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Una escritora tokenizó su novela y se une a la tendencia de la descentralización de las artes.
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Un postre a base de helado permanecerá por siempre en la red de Ethereum.
Las cartas coleccionables, la música, el arte, los libros, todo se está tokenizando hoy en día, incluso la comida y hasta los tuits. Los tokens no fungibles (NFT) están expandiendo el universo digital cada vez más con la blockchain de Ethereum como motor principal, accionado por la creatividad.
Cientos de proyectos están experimentando con NFT para distintos casos de uso, pero los artistas y creadores han encontrado en estos activos no reemplazables, una nueva fórmula para monetizar sus obras, tanto a corto como a largo plazo.
La economía creativa, una de las más afectadas por la pandemia, según un informe de la Unesco, está dando señales de que ha encontrado en los NFT la chispa para mover la industria que el COVID-19 le había apagado. Ahora, está cambiando la forma en que los artistas venden e intercambian su trabajo.
Para conocer la economía emergente de los NFT desde la perspectiva de los creadores, CriptoNoticias conversó en exclusiva con la escritora española Ana Prats y la chef venezolana Vanessa González. Ambas han tokenizado su creatividad y están a la espera de la reacción del mercado.
Tras escribir su primera novela, titulada Donde el viento da la vuelta, Prats acudió a varias editoriales de España. Tardó poco en descubrir que no son muchas las que reciben manuscritos o no les interesa el género de ficción narrativa que aborda su obra. Finalmente, una de ellas aceptó evaluar la publicación, pero ocho meses después de haber recibido el texto sigue sin emitir respuestas.
Sin embargo, el mundo digital ha sido más complaciente con las aspiraciones de la escritora, quien en un parpadear tokenizó su novela. Su NFT ahora está disponible en el mercado Rarible, dedicado al comercio de este tipo de activos coleccionables. Así que, quien adquiera el token, recibirá la versión física de la obra.
«Al convertir tu obra en un NFT, realmente entras a otro mundo donde hay una manera de descentralizar la industria de la literatura que ha quedado un poco a merced de las editoriales», señaló Prats.
Alguien me preguntó que por qué no había subido el archivo de una vez digital con el NFT y así todo estaba digital, pero la verdad es que esa nunca fue la idea, porque ya tengo la novela como e-book en Amazon a la venta. La idea siempre fue juntar lo físico con lo virtual, mi avatar de la novela que es el GIF y el físico que es lo que envío a casa de quien adquiere el token. Lo que estoy haciendo es presentar al lector un libro a la antigua usanza, pero a la vez lo estoy haciendo a través de una plataforma que nos muestra cómo puede ser el mundo de la literatura en el futuro. Poder juntar estos dos mundos me parece fascinante.
Ana Prats, escritora española.
Una nueva generación de creadores
Al tokenizar sus obras, los creadores pueden interactuar directamente con un público que es nativo digital y que conoce el ecosistema de las criptomonedas. Esa es la visión con la que Vanessa González y su esposo Christopher, comenzaron a acuñar los NFT de los platos que sirven en su restaurant Garrido’s Bistro, ubicado en la ciudad de Michigan en Estados Unidos.
La Crypto Shake es el nombre del primer token coleccionable del establecimiento. Se trata de una malteada over the top o freakshakes, un postre formado con caramelos, sándwiches de helado, nata montada, más caramelos, donas, brownies y todos ellos apilados en una gigantesca torre de dulces.
Cautivada desde hace un tiempo por las criptomonedas, la pareja de chef también quiso unirse al frenesí de los NFT. La combinación de elementos les parecía demasiado interesante como para dejar pasar la ola.
El mercado agrupa una gran afluencia de nuevos creadores, inversionistas minoristas y coleccionistas. La mayoría es una cohorte de millennials y Generación Z que están dispuestos a promover la tendencia de la digitalización. ¿Cómo no vamos a aprovechar la marea para surfear?, se preguntaron en algún momento.
De inmediato comenzamos a investigar y a trabajar sobre lo que queríamos, pero mientras lo hacíamos, Taco Bell y Pizza Hut sacaron sus NFTs. Entonces notamos que usaban imágenes normales de tacos y pizzas como objetos coleccionables que representan, en sí, lo que ellos hacen. Lo nuestro era diferente, porque lo que queríamos era realmente comida digital, un poco como lo que sucede en la película «Querida, encogí a los niños». Es decir, una verdadera versión digital del postre, tan real como si lo tuvieras frente a ti.
Vanessa González, chef profesional.
Agrega que pronto descubrieron que su NFT debía ser una versión virtual en 3D de la milkshake estrella del restaurante. Unas 300 fotos fueron necesarias para digitalizar un producto a base de helado que en pocos minutos pierde su encanto porque se derrite. Así que, al conseguir la imagen que mostraba la textura del producto en todo su esplendor, vino el modelado tridimensional y posteriormente la tokenización para lo cual usaron un token del estándar ERC-721 que tiene la característica de ser único y, en consecuencia, coleccionable.
El token está en subasta en Rarible, al adquirirlo un usuario posteriormente podrá intercambiar el cripto activo por un producto similar en el local físico de Garrido´s Bistro o en la versión virtual del establecimiento que el dúo de venezolanos piensa abrir en un futuro en el metaverso de Decentraland.
