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La obra se subasta en el mercado OpenSea, con una puja que va por los USD 15.000.
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Burnt Banksy busca “inspirar” a artistas para que exploren nuevos medios de expresión.
La fiebre de los NFT (tokens no fungibles o coleccionables) alcanza un nuevo nivel, con la llegada de una obra de Banksy a la blockchain de Ethereum. Actualmente, el token coleccionable que representa una obra del artista se está subastando en una plataforma de NFT, OpenSea.
La impresión 325 (de 500) de la obra “Idiotas” del popular artista callejero se suma a la tendencia actual en el mundo de las criptomonedas. Pero además, lo hace de una manera muy llamativa, que pareciera sacada del argumento de alguna película que representara un distante pero posible futuro distópico.
La empresa Injective Protocol compró a la Tagliatella Gallery, de la ciudad de Nueva York, el original de la obra, una serigrafía. Luego, miembros del proyecto quemaron el material durante una especie de ceremonia transmitida en vivo vía Twitter, desde el perfil @BurntBanksy (Banksy quemado).
Ahora, la obra “revivió” convertida en el NFT que corre actualmente sobre la blockchain de Ethereum, y que está siendo subastado a través de OpenSea como una obra digital y un token único. Hasta el momento, se han presentado poco más de 20 ofertas. La más alta, equivalente a unos 20 WETH (wrapped ETH, cuyo valor sigue al de la criptomoneda de Ethereum) fue retirada.
La oferta que ya no está activa equivaldría a unos USD 30.000. Pero la más alta de las pujas vigentes al momento de redacción de esta nota equivale a poco más de la mitad, con un valor de 10,23 WETH. Esto equivale a menos del 15% del precio que pagó la empresa por la obra original, unos USD 95.000, según datos de CBS News.
Paradójicamente, la obra representa una subasta. Y en el cartel que está junto al encargado de llevar la puja, se puede leer: “no puedo creer que ustedes, idiotas, realmente compraron esa mierda”.
“Queremos inspirar a entusiastas de la tecnología y artistas”
El grupo detrás de este proyecto, Burnt Banksy, se ha propuesto con esta acción “inspirar” no solo a entusiastas de la tecnología, con conocimientos sobre criptomonedas y blockchains. También, pretenden que esto inspire a “artistas que quieren explorar un nuevo medio para la expresión artística”, relató el encargado de la quema.
¿Y por qué quemar la obra y no simplemente resguardarla? La misma persona lo explica, asegurando que así se garantiza la transferencia del valor que posee la obra en físico al token, que es “la única manera de tener la obra ahora”.
“Si tuviéramos el NFT y la pieza en físico, el valor estaría primordialmente en la pieza física. Al quemarla, eliminarla de la existencia física y solo tener el NFT, podemos asegurar que nadie puede alterar la pieza y es la obra verdadera. Al hacer esto, el valor de la obra en físico se mueve al NFT”.
Representante de Burnt Banksy.
No todo el mundo tomó de buena manera la quema de la obra original. Entre los comentarios en Twitter, vemos valoraciones como “lo más tonto que he visto”, o la apreciación del fotógrafo Nate Igor Smith: “tengo un problema mucho mayor contigo creando un NFT del trabajo de otro artista que contigo quemando el arte”.
La ola de los NFT parece expandirse cada día que pasa. Ante esto, hay posiciones encontradas. Por una parte, se está construyendo una industria capaz de mover millones de dólares en coleccionables que está atrayendo a todo tipo de organizaciones, desde el deporte, la música, el cine, la tv y los videojuegos.
Pero también hay quienes ven con mucha cautela lo que está ocurriendo, como Charlie Lee, creador de litecoin (LTC), una de las principales altcoins del mercado. Para Lee, el fenómeno NFT guarda muchas similitudes con fiebres anteriores del ecosistema de criptomonedas y blockchains.
CriptoNoticias reportó este jueves cómo el ejecutivo compara los NFT con las propias altcoins y las ICO (Ofertas Iniciales de Monedas) como mecanismo de financiamiento para proyectos. A su juicio, tal como ha ocurrido con miles de monedas, la mayoría de los coleccionables quedarán en el olvido y sin valor.