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El modelo pretende animar a las autoridades a mejorar la calidad de los servicios públicos.
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El concepto puede ser aplicado a otros servicios, para rastrear retrasos de vuelos o del metro.
En los últimos cinco años, la incidencia de deposiciones humanas en las calles de San Francisco, en EE. UU., una de las ciudades más pobladas del mundo, se ha triplicado hasta alcanzar los 3.000 incidentes por mes, lo que plantea un problema sanitario creciente. Por ello, un equipo de desarrolladores de la Universal Market Access Protocol (UMA) creó el Poop Token. Se trata, de un activo del estándar ERC-20 que rastrea el número de deshechos avistados en las calles, utilizando una base de datos oficial. Los tokens ya se pueden comprar en Uniswap.
Según una publicación que describe el proyecto, el Poop Token surgió como respuesta al problema de defecación pública en las calles de San Francisco, causado principalmente por el aumento de personas sin hogar. El activo fue concebido en el ETHWaterloo, celebrado entre el 8 y 10 de noviembre, un hackatón que anima a los desarrolladores a colaborar en la construcción de aplicaciones descentralizadas sobre Ethereum.
Hart Lambur y otros desarrolladores, concretaron la idea de Daniel Que y Tyson Battistella de Coinbase, creando el proyecto de token cuyos precios se basan en los datos registrados en el servicio local conocido como SF311, el cual en 2018 reportó más de 28.000 llamadas para reportar casos de deposiciones esparcidas por San Francisco. En todo caso, cuando el número de residuos aumenta, también incrementa el precio del token. Por otro lado, el precio del activo disminuye, a medida que la ciudad luce más limpia.
Por ejemplo, supongamos que la ciudad de San Francisco quiera actuar acorde con lo planteado en la iniciativa y comprometerse plenamente a resolver esto. La ciudad podría emitir «shitcoins» y venderlas a los residentes. Digamos que la ciudad emite shitcoins por $10mm a una tasa de 3.000 avistamientos por mes. Si la ciudad puede reducir la tasa de avistamientos a 1.500 por mes, obtendría $5mm en «ganancias»; por el contrario, si los reportes se duplican a 6.000 por mes, la ciudad adquiriría una deuda de $10mm.
Desarrolladores del Poop Token.
En la publicación descriptiva del proyecto, los desarrolladores admiten que es posible que el token pueda crear un incentivo económico para que la gente promueva el acto de defecar en público y agrave el problema. Sin embargo, consideran que las leyes y las costumbres sociales impedirán que esto ocurra. De hecho, Lambur sugiere la posibilidad de utilizar criptoactivos para animar a las autoridades a mejorar la calidad de los servicios públicos.
También en la publicación sugiere que el concepto puede ser aplicado a otros contextos similares, como por ejemplo que la Autoridad Metropolitana de Tránsito, encargada de todo el sistema del Metro de Nueva York, podría emitir criptoactivos que compensen los retrasos del subterráneo. Igualmente, las aerolíneas podrían emitir activos que rastreen los retrasos de los vuelos y así sucesivamente.
Una idea aplaudida
La propuesta del token para rastrear deposiciones en las calles de San Francisco ha sido aplaudida en Twitter por varios usuarios que han dejado sus impresiones. Por ejemplo, Stephen Cohen del equipo de software de Capital Ventures señaló: “Este es el mejor uso de una DeFi que he visto hasta ahora. ¿Podemos reducirlo a un nivel de vecindario?”.
This is the best use of DeFi I have seen yet. Can we get it down to a neighborhood level? I'm long poop in a few zip codes of SF.
— Stefan Cohen (@stefancoh) November 13, 2019
Entre los comentarios dejados en Twitter un usuario tuvo dudas sobre la confiabilidad de los informes, a lo cual Lambur señaló que ante problemas con oráculos, los datos pueden ser bastante sólidos si se precisan con una ubicación y una foto. No faltó quien bromeara, como lo hizo el usuario jemenger quien señaló: “LOL, cierto. ¡El pensamiento necesita ser puesto en esto! Similar a la mayoría de las formas generadas biológicamente, una foto de caca probablemente puede ser analizada para obtener una firma única”.
Es novedosa la propuesta de compensar a los usuarios, clientes o ciudadanos cuando las empresas o los gobiernos no cumplen con sus promesas. Sin embargo, existen ideas similares en las cuales las ciudades otorgarían recompensas a sus habitantes por sus buenos comportamientos en pro de mejorar la calidad de vida en esos espacios. Como, por ejemplo, el caso de la ciudad de Belfast, capital de Irlanda del Norte, donde se comenzó un plan para lanzar su propia criptomoneda. El token, llamado simplemente Belfast Coin permite incentivar a la población a cambio de actividades como compras en negocios locales, voluntariado, actividades cívicas y más.