Lo cierto es que, por ahora, los NFT del restaurante forman parte del plan que tiene la empresa para enfrentar la crisis sobrevenida como consecuencia del cierre temporal para prevenir el coronavirus. El próximo reto será tokenizar la comida típica de Venezuela, la arepa, así como otros platos que han convertido al sitio en un lugar concurrido desde el 2015.
Madurez y expansión del mercado de las criptomonedas
El auge que está experimentando el mercado de los NFT no parece ser producto de la casualidad, una moda o simplemente algo que surgió de la nada. Ese es el análisis que ha hecho Ana Prats, quien se mostró convencida de que apenas se está abriendo un portal por donde es posible mirar el futuro, pero esta puerta ha surgido producto del nuevo nivel de madurez que está alcanzado la economía de las criptomonedas.
Comenta que, así como bitcoin nació un día y tuvo que esperar una década para capitalizar su adopción, igual el mercado de los NFT debe ser paciente para madurar y continuar expandiendo el ecosistema de los criptoactivos.
Como las criptomonedas, esto es algo a largo plazo, porque apenas está comenzando a ser usable. Yo, en realidad, tampoco es que espero que mañana venda todos los tokens. Ojalá sucediera así, pero no es tan fácil. Lo que pretendo es mantener mi NFT, y ya veremos a donde llegamos. Poco a poco voy explicando, voy hablando y así se irá comprendiendo de qué trata todo esto.
Ana Prats, escritora española.
Vanessa González está de acuerdo con ese punto de vista y, al respecto, señala que tras tokenizar su primer postre, se ha mantenido a la expectativa de lo que sucede en el mercado. «No sabemos qué valor le van a encontrar los usuarios a estos tokens, aunque nos llama la atención que ya ha comenzado a girar el interés en torno a ello. Por ahora, hemos decidido que sea el propio mercado el que le ponga valor. Así que lo mantendremos en subasta al menos durante las próximas dos semanas, a ver qué pasa, para ir viendo qué sucede con el precio», explicó.
Mientras González hablaba, la gente continuaba comprando arte, tarjetas coleccionables y tierras digitales. Es todo un mundo tokenizado que ofrece diversas alternativas a cambio de una variedad de precios, pero que muchos aspiran que sea más caro en el futuro. Eso es porque son piezas icónicas de edición limitada que buscan aprovechar la escasez para impulsar la demanda, un enfoque adquirido de bitcoin.
El mundo virtual sostenido por las cadenas de bloques está listo para ofrecer nuevas oportunidades y la economía creativa la está aprovechando. Con los NFT está construyendo la estructura para encontrar su nueva audiencia, una que se muestra dispuesta a pagar altas sumas de dinero por cualquier token coleccionable que le parezca atractivo.
La cultura del valor vs. el justo valor de la cultura
Rarible, OpenSea y otros mercados dedicados a la venta y subasta de NFT, parecen estar surgiendo como las plataformas de redes sociales de hoy en día, donde los creadores acuden para señalar: «¡Oye! He creado algo de valor y me encantaría conectarme directamente con las personas que disfrutan de eso para que puedan devolverme el valor de ese producto». Para hacerlo, usan un token único de cuya versión no debe existir otra igual o una serie de la misma versión, como los del estándar ERC-20 usado por Ana Prats para tokenizar el avatar de su novela.
Tokenizar mi novela me ha ofrecido la oportunidad de retener la propiedad de derecho de autor de mi obra y eso es algo que añade valor. Muy distinto a lo que hubiese pasado de haber publicado por intermedio de una editorial, que en ese caso habría tenido que compartir mi propiedad intelectual con esa empresa.
Ana Prats, escritora española.
Por su lado, Vanessa González considera que solo el hecho de depositar tu propia obra en la cadena de bloques ya tiene un gran valor, sobre todo por el tiempo dedicado para aprender. Pero, más allá, cree que es un aporte para el público, dado que un alto porcentaje de ellos desconocen lo que es un NFT y ahora pueden enterarse y tener noción de lo que es, una vez que el restaurante publicó detalles de su token, según comentó.
Aparte creemos que la comida está muy ligada a las emociones. Hay mucha gente que ha venido a celebrar con nuestra comida y las milkshakes son las más llamativas. Ya estamos acostumbrados que las fotos es esa manera de capturar un momento especial que con el tiempo nos sirve para recordar las emociones vividas en esos momentos o lo que disfrutaron ese día. Pero también sabemos que cuando uno se pone a tomar bien la foto, entonces dejamos de disfrutar el momento. Entonces, hay que escoger entre tomar la foto o simplemente disfrutar lo que está pasando. Eso fue lo que nos llevó a capturar nuestros postres y comida en la blockchain de Ethereum. Así que los convertimos en NFT, los cuales pueden ser aptos, tanto para colección, como para redimirlos, canjearlos en el restaurante por el propio plato o para conservar un recuerdo de ese momento que compartiste y lo que disfrutaste.
Vanessa González, chef venezolana.
Ana Prats también destaca eso de divertirse y pasarla bien en este nuevo mundo digital, su manera de hacerlo está en torno a la especie de club que ha creado junto a sus amigos. Así como antes existían los grupos de lectura, ahora ellos se reúnen para conversar sobre el mundo de las criptomonedas. «La pasamos muy bien, muchas de mis amigas han comprado ethers, Cardano, Polkadot y se mantienen al día y van viendo y entre todas hablamos y una que otra dice: ‘oye, tengo la Metamask y me he comprado el token y así vamos’», comenta la escritora mientras espera a ver qué nuevas sorpresas le traerá el mercado.