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La red de pruebas Rosnet presentó fallas entre los mineros que intentaron implementar el protocolo.
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Los desarrolladores de Ethereum decidirán durante los próximos días cuál será la siguiente medida.
La próxima bifurcación de Ethereum, denominada Constantinople, podría ser aplazada para el año 2019, debido a problemas de funcionamiento en la red de pruebas.
Según informó el proyecto Infura a través de Twitter, hubo un problema en el mecanismo de consenso de la red Ropsten, que la dejó obsoleta, por lo que la comunidad de desarrolladores de Ethereum se encuentra investigando lo sucedido y hacen un llamado a utilizar otras redes para realizar pruebas hasta nuevo aviso.
Due to a consensus issue with the Constantinople fork, Ropsten is currently not usable. The Ethereum dev community is investigating. Until further notice please utilize one of the other Ethereum testnets
— Infura (@infura_io) 13 de octubre de 2018
A inicios de este mes también fue pospuesta durante 5 días la ejecución de pruebas de Constantinople en la red Ropsten. Inicialmente la bifurcación sería activada en el bloque 4.200.000, pero tras encontrar fallas en la Máquina Virtual de Ethereum, la computadora del protocolo, se tomó la decisión de activarla unos 30.000 bloques después, según informó Péter Szilágyi, líder de equipo de la Fundación Ethereum.
El día 13 de octubre, a la altura del bloque 4.230.000, se activó el protocolo en la red de pruebas Ropsten. Sin embargo, luego comenzaron a presentarse fallas que fueron comentadas en Twitter por Afri Schoedon, donde el desarrollador afirma que probablemente Constantinople no se activará en la red principal este año si Ropsten sigue presentando problemas. El próximo viernes 19 de octubre podría deliberarse si se extiende este plazo o aún puede implementarse la bifurcación en 2018.
Constantinople fue presentada en la Propuesta de Mejora de Ethereum 1013 (EIP 1013), publicada el 20 de abril de 2017 y creada por Nick Savers. La bifurcación hará un cambio del mecanismo de consenso de Ethereum. El objetivo es pasar de Prueba de Trabajo a la Prueba de Participación, un mecanismo que se espera descentralice la minería, la haga menos costosa y permita a la red escalar en su desarrollo; esto mediante el ahorro de espacio de memoria interna de la red, lo cual podría abaratar las transacciones, según indican los desarrolladores de Ethereum. Por el momento, cualquier consideración al respecto es solo hipotética.
En el campo de la minería, los equipos ASIC son cada vez más sofisticados y podrían poner en riesgo la descentralización de las redes blockchain, como indican algunos analistas, por lo que el cambio de mecanismo de consenso en Ethereum busca probar otros modelos para validar la confirmación de transacciones y hacer el proceso físicamente más ligero, dejando la seguridad de la red en el ámbito criptográfico y virtual. Aunque hasta ahora no se han indicado detalles de cómo funcionaría la Prueba de Participación en esta red. Por ejemplo, cuáles serían los parámetros para definir los límites de fondos que tendrían que tener quienes sean elegidos para validar transacciones.
Plataformas como SIA ya han anunciado actualizaciones para dejar obsoletos los mineros de Innosilicon y Bitmain, aunque en este caso no se plantea la necesidad de cambiar la Prueba de Trabajo por otro mecanismo de validación de bloques, sino solo anular la competencia que consideran desleal por parte de estas compañías, que han probado tener más poder para controlar una parte del mercado de equipos y, por lo tanto, la capacidad de otorgar a ciertos grupos de minería poder para minar y tener dominio de una red.
A su vez, Ethereum está diseñada como una plataforma que provee de contratos inteligentes, que en teoría deberían ser cada vez más accesibles para el usuario. El costo de las transacciones de los tokens ERC-20, por ejemplo, se considera elevado, un impedimento para su mayor adopción y la accesibilidad para los usuarios de criptoactivos personalizados.
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