este índice es, según el reporte de agosto de 2021, del 3,3%. Esto implica un crecimiento del 0,5% con respecto al mes anterior.
De acuerdo con la agencia informativa Europa Press, la electricidad, las frutas, los automóviles y el combustible para transporte personal, son los productos y servicios que más se han encarecido. También los paquetes turísticos nacionales tuvieron un repunte considerable en su precio.
Todas las comunidades autónomas presentan tasas interanuales positivas. Las más elevadas son las de Castilla-La Mancha (4%), Galicia (3,9%) y Castilla y León (3,8%).
¿Por qué suben los precios en España?
El incremento de precios en España es, según varios analistas, un fenómeno que debe ser estudiado particularmente en cada caso.
Por ejemplo, el aumento del precio de la energía eléctrica se atribuye a los mercados internacionales. Esto es algo que afecta a varios países de la Unión Europea, no solo a España. En parte, tendría que ver con esto las regulaciones sobre huella de carbono:
«Las empresas pagan por poder emitir dióxido de carbono; actualmente los derechos están en máximos históricos y han venido subiendo desde los últimos seis meses y entonces ha provocado una traslación al coste de la electricidad».
Andreu García, consultor financiero en la compañía AFI.
El periodista español Andrés Mohorte, considera que «el encarecimiento de todo es un problema inmediato para los españoles». Él reconoce que la inflación es un fenómeno generalizado en toda la Unión Europea y menciona que otros países la sufren más que el suyo, entre ellos Hungría, Polonia y Estonia, cuya tasa de IPC está apenas por debajo del 5%.
En línea con esto, CriptoNoticias ha reportado que, al igual que ocurrió en los Estados Unidos, en la Unión Europea se optó por incrementar la emisión monetaria durante 2020. Esto fue en diciembre de 2020 con el fin de intentar paliar las consecuencias de la pandemia de la COVID-19.
De acuerdo con el economista estadounidense Milton Friedman, referente de la escuela de Chicago, una de las corrientes del liberalismo, «la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario».
De ser esto cierto, como consecuencia de la emisión inorgánica de dinero, es esperable que los precios de bienes y servicios se eleven. Esto es equivalente a que la moneda emitida por el Estado pierda valor, como consecuencia de un incremento de su oferta.
No parece ser casualidad que el repunte en la tasa del IPC, mencionado anteriormente, se haya producido a fines de 2020, en la misma época en la que miles de millones de nuevos euros fueron puestos en circulación.
Bitcoin: una respuesta no inflacionaria al dinero de los Estados
En este contexto inflacionario a nivel mundial, son muchos los que avizoran en bitcoin (BTC) una herramienta útil para preservar su patrimonio. A diferencia del dinero fíat, la criptomoneda pensada por Satoshi Nakamoto tiene una emisión máxima predefinida: nunca habrá más de 21 millones de BTC.
Según la ley de la oferta y la demanda, si las compras de bitcoin continuaran en ascenso, su precio también debería aumentar, debido a que el circulante nunca superará el máximo establecido.
Efectivamente, si se compara el desempeño de BTC frente al euro, se observa que, solo desde marzo de 2020, cuando comenzó la crisis sanitaria, el precio del criptoactivo se multiplicó casi por 7 veces. En ese período pasó desde los 5.800 euros hasta los actuales 39.200, cifra que puede verse en la Calculadora de Precios de CriptoNoticias.
De todos modos, como se observa en el gráfico de arriba, en temporalidades más cortas, la volatilidad de bitcoin es tal que podría asustar a más de un potencial inversionista.
Con esto en mente, es que en el ambiente bitcoiner suele promoverse el concepto de «hodl», que hace referencia a acumular BTC con el fin de mantenerlo por un largo período, como una inversión a largo plazo, a la espera de que su precio se incremente.