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La comunidad de bitcoin pide mayor conciencia sobre lo que ocurre en el sector actualmente.
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Mineros creen que merecen apoyo, no ser señalados injustamente por algo que no han hecho.
Aunque muchos de los prejuicios vinculados con bitcoin (BTC) ya estaban superados en Venezuela, ahora se está volviendo a relacionar a la pionera de las criptomonedas con lavado de dinero y otras actividades delictivas.
Al menos así lo percibe la comunidad que gira en torno al ecosistema de bitcoin en el país, la cual cree que la narrativa está cambiando, una vez más, con respecto al sector de los criptoactivos.
“Las criptomonedas ahora se usan para robar el dinero de los venezolanos” o “Venezuela se queda sin luz por la minería de Bitcoin”, son frases que se vuelven a escuchar en el país suramericano. Hasta hace poco, el discurso sobre la moneda digital solía estar relacionado con el impulso de la adopción por parte de la población para contrarrestar la inflación.
Sin embargo, casi 15 días después de la detención de Joselit Ramírez, exjefe de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip), son muchas las voces que vuelven a apuntar hacia Bitcoin.
“Bitcoin y la minería digital vuelven a estigmatizarse en el país, señala el minero Carlos Moreno en conversación con CriptoNoticias. Se lamenta de que, en cada rincón, se hable sobre el uso de las criptomonedas para los hechos ilícitos, sin tomar en cuenta que apenas el 1% del valor movido con BTC proviene del delito.
A Moreno y a otros miembros de la comunidad les preocupa cómo el sector venezolano de las criptomonedas se está viendo afectado por presuntos delitos relacionados con el principal organismo regulador, lo que muchos catalogan como una ironía.
Recientemente el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, explicó que, desde Pdvsa, se asignó a la Sunacrip el manejo de buques con cargas de crudo petrolero. Y una vez comercializado el crudo asignado, se evadieron los pagos correspondientes a la petrolera.
Se trataba de una trama de corrupción a la que dio el nombre de “Pdvsa-Cripto”. Se investiga la supuesta desaparición de USD 3 mil millones que eran provenientes de la venta de unos 120 millones de barriles de petróleo. Por lo que se sabe, hasta ahora, la transacción se habría hecho con criptomonedas, a través de la Sunacrip, para evadir las sanciones de Estados Unidos.
“La desinformación confunde y sataniza a Bitcoin”
Hasta ahora, ningún organismo oficial ha dado mayores detalles sobre este caso de corrupción relacionado con el petróleo venezolano. Tampoco se ha dicho cuál criptomoneda fue usada para operar la mencionada trama. A pesar de ello, muchos apuntan hacia bitcoin.
Menos aún se ha producido ningún pronunciamiento oficial por parte de la junta designada por el gobierno para reestructurar la Sunacrip, tras la salida de Joselit Ramírez.
En términos generales, la comunidad percibe que la información relacionada con el caso de corrupción se maneja con mucha opacidad.
“Es muy fácil satanizar al mundo de las criptomonedas porque este es un mercado muy joven y novedoso, donde impera el desconocimiento de la mayoría de la población”, explicó a CriptoNoticias el abogado José Ángel Mogollón.
“Situaciones como las que se viven actualmente en Venezuela, donde se conjuga el desconocimiento con la falta de información que hay, facilita que vuelva a surgir el lado oscuro de bitcoin y de otras criptomonedas, aunque no se trate de ellas propiamente, sino de quien las utiliza, como cualquier otra herramienta. Esto no es algo que suele suceder en las finanzas tradicionales porque no es común ver a la gente hablando mal del efectivo cuando se roban bancos o se lava dinero”.
José Ángel Mogollón, abogado especialista en criptomonedas.
Algunos estudios confirman lo señalado por Mogollón, en el sentido de que los delincuentes prefieren lavar dinero con fíat y altcoins, antes que usar bitcoin. Además, se dice que los carteles de México prefieren los bancos y no BTC para lavar dinero.
