Hechos clave:
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Civil es una plataforma de periodismo ético que usa Ethereum contra la censura.
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El programa con la Universidad de los Andes ofrece herramientas tecnológicas ante la crisis.
El periodismo en el mundo se encuentra en crisis. Con la masificación del Internet y la consecuente amplificación de los canales de comunicación e información, anteriormente concentrados en manos de pocos, la divulgación de contenido seudoperiodístico y de noticias falsas ha proliferado, provocando, en el mejor de los casos, un escepticismo radical entre quienes son conscientes de la manipulación y, en el peor, el eco de hechos inverosímiles por parte de los más crédulos.
Por otro lado, la velocidad que exige Internet para la difusión de noticias, donde la publicación debe ser continua para mantener informada a la audiencia con la mayor oportunidad posible, muchas veces ha derivado en que, aún medios con trayectoria y reconocimiento, publiquen noticias sin confirmar, haciendo de caja de resonancia para noticias falsas.
Son muchas las variables que han propiciado la crisis del periodismo. Cada vez los medios trabajan más, sin quererlo, de manera gratuita, para redes sociales y motores de búsqueda, pues son el espacio de mayor difusión para sus contenidos. Y la gratuidad, en una época de recursos escasos para el periodismo, donde la mayoría de las plataformas webs apenas viven de ads, es un lujo costoso.
Para Úrsula O’Kuinghttons, Líder Regional de Civil, periodista de formación y con años de trayectoria en el área, esta crisis es evidente: «Cuando yo estudié periodismo hablábamos, no de la época de oro, pero de una época muy interesante dentro del periodismo. Donde el periodismo era el cuarto poder, había mucho dinero, aún no aparecían las grandes plataformas como Facebook ni Google, entonces teníamos cierto estatus. Era interesante ser periodista y respetaban tu palabra. Todo esto ha cambiado».
Pero los momentos de crisis, como lo establece la etimología de esta palabra, son momentos de separación, de senderos que se bifurcan y en los que siempre surgen, a su vez, oportunidades. Y así como fue, en parte, una tecnología como el Internet la que socavó las bases del periodismo tal como funcionaba en el siglo XX, puede que sean otras tecnologías, las redes de blockchains como Bitcoin o Ethereum, las que ayuden a sentar las bases del periodismo del siglo XXI, sorteando algunos de los retos de esta crisis.
Con esta intención nace Civil, un proyecto incubado en ConsenSys que promueve un espacio para el periodismo ético y descentralizado. Se trata de una red gobernada por su comunidad, pues son sus miembros quienes aprueban o rechazan que el contenido propuesto sea indexado al registro en Ethereum, dependiendo de que este cumpla con los parámetros establecidos en la constitución de Civil. De esta manera, problemas como las noticias falsas, pueden ser mitigados.
Pero hay lugares donde la crisis del periodismo golpea con mayor fuerza que en otros. Los periodistas venezolanos, por ejemplo, viven uno de los periodos más críticos de su historia contemporánea. Con ciento quince medios de comunicación cerrados desde 2013 hasta la actualidad (sesenta y cinco emisoras de radio, cuarenta y un medios impresos y ocho canales de televisión que ya no se encuentran disponibles en señal abierta), cada día son menos los espacios para la difusión de noticias en el país latinoamericano.
Con todo, el cierre de los espacios de comunicación por razones como escasez de papel para la impresión de periódicos, el vencimiento de concesiones para canales de televisión o simplemente la mengua monetaria para mantener los altos costos de un medio debido a la hiperinflación, no son más que síntomas de una enfermedad mayor: la censura deliberada que pretende uniformar ciertos discursos políticos. Al final, quien ostenta la hegemonía comunicacional de manera casi monopólica, tiene el poder para controlar, no solo la opinión pública, sino la manera en que se utiliza el lenguaje y, por tanto, cómo se configura el pensamiento.
Con miras a proveer de nuevas herramientas a los periodistas en Venezuela, herramientas que les permitan mitigar la censura y que sus artículos se mantengan registrados en una base de datos distribuida, Civil comenzó un programa de aula para instruir sobre Civil, Ethereum y el periodismo en la era de las criptomonedas a los estudiantes de periodismo de la Universidad de los Andes en Táchira, frontera con Colombia. Úrsula O’Kuinghttons, junto con la líder de programa de Civil, Elena Giralt, nos contaron al respecto durante la Blockchain Summit Latam 2019 en Ciudad de México.
Este proyecto empezó hace dos meses, luego de que un estudiante de la Universidad de Los Andes en el Estado Táchira nos mandó un correo electrónico pidiéndonos más información sobre Civil, sobre lo que estamos desarrollando en esta comunidad de periodismo ético sobre una cadena de bloques, y como él podía formar parte. Nosotros hicimos un webinar educativo con este grupo. Eran como ciento ochenta estudiantes en una sala. Y de ahí a Úrsula se le ocurrió la idea de hacer un programa educativo usando Civil como herramienta para educar a los periodistas y a los estudiantes de comunicación social sobre cómo pueden usar esta tecnología innovadora en el mundo del periodismo moderno.
Elena Giralt.
El programa se estructuró en cuatro webinars educativos, donde se introdujo a los estudiantes a los fundamentos de las blockchains en general, y de Ethereum, en específico. Se les enseñó cómo manejar un monedero, cómo funciona el gas en las transacciones en Ethereum, y finalmente cómo es el sistema de gobernanza de Civil, para lo cual tuvieron que estudiar la constitución de la plataforma.
