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La doctora Ai Fen admite que fue reprimida en diciembre cuando intentó advertir sobre el virus.
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Algunos periodistas piensan que las redes como Ethereum son una alternativa para mitigar la censura.
La periodista Sarah Zheng, parte del equipo del South China Morning Post, el principal diario en inglés que circula en China, señaló en un mensaje desde su cuenta en Twitter el esfuerzo que está haciendo ella, junto con algunos usuarios de internet en ese país, para preservar en la blockchain de Ethereum una entrevista censurada, con la doctora Ai Fen, quien fue ignorada tras emitir un alerta sobre el coronavirus.
En su publicación Zheng incluye capturas de pantalla que describen cómo el documento fue asegurado en la red Ethereum, mientras que algunos extractos están encriptados en códigos QR. Otros esfuerzos han dejado la entrevista guardada en archivos PDF y hasta en código morse, todo ello con la idea de continuar con su difusión, aun después de que el artículo fuera censurado por el Partido Comunista de China.
La edición de marzo del medio Renwu, que incluye la entrevista con la doctora Ai Fen, fue retirada de WeChat, el sistema de mensajería similar a WhatsApp, que es usado en China. La medida evita que el documento pueda ser compartido por redes sociales, lo que impide que más ciudadanos sepan que hubo un alerta temprano sobre el virus, que fue ignorado por las autoridades, tal como relata una nota, también difundida por Sarah Zheng y publicada por el medio inglés que circula en Singapur The Straits Times.
Por su muestra de valentía, Ai Fen se ha convertido en un símbolo de lucha contra el COVID-19
https://twitter.com/yiqinfu/status/1237222757940596739
En la entrevista resguardada en Ethereum, la médica china Ai Fen admite haber recibido una fuerte represión después que en diciembre intentó advertir a otros médicos sobre los resultados que ella halló en las pruebas de un paciente en el que observó signos del «coronavirus de Sars». Sin embargo, aunque la doctora compartió los datos con colegas y los instó a tomar precauciones para combatir el virus, posteriormente fue sancionada por «esparcir rumores» y «dañar la estabilidad».
En tiempos del coronavirus, las autoridades chinas se han enfrentado a críticas feroces de sus ciudadanos y de otros países por no actuar con la suficiente rapidez para frenar la epidemia y por reprender a quienes intentaron advertir a otros en los primeros días de la propagación.
Incluso la muerte del Li Wenliang, uno de los médicos que recibió represalias por parte de la policía al principio del brote, por enviar advertencias tempranas sobre la seriedad de la enfermedad y denunciar las condiciones en las que tienen que trabajar los médicos en ese país, provocó que la población hiciera llamados a favor de la reforma política y la libertad de expresión.
Una blockchain para mitigar la censura
En su necesidad de informar con veracidad, periodistas y ciudadanos habían encontrado en las redes sociales chinas un nuevo espacio para publicar información sobre casos de corrupción de funcionarios. La solución se convirtió en una alternativa porque no pasaba por los filtros oficiales.
Sin embargo, más recientemente el gobierno chino ha emprendido una nueva campaña de censura, llamada a combatir los rumores en internet, que ha llevado a la cárcel a varias personas acusadas de esparcirlos, así como al cierre de sitios web.
Bajo la presidencia de Xi Jinping, los periodistas críticos prácticamente han desaparecido, mientras las autoridades acosan y encarcelan a docenas de reporteros. La prensa china está llena de retratos optimistas de la vida bajo Xi. Los detractores lo llaman la «era de la censura total».
Una situación similar viven los periodistas venezolanos que, inmersos en una crisis del periodismo, son testigos de uno de los periodos más críticos de su historia contemporánea con cientos de medios de comunicación cerrados desde 2013 hasta la actualidad.
Es por ello que Úrsula O’Kuinghttons, Líder Regional de Civil, un proyecto incubado en ConsenSys que promueve un espacio para el periodismo ético y descentralizado, contó el año pasado a CriptoNoticias cómo es que tiene esperanzas de que las redes blockchains como Bitcoin o Ethereum ayuden a sentar las bases del periodismo del siglo XXI. El objetivo es sortear algunos de los retos de esta crisis con herramientas que permitan a los periodistas mitigar la censura y que sus artículos se mantengan registrados en una base de datos distribuida.
Por otro lado, dado que el ecosistema blockchain ha demostrado ser útil en muchos aspectos de la vida cotidiana, la tecnología sirvió en 2018 para que la campaña YoTambién, más conocida como MeToo, en inglés, superara la censura impuesta por el gobierno chino a un caso de abuso sexual.
Cuando los estudiantes de China que pedían justicia sobre el caso comenzaron a notar que los mensajes desaparecían de las redes sociales, decidieron realizar una transacción en la red de Ethereum y de este modo colgaron una carta abierta sobre el caso de Gao Yan, y así fue como descubrieron que, al igual que con el caso de la doctora y su alerta del coronavirus, sí había una alternativa para alzar la voz en contra de la censura del gobierno de ese país.