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Funcionarios de Brasil, Argentina y Chile abogan por diversificar reservas nacionales mediante BTC.
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Algunos anuncios prodrían hacerse sin una comprensión profunda de las implicaciones económicas.
En julio de 2024, la senadora estadounidense Cynthia Lummis presentó una iniciativa para establecer una tesorería nacional respaldada en Bitcoin. La propuesta, apadrinada por Donald Trump, se convirtió en una de las principales promesas de su campaña para ser electo presidente.
Funcionarios de diversos países han instado a sus naciones a no quedarse atrás y a seguir el rumbo marcado por Trump, un movimiento que ha sido celebrado por miembros de la comunidad de Bitcoin y empresarios de la industria, quienes creen que se está marcando el inicio de un cambio significativo en las finanzas globales. Sin embargo, otros sostienen que las promesas del nuevo presidente de los Estados Unidos son alegatos que no podrá cumplir.
Tener una tesorería en Bitcoin permite a un Estado gestionar sus reservas de valor de manera más estratégica. La principal ventaja de BTC radica en su suministro limitado, con un máximo de 21 millones de unidades. Esto lo hace menos vulnerable a los efectos inflacionarios que afectan a las monedas fiduciarias –estas pueden ser emitidas sin restricciones.
Si bien la volatilidad del mercado representa un riesgo, Bitcoin también presenta oportunidades de apreciación significativa a largo plazo. Un ejemplo claro está en El Salvador, cuyo tesoro en BTC ha experimentado un notable crecimiento, demostrando el potencial de la criptomoneda para generar rendimientos a medida que su adopción global aumenta.
Esta tendencia global de acumular Bitcoin en las reservas nacionales plantea la pregunta de si se trata de una tendencia pasajera o una estrategia financiera vital para el futuro. Algunos argumentan que es una necesidad ante la inflación de las monedas fiat y la búsqueda de activos seguros y de valor limitado. Otros lo ven como una moda que refleja el entusiasmo actual por las criptomonedas, sin una comprensión profunda de sus implicaciones económicas a largo plazo. De ser cierto esto último, surge otra pregunta: ¿cuántos de estos anuncios se quedarán en el limbo, sin avances significativos?
Hasta el momento, varios países se han pronunciado sobre propuestas legislativas para crear tesorerías en Bitcoin. Revisaremos cuáles han surgido como propuestas sólidas.
Proyectos más sólidos
Propuesta en Brasil: La iniciativa plantea la creación de una tesorería en Bitcoin llamada RESBit, a través de un proyecto de ley presentado por el congresista Eros Biondini. Basado en ello, se destinaría hasta el 5% de las reservas internacionales del país a la adquisición gradual de BTC. El proyecto fue presentado el pasado 25 de noviembre.
Un proyecto para Argentina: En este caso, la propuesta proviene del diputado Martín Yeza, quien recientemente anunció un proyecto de ley orientado a que el Banco Central no solo adquiera y resguarde Bitcoin, sino también impulse su minería. La iniciativa plantea que una parte de las reservas nacionales se mantenga en la moneda digital, marcando un paso significativo hacia la integración de activos digitales en la economía del país austral.
Un plan en Chile: hay legisladores que también están impulsando la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin, proyecto promovido por Andrés Villagrán, un minero de criptomonedas con experiencia internacional. Andrés ha trabajado para educar a los funcionarios chilenos sobre los beneficios de BTC y ha presentado la propuesta a miembros del gobierno, con planes para retomar las reuniones este año, tanto con el Ministerio de Hacienda como con múltiples diputados y senadores.
Un objetivo para Suiza: En ese país de Europa Central se está considerando hacer una modificación a su Constitución Federal para permitir que el Banco Nacional del país incluya Bitcoin en sus reservas nacionales. La iniciativa busca modernizar la cartera de reservas de la nación, actualmente compuesta por monedas fiat y más de 1.000 toneladas de oro, incorporando BTC como un activo estratégico. La propuesta ya ha iniciado su fase de recolección de firmas y debe lograr el apoyo de 100 mil personas antes de junio de 2025. Si tiene éxito, Suiza podría posicionarse como un líder en la adopción global de Bitcoin.
Un compromiso para Estados Unidos: Donald Trump prometió establecer una reserva de BTC en caso de que ganara la presidencia. Tras su llegada a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, se estima que oriente la creación de un tesoro basado en la moneda digital, comenzando con una adquisición de aproximadamente 200.000 BTC. El proceso para implementar esta tesorería podría seguir dos caminos: el legislativo, con el proyecto de ley ya presentado por la senadora Lummis, o a través de una Orden Ejecutiva, lo que permitiría avanzar sin la necesidad de pasar por el Congreso, aunque esto podría generar más desafíos legales y políticos. Se estima que este 2025 el proyecto comience a debatirse.
