Con el advenimiento de bitcoin en 2009 y el avance de su popularidad a partir de 2012, unido al surgimiento de las altcoins, muchos ven en las criptomonedas una buena alternativa de inversión.
Pero las monedas criptográficas no solo han llamado la atención de inversionistas honestos, también son de interés para personas inescrupulosas que no escatiman esfuerzos para engañar a inversionistas desprevenidos, deseosos de ver crecer sus recursos financieros a través de novedosos negocios digitales. Para ello han recurrido a un viejo sistema: el esquema ponzi o piramidal, que ahora se adapta a la criptografía y se disfraza de criptomoneda para atraer a sus víctimas. ¿Cómo? Veamos algunos casos de proyectos basados en criptomonedas que han sido señalados de ser esquemas fraudulentos por los propios inversionistas y/o por autoridades competentes.
OneCoin
A través de las empresas OneCoin Ltd (Dubai) y OneLife Network Ltd (Belice), cuya líder es la búlgara Ruja Ignatova, desde el año 2015 se promociona una supuesta criptomoneda llamada OneCoin, que lejos de seguir los pasos usuales para su lanzamiento, con la realización de una Oferta Inicial de Moneda (ICO) y su respectivo Libro Blanco (white paper), pide comenzar invirtiendo en paquetes educativos.
La información sobre el origen de OneCoin no es clara, pues se dice que la criptomoneda es minada por servidores en Bulgaria y en Hong Kong. No obstante, es imposible intercambiar onecoins por alguna otra moneda virtual o fiduciaria, siendo válido el intercambio solo entre los miembros de la empresa, y el acceso a los “tokens” es posible adquiriendo los cursos.
Aunque se asegura que el objetivo es educar sobre minería e inversión en criptomonedas, el énfasis se pone en el reclutamiento de más personas para “trabajar en equipos y obtener ganancias”, tal como prometen las conferencias que realizan en salones de hoteles y que se reproducen en páginas web y videos.
Como todo esquema ponzi, el proceso se ralentiza si no hay nuevos inversionistas y llega un momento en que no se pueden cubrir las expectativas de todos (sobre todo de los que recién ingresan) lo que con OneCoin se hace notorio cuando comienzan a limitar los intercambios, tal como han denunciado algunos afiliados.
Actualmente OneCoin está sujeta a investigaciones en muchos países de Europa y Asia, en algunos están vetadas sus operaciones y hasta han sido allanadas sus oficinas, incautando dinero y valores.
Minerworld
Denunciada recientemente en Brasil, Minerworld es una compañía creada en 2016 y dirigida por Cícero Saad, Jonhnes Carvalo y Hércules Gobbi, que se presenta como una empresa de “alquiler de energía computacional para minería de bitcoins”, actividad que según los dueños realizan en granjas propias, ubicadas en China y Paraguay.
Lo llamativo es que a pesar de que la misión es la minería, trabajan con una serie de planes de inversión en un sistema que llaman multinivel, ofreciendo ganancias de hasta 100% en un año. El negocio se sustenta en la captación de nuevos miembros y se ofrecen bonos, autos y viajes a quienes ingresen a más personas que contribuyan al “crecimiento de la empresa”.
Aparentemente todo iba bien hasta que en noviembre 2017 comenzaron las quejas. Los inversionistas dejaron de recibir pagos. MinerWorld se excusó diciendo que habían sido víctimas de phishing, aunque llama la atención que este hecho ocurriera después de las denuncias. La investigación preliminar determinó que la empresa también fue cuestionada en Paraguay, donde fue declarada ilegal.
Mientras siguen las investigaciones, los inversionistas esperan la devolución del dinero. Minerworld mudó su plataforma y negó todas las acusaciones. Ahora la promesa es pagar parte de la deuda con su propia moneda: MCash, una creación virtual sin ningún tipo de respaldo ni cotización, disponible en sus sistemas.
Airbit Club
La compañía Airbit Club fue creada en el año 2015 con el objetivo de brindar información acerca de las criptomonedas, la minería, y también para la comercialización de estas. Aunque no hay precisión en cuanto a sus dueños, las investigaciones apuntan hacia Gutemberg Dos Santos y Renato Rodríguez, previamente conocidos por participar en estafas ponzi.
A través del sitio web, alojado en BitBackOffice.com, se ofrece la oportunidad de invertir en bitcoins y otras criptomonedas, participando en un club al que se ingresa a través de referidos y el pago de una inscripción de membresía, de la cual 20% va a parar a manos de quien invita a afiliarse, además de lograr un retorno de la inversión de hasta 300% en unos 150 a 300 días.
