Hechos clave:
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La DeFi Ómicron es una plataforma de staking para generar ingresos pasivos.
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El token Omni pasó de USD 65 a USD 670 luego del anuncio de la nueva variante.
Un momento de inversión irracional se ha vivido la semana pasada cuando la Organización Mundial de la Salud anunciara el nombre de la nueva variante del coronavirus: Omicron. Luego de ello, el token de una DeFi, que no está en lo absoluto ligado con nada referente a la actual pandemia, o tan siquiera el sector salud, vio como su precio se dispara en más de 1000% solo por tener el mismo nombre de la variante.
En CoinMarketCap se puede observar como el token OMIC, perteneciente a la plataforma descentralizada Omicron, pasó de los USD 65 hasta sobrepasar la barrera de los USD 650 desde el viernes 26 hasta el domingo 28. Sin embargo, este lunes el precio se desplomó en menos de un 60%, sobre los USD 200. Para el momento de la redacción de esta nota, el precio se encuentra por encima de los USD 400.
La plataforma DeFi Omicron permite realizar staking con su token Omic y USDC, el cual puede ser comprado en mercados como Sushi Swap.
Para algunos usuarios en Twitter este tipo de comportamiento les pareció hilarante, ya que raya en la irracionalidad en la que por solo compartir el nombre de una nueva variante el precio vea un crecimiento tan explosivo.
Cabe destacar que OMIC no corresponde a una estafa. Solo es una plataforma de staking para generar ingresos pasivos. El aumento exponencial, y su posterior bajada, solo corresponde a un sentimiento especulativo por parte de la comunidad, con la intención de generar ganancias.
Curiosamente algunos usuarios comentaron que el protocolo Omnicron, con el reciente interés que ha generado, deberÃa donar parte de su capitalización para la lucha contra el coronavirus.
FOMO y estafas
La explosión del precio de OMIC se debió a un fenómeno conocido como FOMO o miedo a quedarse fuera, por sus siglas en ingles. Según define la criptopedia de CriptoNoticias, este es el miedo de perderse, en este caso, una inversión.
Por suerte de la propia comunidad, en el caso de OMIC, este se trató de un simple token perteneciente a una plataforma que, hasta el momento, ha operado de forma legal. Sin embargo, han existido excepciones, como fue el caso del token SQUID.
Este token, basado en la exitosa serie de Netflix, El Juego del Calamar, pasó de USD 0,1 a más de USD 2.500 en apenas 4 dÃas. Sus creadores prometÃan que los holders de este token podrÃan participar en una especie de concurso, similar al de la serie, en un mundo virtual. Sin embargo, al quinto dÃa desde su lanzamiento, y luego de alcanzar los USD 2,700 el precio del token se fue a 0 debido a que los creadores habÃan retirado toda la liquidez, quedándose con más de USD 2,5 millones de dólares. En este caso el FOMO jugó en contra de los inversionistas quienes no pudieron identificar que se trataba de una estafa.