Hechos clave:
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El objetivo es financiar la inversión pública y sostener la competitividad.
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Estados Unidos ya se encuentra dialogando con otros miembros del G20.
Janet Yellen, secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, planea presentar un proyecto para impulsar un impuesto corporativo mÃnimo global. La iniciativa surge con la finalidad de financiar parte del megaplan de infraestructura impulsado por el presidente Joe Biden, para lo cual necesitarÃa un contexto económico internacional favorable.
Uno de los fundamentos del proyecto es que, mediante este impuesto internacional, se podrÃa evitar que las empresas se muden o declaren sus impuestos en otros paÃses con impuestos más bajos, o incluso paraÃsos fiscales, según publica Axios. De esta manera, se mejorarÃan tanto la competitividad como el flujo hacia las arcas públicas.
La idea de Biden es elevar los impuestos de las empresas del 21% actual al 28% en los Estados Unidos; al inicio de la administración de Donald Trump, la tasa impositiva era del 35%. Además, las empresas estadounidenses tendrán que pagar un 21% de retención de los ingresos que provengan de sus actividades en el exterior. Esta modificación representa un incremento del 9,5% con respecto a la tasa actual.
El Gobierno ya se encuentra dialogando con otros paÃses del G20 para llegar a un acuerdo sobre un impuesto mÃnimo internacional para empresas. La misión asignada a Yellen es convencer a ministros de otros paÃses de que las grandes economÃas necesitan actuar en conjunto para evitar grandes pérdidas.
De acuerdo con Axios, el anuncio tuvo lugar en el Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales, donde Yellen argumentó que «la premisa es que los gobiernos tengan sistemas impositivos que permitan obtener ingresos para financiar la inversión en bienes públicos y responder a las crisis».
A su vez, según detalla el extracto del discurso que se habrÃa filtrado a la prensa, se busca que todos los ciudadanos aporten de manera equitativa al financiamiento del Estado.
El cambio de postura de Yellen sobre bitcoin
Hasta el momento, la solución preferentemente elegida por los gobiernos para hacerle frente a la actual crisis financiera producto de la pandemia del Covid-19, fue el incremento inorgánico de la emisión monetaria. La consecuente devaluación de las monedas nacionales ha fortalecido la narrativa de bitcoin (BTC) como reserva de valor y resguardo frente a la inflación.
La actual secretaria del Tesoro, en numerosas ocasiones se pronunció sobre la primera criptomoneda. Por ejemplo, en noviembre de 2020, luego de conocerse la noticia de la designación de Yellen en su cargo, CriptoNoticias daba cuenta de la poca estima de la economista hacia bitcoin (BTC) y los criptoactivos en general.
En declaraciones públicas y en foros variados, la ahora funcionaria estadounidense dejaba clara su postura contra la inestabilidad del bitcoin y el gran número de operaciones ilÃcitas que, según ella, las criptomonedas permiten.
Sin embargo, recientemente se ha mostrado más optimista al respecto. En enero de 2021, Yellen aseguró ante el Comité de Finanzas del Senado que las criptomonedas «pueden mejorar la eficiencia del sistema financiero». Asimismo, reconoció que bitcoin tiene potencial para mejorar las transacciones globales.