Todos los pagos se hacen con bitcoins y se afirma que el dinero invertido se usará para intercambios y minería, otorgando 50% de las ganancias a los miembros del club e invirtiendo el resto en la plataforma minera.
Las operaciones se hacen a través de un software que permite abrir cuentas y hacer transacciones automáticamente, después de depositar fondos. La empresa asegura que se trata de sus “propios bots”, conectados a las principales plataformas comerciales de todo el mundo, aunque no hay ningún respaldo que lo demuestre.
Testimonios de usuarios en foros han confirmado que Airbit Club es un sitio web ilegítimo, que roba bitcoins en lugar de generarlos y ya fue incluido en la lista negra de BadBitcoin, como dedicado a estafar a sus usuarios.
Pincoin e iFan
Una estafa por el orden de los $660 millones conmocionó a los vietnamitas este mes de abril, debido a las protestas de los inversionistas en torno a dos nuevos tokens, supuestamente provenientes de Dubai y Singapur: Pincoin e iFan, operados por una empresa llamada ModernTech, que sin aviso abandonó sus oficinas en marzo pasado, embolsillándose el dinero de 32.000 personas.
La actividad comenzó a finales de 2017. Con iFan la oferta era crear un medio de pago que permitiría vincular a celebridades con sus fanáticos a través de redes sociales. Con Pincoin se invitaba a invertir en unos paquetes de intercambio. A los interesados se les dijo que disfrutarían de una tasa de ganancia de más de 48% mensual de su inversión inicial, recuperando todas las inversiones después de 4 meses.
Los intercambios se hacían ofreciendo a las personas puntos PIN de los dos tokens ficticios, generados por la empresa a cambio de su dinero. También se habló de la creación de una plataforma en línea, un portal de subastas e inversiones y un mercado para intercambio peer to peer con tecnología blockchain.
Pero antes, tenían que atraer a nuevos inversionistas, por lo cual se les recompensaría con un 8% de comisión por cada nuevo miembro, tejiendo de esta forma la red que atrajo más dinero para los estafadores.
Algunos participantes comenzaron a sospechar cuando dejaron de recibir pagos. Las investigaciones determinaron que 7 vietnamitas, hoy en fuga, promocionaban ModernTech haciendo conferencias en varias ciudades para captar inversionistas.
BitConnect
Cerrada en enero pasado por órdenes de reguladores financieros estadounidenses, la plataforma de BitConnect se lanzó en 2017. La compañía administraba un sistema de referidos, donde los usuarios intercambiaban y prestaban a otros la moneda virtual BitConnect Coin (BCC). El objetivo era generar intereses en función de la cantidad préstamos realizados.
Los afiliados de BitConnect invertían bitcoins, que a su vez eran convertidos a BCC a través de un intercambio interno. Se ofrecían ganancias mensuales por el orden de 40%, más bonos que aumentaban según el monto del préstamo.
La variante en este caso es que este token sí participa en intercambios públicos y se incluye en la lista oficial de CoinMarketCap, a diferencia de las monedas virtuales citadas en los casos previos. Tuvo una alta cotización a principios de este año, pero su demanda estaba vinculada al auge de los afiliados de la empresa, interesados en hacer las transacciones. Hasta que llegó el momento en que el sistema piramidal colapsó.
Actualmente está en curso una demanda colectiva en contra de los ejecutivos y promotores de BitConnect: Glenn Arcaro, Ryan Hildreth, Trevon Brown, John Doe y Craig Grant, entre otros, para recuperar los fondos perdidos que ascienden a más de $700.000. De hecho, hasta febrero se contabilizaban cinco demandas en su contra en Estados Unidos.
Alerta para los desprevenidos
Al resumir el modus operandi de estos 5 casos es fácil notar los elementos comunes entre estos supuestos “negocios con monedas virtuales”, lo que puede ayudar a los desconocedores a identificar las estafas, siendo los principales la oferta de fáciles ganancias y el uso del sistema de referidos.
Este último elemento es fundamental porque el esquema piramidal se sostiene (por un tiempo) con la participación de nuevos inversores, cuyo dinero será utilizado para pagar a los primeros, hasta que la pirámide cae.
La novedad es el anzuelo utilizado: ganar dinero con criptomonedas, algunas veces con las ya reconocidas y otras con la creación de monedas ficticias, que no se cotizan en el mercado ni participan de intercambios públicos y que solamente se intercambian a lo interno de la empresa, tal como ocurrió en la mayoría de los anteriores ejemplos.
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