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«Bitcoin debería estar en cualquier portafolio», dice Salinas Pliego.
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Para el empresario, la emisión limitada de bitcoin es uno de sus principales atractivos.
«Todas las ventajas que tiene bitcoin, para mí lo hacen un oro para el mundo moderno», sostiene el empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego.
Así se expresó el fundador del Grupo Salinas en una entrevista que mantuvo con el director de Blockchain Land, José Rodríguez, y que fue publicada horas atrás en el canal de YouTube de este último.
Salinas Pliego hace énfasis en considerar a bitcoin (BTC) como un activo financiero y explica que, para él, no es importante si es una moneda o no. «Para mí, bitcoin es un activo que tiene propiedades extraordinarias», dice el empresario y menciona, entre ellas, a la divisibilidad, la facilidad para transmitirse y la sencillez de su almacenamiento sin riesgo de contraparte.
La comparación de bitcoin con el oro lleva al tercer hombre más rico de México a decir que incluso el metal precioso no es una moneda. «Tú no puedes llegar a una tienda con una moneda de oro y comprarte una computadora, sino que tienes que cambiar el oro por fíat y luego te compras la computadora», ejemplifica.
«Bitcoin es un activo que tiene valor internacional, que se cotiza con enorme liquidez a nivel mundial y que, por eso, debería estar en cualquier portafolio», sostiene este contador de 65 años que cuenta con una maestría en negocios y ha sido laureado con un doctorado honoris causa por la Universidad de Guadalajara.
Este medio reportó que, a finales de 2020, el experto en negocios tenía el 10% de su portafolio de inversiones en bitcoin.
La escasez de bitcoin es la clave de su valor
Salinas Pliego considera que uno de los factores clave que hacen que bitcoin sea valioso es su escasez. La emisión de BTC jamás superará los 21 millones de unidades, de los cuales un poco más de 18 millones ya están en circulación.
De este modo, la criptomoneda ideada por Satoshi Nakamoto se diferencia del dinero fíat, es decir, de las monedas de curso forzoso emitidas por los Estados, cuyo circulante es ilimitado. La emisión inorgánica de dinero es una de las principales causas de devaluación de las monedas nacionales.
También BTC se diferencia, con su emisión limitada, de otros criptoactivos, por ejemplo, ether (ETH), la criptomoneda nativa de Ethereum.
Tal como ha informado CriptoNoticias, no hay acuerdo sobre cuántos ethers hay exactamente en circulación. Esto no es del agrado de Salinas Pliego quien, durante la entrevista, dijo: «mientras Ethereum no tenga una cantidad finita de emisión, yo no les creo nada, porque pueden emitir más y se deprecia el activo».
¿Qué piensa Salinas Pliego sobre otras criptomonedas?
El multimillonario mexicano no es un maximalista bitcoiner, sino que cree que hay otras criptomonedas que pueden ser útiles. Menciona, específicamente, a monero (XMR), y Zcash (ZEC), que están desarrolladas para brindar privacidad a sus usuarios.
Salinas Pliego considera que la privacidad es uno de los puntos débiles de bitcoin. «Si yo te mando, desde mi cartera, 1 BTC, tú ya sabes cuál es mi cartera y tú puedes ver toda mi cartera, entonces», dice el inversionista y añade: «podrás ver cuánto tengo, a quién le he pagado y de dónde he recibido, lo cual no es nada privado y no es tan simpático».
El argumento del ejecutivo es acertado, aunque debe mencionarse que, mediante el empleo de buenas prácticas de privacidad en Bitcoin, este riesgo se reduce. Actualmente, por ejemplo, la mayoría de los monederos de BTC permite el uso de infinitas direcciones, por lo que no será posible para un extraño ver todo el historial de movimientos del monedero, sino solamente de direcciones aisladas.
«A los gobiernícolas no les gusta bitcoin»
El experto en finanzas y negocios valora la privacidad en las criptomonedas pues, según dice, «a los gobiernícolas no les gusta bitcoin». Sostiene que esto es así, porque «les arde que la gente se pueda salir de su trampa del fíat, porque eso es lo que es el dinero fíat, un fraude».
Mira, yo empecé mi carrera profesional en 1981. En ese entonces, el peso [mexicano] estaba a 20 por 1 [dólar]. Hoy, en cambio, estamos a 20.000 por 1. A mí ni me cuentes. Y eso es aquí, en México, pero si lo hacemos en Venezuela, en Argentina o en Zimbabwe, las cifras pierden toda proporción.
Ricardo Salinas Pliego, CEO del Grupo Salinas.
Salinas Pliego no hace excepciones cuando critica el dinero fíat. Lo dicho para las monedas de México, Venezuela, Argentina y Zimbabwe, también es aplicable, según él, al dólar estadounidense. «El dólar como moneda dura es una broma», sostiene.
La moneda estadounidense pierde poder de compra, en promedio, entre un 2 y un 5% interanual. La enorme emisión monetaria que se llevó a cabo durante la pandemia de la COVID-19 incrementó la devaluación del dólar y actualmente, Estados Unidos vive la inflación más alta de los últimos 13 años.
«Eso es un riesgo para bitcoin», dice el entrevistado, porque «los gobiernos, la gente con poder, podrían decretar que es ilegal». De todos modos, él no cree que un hecho así acabe con la criptomoneda: «yo creo que seguiría siendo utilizado aunque fuese ilegal, pero a muchas personas les va a dar miedo».
«Nada de dinero fíat apestoso»
Como última pregunta de la entrevista, José Rodríguez le planteó a Ricardo Salinas Pliego un caso hipotético: «si hoy viajaras 30 años hacia el futuro y pudieras elegir dinero, activos o bienes para llevarte ¿cuáles elegirías? ¿oro, plata, bolívares, pesos argentinos, pesos mexicanos?».
Entre risas, provocadas por la última parte de la pregunta, el empresario respondió que, en su viaje en el tiempo, no llevaría «nada de dinero fíat apestoso, ni un peso, ni un papel fíat».
El oro, aunque le parece una buena opción, no le convence por la dificultad para su portabilidad: «el problema del oro es dónde lo guardas, o sea, la custodia de barras de oro no es una cosa sencilla».
Por ese motivo, su elección es bitcoin. «En caso de turbulencia política, social o financiera, tienes más chance de salir corriendo con tus bitcoins que con unas barras de oro, así que yo me llevaría los bitcoins», dijo para concluir.