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Los agentes de la aduana podrán acceder a información financiera y contenido audiovisual.
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Los datos extraídos podrán ser conservados por las autoridades por un período de 75 años.
Un viaje a Estados Unidos puede vulnerar los derechos de privacidad de los millones de migrantes y turistas que visitan este país anualmente. Así lo señala un reciente informe del organismo de Seguridad Nacional de EE.UU, donde se confirmó que en las fronteras norteamericanas se pueden extraer datos confidenciales de dispositivos electrónicos y teléfonos inteligentes.
Los agentes del servicio de aduanas pueden revisar mensajes de teléfonos, llamadas telefónicas y datos del GPS. También tienen la capacidad de realizar una copia exacta de toda la información resguardada en los dispositivos de los viajeros, tales como eventos de calendario, contactos, correos electrónicos, mensajes de texto, IP, localización, redes sociales, fotos, vídeos e incluso transacciones en cuentas financieras y la metadata correspondiente a cada archivo.
Esta información es resguardada en la red forense digital del servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU (USBP), para luego ser transmitidas al software de análisis y procesamiento de datos, Penlink PLX. Según detalles en su página web, dicha plataforma puede analizar datos de redes sociales y servicios de Internet, entre ellos Google, Snapchat y Facebook.
La directiva de USBP afirma que esta herramienta es utilizada para identificar actividades ilícitas en los aeropuertos y entradas fronterizas; ayudando a identificar casos de narcotráfico, terrorismo y lavado de dinero. No obstante, lo más preocupante de toda esta situación es que el servicio de aduanas estadounidense venía practicando estos monitoreos a teléfonos celulares desde hace años.
El organismo no notificaba a las partes involucradas sobre el registro de su información privada, ni poseía órdenes judiciales para infringir en los derechos de privacidad de los viajeros. Tan sólo en el año 2018 la agencia registró más de 33.000 dispositivos en todo su territorio, mientras que en el 2017 ya alcanzaba la cifra de los 30.200.
Si no fuese porque en noviembre del año 2019 una corte declaró inconstitucional el registro de dispositivos sin orden judicial, esta práctica se seguiría haciendo sin el conocimiento de los visitantes a Estados Unidos.
La agencia USBP afirma que sus prácticas “son de bajo riesgo”, ya que todos los datos se mantienen en mano de los forenses y únicamente se registran dispositivos sospechosos. No obstante, el documento no especifica las causas probables de sospecha, lo que podría dejar las investigaciones sujetas al criterio de cada agente, es decir, no se especifica cuáles son las razones por la cual un dispositivo puede ser registrado. Además, todos los viajeros están sujetos a la posibilidad de que en alguna oportunidad sus dispositivos electrónicos personales sean monitoreados en las fronteras de Estados Unidos.
Aunque el caso ha generado polémica, el informe de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos afirma que los agentes de la aduana pueden seguir realizando estos monitoreos sólo si poseen una orden de registro. Asimismo, piden al dueño del dispositivo que dé su consentimiento a la hora de acceder a su información privada; si el viajero no la da, entonces, los agentes de aduana tienen la potestad de solicitar una orden de registro.
Ninguna de estas medidas resguarda a los visitantes de la posibilidad de que su información privada quede archivada en los registros forenses de la aduana por unos 75 años. Este es el período máximo que se ha estipulado para que la agencia pueda conservar los datos extraídos en sus investigaciones. Debido a que se trata de información sensible almacenada en una base de datos, no existe una garantía de que la misma no pueda ser vulnerada por hackers o utilizada por algún mandatario con inclinaciones totalitaristas.
El informe de la Seguridad Nacional fue publicado casi en paralelo con un comunicado donde la agencia específica un grupo de “prácticas para mejorar la seguridad de los dispositivos electrónicos”. El organismo aconseja desactivar las funciones de Bluetooth y WiFi cuando se encuentre en lugares público, así como también recomienda apagar cualquier servicio o aplicación que utilice geolocalización.
Ante este tipo de herramientas de espionaje que exponen a los usuarios a la pérdida total de su privacidad, son muchos los bitcoiners que recomiendan el uso de Bitcoin y criptomonedas como Monero para evitar que los datos financieros de los ciudadanos queden en manos del Estado. La adopción de sistemas operativos como Whonix o Tails también puede aumentar la privacidad de los dispositivos electrónicos, asegurando sus archivos y navegaciones. Asimismo, tanto los teléfonos Android como Apple incorporan una opción de cifrado que puede ser activada, esta misma puede ayudar a proteger a aquellas personas que viajan a países con grandes sistemas de vigilancia.