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La deuda contraída por el gobierno alcanzaría los 90.000 millones de dólares.
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Esa deuda equivale a un 35% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
La política económica aplicada actualmente por el gobierno de Argentina apela por la profundización del endeudamiento público. Tanto que, entre noviembre de 2019 y diciembre de 2021 se han sumado unos 50.000 millones de dólares, según datos publicados por el economista Ramiro Castiñeira.
El director de la consultora Econométrica publicó vía Twitter datos sobre el crecimiento de la deuda pública argentina, a raíz del anuncio del gobierno de Alberto Fernández de haber alcanzado un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, a finales del mes de enero, como reportamos en CriptoNoticias.
Castiñeira apuntó que a esos 50.000 millones de deuda habría que agregar otros 40.000 millones entre este año y el siguiente, lo que daría la suma de unos 90.000 millones de dólares para la gestión de Fernández.
En un siguiente mensaje, el economista alertó que la situación económica actual tiene la cotización de los bonos del gobierno al 30%. Principalmente, dice, porque «el mercado ya descuenta el default de toda la deuda pública». Su previsión es que esto empeorará de manera significativa en la siguiente renegociación de la deuda, para 2024-2025. «Este acuerdo [con el FMI] no soluciona nada, solo tapa el déficit con deuda», puntualizó.
Por su parte, el periodista económico Julián Yosovitch compartió datos de Facimex Valores que reflejan el impacto de la deuda en comparación con el Producto Interno Bruto (PIB) del país. Entre la deuda del Tesoro y el Banco Central de la República Argentina suma alrededor del 35% del PIB.
La suma de la deuda de ambas instancias, enfatizó Yosovitch, está unos 10 puntos más arriba que a finales de 2019. Es decir, que en apenas dos años se ha acentuado la política de endeudamiento en Argentina, tal como en otras naciones en ese período marcado por la pandemia.
La gran pregunta ante este ritmo de endeudamiento es: ¿cómo se pagará? La respuesta corta es que, con la mira puesta en una renegociación a partir de 2024, la responsabilidad de pago no recaería sino en el siguiente gobierno. Suponiendo que Fernández no repita, dado que su período termina en 2023.
Respuesta larga: más impuestos (incluso para bitcoin)
Mientras profundiza su endeudamiento público, el gobierno argentino parece igualmente estar buscando aumentar sus vías de recaudación tributaria. De hecho, el acuerdo con el FMI contempla precisamente el abordaje de reducir el déficit fiscal, con metas fijadas para este y los próximos dos años. Lo que es lo mismo: la deuda recaerá, en definitiva, sobre la gente.
Este es uno de los elementos por los que las autoridades del país suramericano tienen a bitcoin (BTC) en el radar: son dos los impuestos que deben pagar los ciudadanos, asociados a su manejo de BTC y otras criptomonedas.
También la industria de la minería ha captado la atención del gobierno. Primero, atribuyéndole al uso de energía para esta actividad diversas caídas del servicio eléctrico, luego aumentando considerablemente las tarifas que pagan por su uso de la electricidad los mineros en el sur del país.
Mientras tanto, la apuesta macroeconómica oficial apunta al endeudamiento y la inflación sube constantemente. Hay quienes incluso, como el diputado José Luis Espert, temen por la posibilidad de que el índice alcance el 100% de inflación.