Propuestas que apenas han visto luz y anuncios recientes
Recientemente, Aleš Michl, Gobernador del Banco Nacional de la República Checa, aprovechó una entrevista para declarar que, aunque actualmente la institución no tiene planes de añadir grandes cantidades de Bitcoin a sus reservas, sí que han considerado adquirir «algunos BTC» como parte de su estrategia de diversificación. Además, Michl afirmó estar abierto a seguir debatiendo sobre el tema.
Rusia también tiene voz y voto en este listado, pues el legislador Anton Tkachev propuso al Ministro de Finanzas, Anton Siluanov, la creación de un tesoro en Bitcoin para mejorar la estabilidad financiera del país, inspirándose en el modelo de reservas tradicionales. Tkachev destacó que las monedas fiat como el yuan, el dólar y el euro son vulnerables a la volatilidad, las sanciones y la inflación. Esta iniciativa se enmarca en un contexto en el que Rusia, bajo el liderazgo de Vladimir Putin, ha expresado su apoyo al desarrollo de Bitcoin, con el presidente declarando públicamente que el activo continuará evolucionando sin poder ser prohibido.
A su vez, Tailandia ha avanzado en la discusión sobre la adopción de Bitcoin como reserva estratégica, con una propuesta presentada por el ex primer ministro Thaksin Shinawatra durante un evento organizado por el partido Pheu Thai. Durante la reunión, Thaksin presentó la idea de adoptar Bitcoin como un activo clave para fortalecer la economía tailandesa. La iniciativa está respaldada por la actual primera ministra Paetongtarn Shinawatra.
Gracias a Dennis Porter –CEO del Satoshi Action Fund (SAF)- se reveló que Sławomir Mentzen, candidato presidencial polaco y líder del partido Konfederacja, ha prometido implementar el modelo de ley de la SAF para designar a Bitcoin como un activo de reserva estratégico en Polonia. El modelo de ley de la SAF ya ha sido liberado oficialmente, permitiendo que pueda ser utilizado por los gobiernos y estados interesados en crear sus propios tesoros en Bitcoin.
Conviene destacar que la diputada francesa Sarah Knafo, miembro del Parlamento Europeo, expresó su rechazo a la propuesta del euro digital (CBDC) y al enfoque regulatorio del Banco Central Europeo (BCE) en torno a las criptomonedas. En su discurso, Knafo subrayó la importancia de adoptar la naturaleza descentralizada de Bitcoin como una forma de proteger a la región de la inflación y las decisiones económicas erróneas de los países. Además, aplaudió el éxito de El Salvador y criticó la Ley MiCA. «No al euro digital, sí a una reserva estratégica de bitcoin», escribió Knafo en una publicación en X.
La viabilidad de estos proyectos
Las recientes propuestas en diversos países marcan un avance significativo hacia la modernización de las economías y el fortalecimiento de las reservas nacionales. Sin embargo, más allá de las buenas intenciones, es fundamental adoptar un enfoque integral y bien estructurado para convertir estas iniciativas en realidades concretas. Las naciones que realmente deseen dar este paso deben reconocer que no basta con un discurso a favor de las criptomonedas o con la mera presentación de proyectos de ley que promuevan su inclusión en las reservas. Este proceso requiere una revisión exhaustiva de los marcos regulatorios existentes, la construcción de alianzas estratégicas y una comprensión profunda de la volatilidad inherente a los criptoactivos.
Enfrentar estos desafíos no es tarea sencilla, pero los proyectos que consigan implementarse serán los que mejor aborden las tensiones con los actores del sistema financiero tradicional, quienes suelen mostrar escepticismo o resistencia frente a la incorporación de criptoactivos como reservas nacionales. Para que las propuestas se materialicen en resultados, los legisladores deberán promover un diálogo constante entre todas las partes involucradas: autoridades financieras, empresas tecnológicas y ciudadanos, además de impulsar la educación y la capacitación sobre el uso y los beneficios de las criptomonedas.
En los próximos años habrá que monitorear cómo evolucionan estas iniciativas y si logran superar las barreras gubernamentales. La colaboración será fundamental para garantizar que las medidas a favor de las criptomonedas contribuyan a la diversificación económica y a la estabilidad financiera en el largo plazo.