Hechos clave:
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Muchos señalan que el petro nunca funcionó como una criptomoneda.
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Consideran que el proyecto, en teoría, ya estaba muerto desde hace mucho tiempo.
Una vez conocido el anuncio oficial sobre la conversión a bolívares de los fondos en el monedero del petro (PTR), son varias las reacciones en redes sociales que traen al presente la historia de la moneda digital lanzada hace 6 años por el gobierno de Nicolás Maduro.
En medio de la desinformación que existe sobre el tema, en la mayoría de los comentarios se asume que el anuncio oficial, según el cual los fondos en la PetroApp se convertirán a bolívares y se trasladarán a la plataforma Patria, es un reconocimiento del cierre del proyecto. Esto, aun cuando la nota oficial afirma que el proceso se hace para “incorporar mejoras”.
Muchos de los comentarios se centran en recordar que el petro nunca ocupó un lugar importante en la economía venezolana, a pesar de la insistente promoción estatal. Consideran que la moneda digital no solo estaba muerta desde hace mucho tiempo, sino que realmente “nació muerta”.
Así lo expresa Gilberto Nederr, quien se identifica en X como ingeniero en Informática. Recuerda con ello que aunque el gobierno venezolano intentó incorporarla en las transacciones cotidianas, la moneda realmente nunca tuvo algún uso práctico en el día a día de los venezolanos.
Tal como informó CriptoNoticias, en dos oportunidades se decretó el anclaje del salario a la cotización del PTR, medida que se implementó solo al momento del anuncio, pues posteriormente los ciudadanos siguieron cobrando sus sueldos en bolívares y sin anclaje a ninguna otra moneda. Fue así, hasta que la dolarización de facto llevó al establecimiento de salarios en dólares (solo en el sector privado).
Los intentos para promover su uso se hicieron también al solicitar a los bancos que colocaran los saldos de las cuentas en petro. Se estableció además el valor de la moneda digital como referencia para el pago de algunos servicios y compras en Amazon y Netflix, aunque en la práctica se toma mayormente como referencia el precio del dólar.
También se estableció la posibilidad de elaborar bases contables y cobrar impuestos en PTR. Aunque, de hecho, desde 2019 el Banco Central de Venezuela retiró de su portal la cotización del PTR como unidad contable que se utilizaba como guía.
En este punto, algunos usuarios aseguran que muchos aranceles e impuestos se siguen estableciendo en petros con base “en un precio ficticio”, hecho que califican como “robo”.
Hay quienes, al igual que el economista @SoyDanielP2P, piensan que esta situación debería cambiar en un futuro próximo. “Al cerrar los monederos y pasar todos los fondos a bolívares, ya es oficial, no habría valor de referencia”, aseguró.
Por todo ello se asume que la “muerte del petro” es un hecho, llegando a especular que el cierre técnico del monedero tiene que ver con la eliminación de sanciones impuestas a Venezuela por Estados Unidos, en el marco de un acuerdo que debate el gobierno y la oposición.
Vale recordar adicionalmente que, desde hace algunos meses, los usuarios vienen reportando fallas en el funcionamiento de la PetroApp. Según las denuncias, la cartera creada por la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip) no permitía realizar transacciones.
El problema se agudizó poco después de que una junta interventora asumiera el control del organismo, tras el escándalo de corrupción conocido como “PDVSA-cripto”, que involucró al exsuperintendente Joselit Ramírez.
El petro nunca fue una criptomoneda
En el debate sobre la “muerte del petro” también participó el comunicador venezolano Luis Carlos Díaz, quien trajo a colación unos tuits que publicó en 2017 y 2018, cuando apenas arrancaba el proyecto. En ellos cuestionaba la calificación de PTR como criptomoneda.
El petro es un criptoactivo que no se mina. Supuestamente anclado en barriles de petróleo que no se pueden extraer. Administrados por un gobierno que no genera confianza y no puede pagar sus deudas. Sin reconocimiento de otras economías importantes.
Tuit de Carlos Luis Díaz en 2018.
Seis años después, el comunicador piensa que se confirman sus palabras. Se suma así a muchos análisis, según los cuales el proyecto estaba lejos de cumplir con los requisitos para ser una criptomoneda (ni siquiera es una stablecoin).
En ese sentido, el economista Manuel Sutherland citó varias incongruencias. Recordó que Maduro decretó que cada petro estaría respaldado por las reservas de petróleo del Bloque I de la Faja petrolífera del Orinoco.
Sin embargo, el asunto es que (aparte de ser violatorio de la Constitución y la Ley de Hidrocarburos) la garantía real de cada PTR no existe, ya que el petróleo que la “sustenta” está cientos de metros por debajo de la tierra en una zona donde no hay extracción ni procesamiento.
El experto aclaró en ese momento que extraer ese petróleo extrapesado costaría unas decenas de miles de millones de dólares, que la empresa Petróleos de Venezuela no tiene. Y para ser un respaldo real, el petro debía ser canjeable por una cantidad de petróleo clara y específicamente establecida.
Es así como, en medio de esta serie de cuestionamientos aunado a la falta de interés en su uso, se habla del fracaso del petro. Aunque hasta ahora el gobierno no confirma los rumores y aclara si realmente dio por finalizado el proyecto.