Hechos clave:
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El gobierno debe cumplir con objetivos específicos, por lo que necesita recaudar dinero.
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La industria de las criptomonedas engloba casi un cuarto de los fondos argentinos en el exterior.
El viernes 28 de enero de 2022 quedará marcado en la historia económica argentina como el día en el que el país logró refinanciar su mayor deuda histórica con el Fondo Monetario Internacional. Para ello, el país deberá cumplir con algunas pautas que, de forma indirecta, pueden afectar a los poseedores de bitcoin (BTC) en el país.
En 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, Argentina acordó con el FMI un préstamo de 57.100 millones de dólares. Hasta ese momento, reporta BAE Negocios, se trataba del «desembolso más grande de la historia del FMI», según detalló su exdirectora Christine Lagarde.
El vencimiento de los pagos correspondientes a esta deuda, uno de ellos de USD 2.800 millones pautado para marzo de 2022, obligaba al Estado argentino a dialogar con el fondo multinacional para llegar a un entendimiento que permita cumplir con lo pautado.
Así fue cómo el gobierno, hoy encabezado por Alberto Fernández, se comprometió a llevar adelante algunos cambios en la política monetaria, económica y financiera. En los próximos dos años, Argentina deberá alcanzar ciertos objetivos relativos al déficit fiscal, la emisión de dinero y la administración tributaria. Es en este último punto en el que la industria de las criptomonedas podría tener injerencia.
El rol de bitcoin en los impuestos de Argentina
De acuerdo con lo informado por fuentes no detalladas al medio iProup, bitcoin y otras criptomonedas podrían verse afectados por estas nuevas medidas tributarias en Argentina. Incluso se espera que avance en el Congreso alguno de los proyectos para regular las criptomonedas. Hasta ahora, los intentos por lograrlo no han prosperado.
El motivo principal tiene que ver con el crecimiento de esta industria en el país. Según el medio citado, la empresa analista de datos de la blockchain Chainalysis expresa que el mercado de las criptomonedas en Argentina alcanza un valor total de USD 68.000 millones.
Para poner en contexto esta cifra, solo superada en Sudamérica por Brasil, cabe destacar que representa más del 25% del dinero argentino en dólares que está «fuera del sistema». Además, equivale al 17% de los activos externos del país y es un 10% mayor a la valuación de Mercado Libre, empresa cotizada en USD 60.000 millones.
Teniendo en cuenta la necesidad imperiosa de dólares que enfrenta el país, con unas reservas en el Banco Central cayendo cada vez más, la Administración Federal de Ingresos Públicos podría endurecer los controles a los tenedores de criptomonedas. De hecho, esta medida ya se concretaba desde antes del acuerdo con el FMI, como ha informado CriptoNoticias. Teniendo en cuenta que el Fondo Monetario Internacional no es muy adepto a las criptomonedas, es de esperar que apoye este avance.
Por lo pronto, quienes operen con bitcoin y otras criptomonedas en territorio argentino saben que deben cumplir con dos impuestos. Estos son el Impuesto a las ganancias y el Impuesto a los bienes personales.
Además, las provincias comenzaron a jugar su papel en la escena. Algunas de ellas, como Córdoba, Tucumán, Entre Ríos y recientemente Catamarca, han legislado sobre el pago de Ingresos brutos a partir de las ganancias generadas por el comercio con criptomonedas.
Frente a estas circunstancias, 2022 puede llegar a ser un año trascendental para bitcoin en Argentina. El país necesita bajar los gastos, recaudar dinero y evitar que más fondos de los contribuyentes salgan del sistema formal. Si bien no hay nada oficial todavía, es una posibilidad que el Estado encuentre en esta industria incipiente un objetivo al cual apuntar.