“Para muchos la minería de Bitcoin huele a peligro”
Como parte de la investigación que gira en torno al caso de corrupción en el que se han detenido a más de 42 funcionarios y empresarios en Venezuela, aparentemente se habría ordenado desconectar a todas las granjas de minería de Bitcoin con licencia en el país.
Por otro lado, se observaron imágenes de una granja de minería digital entre las posesiones que supuestamente estaban bajo el poder de los implicados en la trama de corrupción llamada Pdvsa-Cripto.
Y en medio de todo ello, hay quien denuncia, aunque sin fundamentos, que los funcionarios del gobierno venezolano minan criptomonedas, “en detrimento del sistema eléctrico nacional, sin importar el deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos”, como señaló en Twitter la abogada venezolana Tamara Sujú.
Sujú no es la primera que hace referencia al uso de energía para la minería de Bitcoin. De hecho, mucha tinta se ha derramado sobre este tema que surge nuevamente en Venezuela.
En el país suramericano, como en muchos otros, hay personas que condenan el creciente uso de energía para minar Bitcoin y, en respuesta, muchos otros han tratado de justificarlo.
En contraposición, también se ha usado mucha tinta para desmitificar los conceptos erróneos sobre la minería de Bitcoin.
Así lo ha hecho el presidente de la junta directiva de Coin Metrics, Nick Carter, quien en el 2021 estimó que los mineros emplean anualmente alrededor de 0,26% de la electricidad mundial, y 0,11 de la producción de energía mundial.
“Que consideres eso muy alto o muy bajo depende de tu perspectiva sobre los méritos de Bitcoin”, apuntó Carter en ese momento.
“Lo que pasa es que para mucha gente en Venezuela la minería de Bitcoin huele a peligro”, dijo un minero que prefirió conversar bajo anonimato. A él le preocupa que a los mineros se les condene por cosas que no han hecho.
Otros hacen referencia a las grandes pérdidas que sufre la industria mientras las granjas se mantienen desconectadas del sistema eléctrico.
“Merecemos apoyo, no condena”
Varios mineros de Bitcoin consultados creen que la tendencia creciente a criticar su actividad es algo que debe detenerse en Venezuela.
Los productores de hash se llaman a sí mismos como “defensores de la red financiera descentralizada más importante del planeta”, y desean respeto a cambio.
Por su lado, el minero beachainbtc se lamenta en Twitter por cómo se está estigmatizando a la minería de Venezuela.
“Somos los clientes más leales y comprometidos del proveedor energético [Corpoelec], pero aun así nos cobran el precio del kilovatio por hora (KWh) más caro posible. Somos la solución para la crisis eléctrica del país, pero aun así somos acusados por los apagones. Es frustrante.
Beacha in btc, mineros de Bitcoin venezolano.
Él cree que con el pago que hacen los mineros por el consumo de la energía, puede haber suficientes recursos para mejorar la red eléctrica de Venezuela.
En el país se registra un promedio de 655 fallas eléctricas cada día, según datos suministrados a la agencia EFE por el Comité de Afectados por Apagones, un ente independiente que computó 20.325 interrupciones del servicio durante julio del año pasado.
El gobierno suele atribuir estas fallas a múltiples factores externos, mientras algunos usuarios creen que más bien todo se trata del uso indebido de los recursos.
Para el abogado Ángel Mogollón no es justo vincular a la minería de Bitcoin con los apagones, ya que “las regulaciones y los controles que existen en el país tienen por norte garantizar que se haga uso efectivo y eficiente de la infraestructura eléctrica”.
Quienes sostienen granjas mineras de Bitcoin en Venezuela señalan que tienen mucho en riesgo en estos momentos, ya que deben cubrir los costos, aunque no estén generando ganancias mientras las instalaciones no cuentan con el servicio eléctrico.
La industria genera empleos, pero los temores se multiplican producto de la incertidumbre que existe, una situación angustiosa y frustrante para aquellos que dependen de la minería de criptomonedas para mantener a sus familias.