Les explicamos que el sistema de gobernanza tiene como base la Constitución. Esta constitución la tienen que leer todas las redacciones que entran dentro de la plataforma. Porque ahora mismo cualquiera puede hacer periodismo. Pero que sea un periodismo ético, de calidad, de investigación, es caro, requiere tiempo y no es fácil, no es juntar palabras; es difícil.
Entonces para tener todo esto, dijimos vamos a partir por la base, que es la constitución, que explica lo que es el periodismo ético. Y en esto tradujimos la constitución al español para que estos chicos aprendieran cuáles son las bases.
Úrsula O’Kuinghttons.
La constitución de Civil establece el propósito y los valores de la red. Todo el contenido propuesto a ser registrado en Civil debe cumplir con los principios de exactitud o precisión en los hechos; transparencia en financiamiento, conflictos de intereses y fuentes; independencia de intereses políticos, comerciales u otros; responsabilidad sobre la información compartida; respeto a los involucrados en las noticias; permanencia de los contenidos; originalidad del trabajo; acceso igualitario; y privacidad ante la audiencia.
También en la constitución se describe el sistema de autogobierno de la red. La red está gobernada por los mismos periodistas y demás miembros participantes, quienes votan para decidir qué contenido cumple con los principios antes mencionados durante un periodo promedio de dos semanas. Para votar, utilizan los tokens ERC20 de Civil, llamados CVL.
Cuando comenzaron el programa, Úrsula se dio cuenta de que sería una excelente oportunidad para engrosar la comunidad hispanoamericana en Civil, actualmente poblada en un 80% por angloparlantes. Para que los estudiantes de la Universidad de los Andes experimentaran con el sistema de gobernanza, se le adjudicaron 5.000 CVL a los miembros del programa, tokens de utilidad especialmente orientados a la gobernanza de la red.
Civil está radicada en Nueva York y la comunidad es básicamente toda en inglés. Y tenemos redacciones en América Latina. En Chile, México, Cuba, una redacción venezolana que se llama Arepita. No tenemos un robusto sistema de gobernanza aquí porque la gente no habla en español como para poder participar. Entonces les explicamos a estos chicos. Y les dije, ojo, no os entusiasméis directamente con que les vamos a dar tokens porque lo primero que pensaron es que se iban a hacer ricos con los tokens. Entonces les explicamos que estos token son de utilidad, los van a utilizar para un sistema de votos dentro de la plataforma. ¿Qué pueden ganar dinero? A lo mejor sí, pero no queremos prometerles que se van a hacer ricos porque no es el caso, ni es la finalidad de esto.
Entonces el próximo paso después que se lean la constitución, ellos, con sus tokens en la mano, van a poder votar, van a poder leer las redacciones que están en español.
Úrsula O’Kuinghttons.
Las distintas redacciones o salas de prensa que deseen acceder al registro de Civil e indexar su contenido en la blockchain de Ethereum y en la red descentralizada de almacenamiento IPFS, tendrán que descargar el plugin para el CMS de WordPress llamado Civil Newsroom Manager. De esta manera podrán crear el contrato inteligente de sala de prensa necesario para acceder al registro y, de cumplir con los parámetros éticos de Civil, subir el contenido a redes distribuidas y así evitar que este sea removido o censurado arbitrariamente, como ha sucedido en el pasado en ciertos portales de Internet.
En este estadio del proyecto con los estudiantes de la ULA, los tokens están guardados en un monedero multifirma que requiere cuatro firmas para poder utilizarlos. “Estamos promoviendo la colaboración en este programa educativo. No es que un estudiante que se quiera agarrar mil tokens pueda hacerlo. Los fondos están en una billetera que está protegida y requiere la firma de un líder estudiantil, dos profesores y una representante de la Fundación Civil”, establece Elena Giralt.
También hay otra cosa que los estudiantes con este programa de aula pueden hacer. El grant es de 5.000 token, es el depósito que se necesita para aplicar una nueva redacción a la plataforma. Entonces un sueño que tenemos nosotras es que los estudiantes pueden identificar otra redacción, otra compañía que quieran aplicar para que forme parte de Civil y darle a esa redacción tokens para aplicar. Entonces no siempre tienen que estar desafiando o en contra de un periodista o una redacción que no cumple con los estándares éticos de la constitución, sino también los estudiantes tienen el poder de ayudarnos hacer crecer la comunidad.
Elena Giralt.
El programa tiene una duración de cuatro meses. Una vez finalizado dicho periodo, aproximadamente en septiembre, entregarán las llaves del monedero a los estudiantes y serán libres de firmar sus transacciones según su criterio, siempre adecuándose a la constitución.
Si bien en Civil, al igual que en la mayoría de los proyectos basados en blockchains, aún persiste una brecha tecnológica y de entendimiento que aleja a ciertas personas de la adopción, sin duda es una herramienta para aquellos que han sufrido la censura en carne propia y necesitan resguardar sus contenidos. De igual manera, en el caso de los estudiantes de la Universidad de los Andes, resulta una puerta de entrada al mundo de las criptomonedas, donde probablemente puedan encontrar una alternativa, no solo a la crisis del periodismo, sino a la crisis económica que sufre el país.